Por Nancy Duré
Desde el próximo lunes, Andrea Politti se pondrá al frente
de Corte y confección por la pantalla de El Trece. ¿En qué
consiste este nuevo desafío? Se trata de un reality en el que
14 diseñadores deberán competir entre sí, bajo la atenta
mirada de un jurado de lujo compuesto por Fabián Zitta,
Benito Fernández y Verónica de la Canal, y una exigente
jefa de taller que estará encarnada por Matilda Blanco.
La conductora del flamante programa, habló con Teleshow y adelantó cómo será la nueva apuesta de la productora de Marcelo Tinelli.
—Ya venías trabajando hace años en talk shows, pero este programa es totalmente distinto. ¿Cómo surgió la idea?
—Me llamó el Chato Prada con la propuesta. Y, apenas me dijo el nombre del programa, salté de la silla. Porque es algo que no se vio nunca en un canal de aire. Y encima llega de la mano de LaFlia, que maneja los realitys como los dioses. Pero, además, me pareció una muy buena idea no solo por el tema de la moda, sino también por la posibilidad de revalorizar el oficio.
—Un oficio que en otra época todos aprendían…
—Exacto. Antes, en las escuelas, la costura estaba como materia. ¡Te ensañaban a coser! Pero, en el programa, los diseñadores también van a tener que enfrentar varios desafíos.
—¿Son diseñadores que ya están trabajando en esto o sólo amateurs?
—Algunos tienen más oficio que otros, pero hay un poco de
todo. Están los que ya están trabajando y los que por algún motivo no pudieron concretar su vocación, pero sueñan con poder dedicarse al diseño. Y sus historias se van a ir conociendo con el correr de los programas. Obviamente, va a haber un solo ganador así que se van a sacar los dientes, porque el que triunfe va a tener una oportunidad única de desarrollarse en lo suyo. El tema es que para eso van a tener que enfrentar desafíos muy difíciles, en un corto tiempo y bajo la mirada de un jurado de excelencia que los va a estar evaluando.
—Hablamos de tres de los mejores diseñadores de la
argentina, con estilos completamente diferentes…
—¡Son increíbles! Y estoy muy contenta porque, en cada programa, yo aprendo mucho. Pero en este vamos a hacer que la moda sea accesible para todos. Porque los participantes van a trabajar con modelos, que tienen todo tipo de talles y edades.
—¿Es decir que las prendas que se van a crear son para
mujeres normales y no sólo para modelos de pasarelas?
—Exacto. Y eso me parece re importante, porque todas las mujeres, sin importar la edad y el talle que tengamos, tenemos derecho a vernos lindas. Así que la idea es transmitir que una puede ser alta o petisa, puede tener un talle M o un XL, y no por eso tiene que quedar afuera de la moda.
—¿Y cuál va a ser la función de Matilda? ¿Va ser la
"mala" de la historia?
—Ella tiene el papel menos agradecido porque, como jefa de taller, va a tener que exigir que se cumplan los tiempos, que sean pulcros, que tengan sus mesas ordenadas, que corten bien las telas… Porque hay muchos aspectos que tienen que ver con la hechura de un vestido. Y ojo que, los espectadores y yo, esto lo vamos a ir aprendiendo de la mano. Porque, ¿cuántos de nosotros no sabemos cambiar un cierre o pegar un botón o arreglar una prenda vieja?
—¿O sea que también va a ser una clase didáctica para
el televidente?
-Claro. Aunque, para los participantes, también va a haber otros desafíos como armar un modelo con elementos de ferretería o bolsas de plástico, por ejemplo.
—A lo largo de tantos años de alfombras rojas, habrás sido víctima de los críticos de moda…
—¡Ah, sí! Lógico
—¿Esto también se va a ver en el programa?
—La verdad es que no vamos a enfocarnos en eso porque la vedette van a ser los diseños que los participante van a generar. Lo que queremos es ver la creatividad y abrir un poco las puertas de la moda. También vamos a buscar un costado solidario como para ayudar a alguna institución. Así que las críticas de cómo se vistió Fulano o Mengano no nos interesan, aunque algunos tips de lo que se usa y lo que no pueden ir saliendo de las charlas.
—¿Pensás que en las argentinas estamos muy pendientes de la moda?
—Creo que están las que son muy fashionistas y están atentas a lo que se usa y otras que son originales y mantienen su personalidad durante toda la vida o no se preocupan mucho por la ropa.
—¿Y qué pasa con los hombres?
—En el programa también va a surgir la posibilidad de hacer algo para ellos y vamos a tener modelos masculinos. Porque hay hombres que también son coquetos.
—Vos tenés a dos en tu casa: tu marido, Fernando Hagelströn, y tu hijo, Galo que ya tiene 18 años
—Sí, pero ellos no son muy fashionistas. Mi marido tiene un look propio y yo lo considero un hombre muy elegante. Por ahí varía de acuerdo a las actividades que realiza pero, cuando algo le va, se mantiene en su estilo. Y mi hijo no…(ser ríe). El es más bien relajado con la ropa. Le gusta estar cómodo. Y, a esa edad, puede vestirse como quiera.
—No sé por qué imagino que tu casa está invadida por
tu ropa y tus zapatos y que a ellos les queda apenas
un lugarcito para sus pilchas…
—Imaginás bien. Pero no es porque me compre un montón, sino porque voy guardando vestidos viejos que me gustan. Porque, por ahí tengo uno de hace diez años y cuando me lo pongo me queda hermoso, pero después veo que es algo que tendría que modernizar… O sea que tengo mucha prenda vintage.
—¡Eso significa que siempre conservás el mismo talle!
—Es la idea: para poder seguir poniéndome esos vestidos, sigo con la dieta (se ríe).
—¿Tenés algún otro proyecto en mente para el 2019?
—En principio no, pero tengo muchas ganas de que me llamen para trabajar como actriz. Yo nací como actriz de teatro y lo de la conducción surgió mucho después. Pero el año pasado participé de la película El amor menos pensado, con Ricardo Darín. Y todavía la estoy disfrutando, porque sigue dando vueltas por el mundo. Así que me encantaría que me vuelvan a convocar para hacer ficción.
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