En los últimos años Nicolás Vázquez se transformó en uno de los actores más exitosos y taquilleros de la cartelera teatral. Con El otro lado de la cama, llegó a convocar a más de 350 mil espectadores, y recorrió el país y el exterior con una obra que daba para seguirla. Pero el actor decidió concluirla y emprender un nuevo proyecto.
Esta nueva obra se llama Una semana, nada más, de Clément Michel, y se estrena hoy en el teatro El Nacional con producción de Adrián Suar, Nacho Laviaguerre y Preludio, y la dirección de Mariano Deimaría.
Teleshow charló en exclusiva con Nico horas antes del estreno, y la primera consulta fue si le había costado dejar El otro lado de la cama. "Bajarme fue la decisión más difícil de mi carrera -confesó-. No pasa muchas veces que una obra trabaje siempre a sala llena, desde que arrancó hasta que terminó: cada vez pasaba a una sala más grande, y cada vez con más gente. Es inolvidable para mí. Y me tocó con Gimena (Accardi, su esposa), una actriz que admiro y amo".
"Sé que voy a volver con esa obra en algún momento porque merece, y me parece que estaba bueno retirarse campeón -agregó Vázquez-. Pero también, Gimena y Benjamín (Rojas) estaban con mucho laburo y era imposible que pudieran hacer tele, cine y un montón de cosas más. Así que fue una decisión difícil pero acertada. Va a estar bien guardada hasta que la volvamos a hacer".
Nico se muestra eufórico sobre Una semana, nada más, y cuenta la cantidad de entradas que tiene vendida la pieza, a pesar de no haber levantado el telón oficialmente. "Las expectativas del estreno son espectaculares en todo sentido: es una locura lo que ya estamos viviendo, ya tiene 2.700 entradas vendidas de manera anticipada. Hicimos dos funciones de ensayo general con público y es increíble lo que se ríe la gente".
"Es una comedia que yo quería desde antes: me gusta mucho el autor, Michel Clement. Y vamos con todo: estoy muy feliz con el equipo que armé. Es una experiencia alucinante tener la posibilidad de hacer la producción artística porque me da la posibilidad de seguir creciendo y seguir haciendo lo que más me gusta, que es el teatro".
Luego le consultamos por la decisión de no trabajar con Gimena Accardi, con quien formó rubro en la anterior obra que resultó un suceso, y cómo eligió a Flor Vigna. "Cuando encontré esta obra, la soñé con Benja y con Gime, tratando de repetir el triángulo de El otro lado de la cama. El público ya nos conocía desde la boletería, y lo que disfrutamos trabajando juntos: lo hacemos de memoria, como un equipo de fútbol. Pero después nos dimos cuenta con Gime que había un montón de cosas que le estaban empezando a pasar a ella con la carrera, el cine, la tele. Como es ella, tan organizada, era imposible hacer las tres cosas a la vez. Deben ser señales que muestran que tenemos que guardarnos como dupla. Y ahí empece en la búsqueda, y apareció Flor Vigna, que es nueva, tiene mucho potencial y siento que quiere aprender".
Hace dos años Nico atravesó un tragedia tremenda cuando su hermano, Santiago Vázquez, falleció de manera sorpresiva. La vida del actor cambió radicalmente. A partir de ahí se refugió en su familia y también en el trabajo. El teatro fue el lugar en el cual recibió el amor del público noche a noche, y de alguna manera pudo ir atravesando el dolor por semejante pérdida.
Hoy, se encuentra frente a un nuevo desafío teatral. Y según parece, pinta para ser un nuevo éxito en su carrera, sumándose a la nutrida cartelera teatral porteña que no tiene nada que envidiarle a Mar del Plata y Carlos Paz, debido a la cantidad de títulos y propuestas que ofrece este verano.
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