Viggo Mortensen es un embajador de San Lorenzo en el mundo: siempre que tiene la oportunidad, le muestra al mundo su pasión por los colores del club de Boedo. La ceremonia de entrega de los premios Globos de Oro 2019 realizada el domingo pasado no fue la excepción.
El reconocido actor, nominado a mejor actor de comedia o musical por su papel en Green Book, habló en la previa del evento con los conductores de la alfombra roja, el argentino Axel Kuschevatzky -también hincha de San Lorenzo-, y la mexicana Liza Echeverría, y lució sus medias de color azul y rojo.
"Hay dos instancias en las pueden verse tus huellas digitales en tu personaje: cuando usa los colores azul y rojo y cuando en una pared de la habitación del hotel dice 'CASLA', por las iniciales de San Lorenzo", le indica Kuschevatzky a Mortensen.
"¡Sos el primero que lo vio! No sé quién puso eso. ¡Qué hotel de m…! Tenía dibujos por todos lados", le respondió, con ironía, el actor.
Luego, sí, se dispuso a hablar brevemente de su trabajo: "Creo que la base de una buena actuación es la buena reacción. Tenés que escuchar y tratar ahí con las otras personas. Hay gente que entra con su plan de hacer su personaje y no escuchan. Son técnicamente buenos y les sale bien, pero no es muy divertido jugar con ellos".
Contó que tuvo que aumentar 20 kilos para su personaje en Green Book y utilizó una particular palabra para describir ese trabajo, a pesar de que la transmisión se realizaba para toda Latinoamérica: "Eso fue fácil, cualquier persona puede morfar. Lo más difícil es ir en la otra dirección".
Cuando fue interrumpido porque debía ingresar al salón para la ceremonia de entrega de premios, se despidió a su manera: "Saludos a América Latina y a todos los cuervos".
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