Charly García, la gran figura del rock nacional que en 2018 regresó a los escenarios

2018 fue un año productivo para el rock nacional. Los más consagrados en el género presentaron discos: Andrés Calamaro estrenó Cargar la Suerte, el Indio Solari deleitó a sus fans con El ruiseñor, el amor y la muerte y Los Auténticos Decadentes estrenaron Fiesta Nacional, el álbum con el que la banda debutó en los MTV Unplugged, entre otros lanzamientos. También hubo conciertos memorables, como el de Ciro y Los Persas en River por ejemplo; y muchas bandas nuevas se hicieron un lugar y cada día convocan más público.

Sin embargo, si hacemos un resumen del año no podemos obviar mencionar a Charly García. Si bien el ex Sui Generis no presentó un nuevo trabajo (su último disco, Random, se editó en 2017), este año lo tuvo nuevamente arriba de los escenarios y ese es un motivo más que valedero para celebrar.

Todo comenzó el pasado 15 febrero. O, mejor dicho, dos días antes. El martes 13 pasaba poco y nada. Era feriado, muchos volvían de sus escapadas por el fin de semana largo y la ciudad de Buenos Aires estaba casi desierta. Sin embargo, un anuncio sacudió la modorra: se informaba que Charly tocaría en el teatro Coliseo y que las entradas se podían conseguir un día antes del show.

La locura fue total. Los fanáticos inundaron las redes sociales con mensajes de apoyo y, al mismo tiempo, se notaban algunos signos de angustia porque sabían que el lugar donde se presentaría el músico era pequeño y que las 1.700 localidades se iban a agotar rápidamente. Y así fue. En solo media hora volaron las entradas.

Ese show en el Coliseo fue especial porque marcaba el regreso de García a los escenarios. Acompañado por Kiuge Hayashida en guitarra, Carlos González en bajo, Toño Silva en batería, el "Zorrito" Fabián Quintiero en teclados y Rosario Ortega en coros, el ex Serú Girán deslumbró a sus fans durante los casi 90 minutos que duró el recital.

Hizo temas de su último disco ("La máquina de ser feliz", "Lluvia", "Otro" y "Rivalidad") y emocionó a todos con algunas de las canciones más exitosas de su carrera: "Cerca de la revolución", "Rezo por vos", "Reloj de plastilina", "Yendo de la cama al living" y "Me siento mucho mejor" tuvieron su lugar esa jornada. El rey estaba de vuelta pero no se quedaría ahí.

La "torre de Tesla" en el Gran Rex

El lunes 30 de abril volvió a presentar "La torre de Tesla", pero esta vez en el Gran Rex. El show comenzó con una canción que no había interpretado en febrero: "No soy un extraño".

Quizás la haya elegido especialmente para esa ocasión porque claro que García no es un extraño para el Gran Rex, que lo tuvo como protagonista en muchas noches históricas. Tampoco es un extraño para la Avenida Corrientes y menos aún para las generaciones más jóvenes, que lo adoran tanto como aquellos que disfrutaron su obra desde los comienzos.

"Decían que no podía componer", disparó esa noche para hacerle frente a sus críticos y se sumergió en los temas que presentó un año antes en Random: "La máquina de ser feliz", "Lluvia", "Otro" y "Rivalidad" sonaron fuerte.

Tras una hora y 40 minutos de show, recibió la última gran ovación de una jornada que se cerró con la gente cantando durante largos minutos los éxitos de años anteriores.

La excursión a Córdoba

En julio viajó a Córdoba para brindar dos conciertos: el 25 y el 30. En principio, iba a ser una fecha sola pero luego se agregó otra función debido a la alta demanda de entradas y a que el artista tenía ganas de tocar.

En una entrevista con el Canal Doce de esa provincia, afirmó: "Para mí tocar no es un trabajo, es una comunión entre el que me vino a ver y yo. Y eso lo hago con mucha conciencia. Voy, ensayo y pruebo cosas nuevas".

Esos shows reafirmaron su vigencia y, en el último, incluso se desató una polémica luego de su insulto al presidente Mauricio Macri. En pleno recital, el cantante reprodujo la frase de la canción que meses atrás se escuchaba en las canchas durante los partidos de fútbol: "Mauricio Macri, la p… que te parió". Parte del público lo acompañó.

"Algunos vienen al camarín y me cantan un tango. Yo creo que algunos crecieron con Sui Generis y otros pegaron onda con mi música", aseguró en el reportaje citado. La periodista le confesó que se había quedado sorprendida por la gran cantidad de jóvenes que había concurrido a sus recitales, a lo que Charly bromeó: "Me aseguré al público millennial".

La vuelta al Gran Rex

"Mirá, está mi doble ahí. Ojo al piojo, eh, sí a vos. Ver a alguien parecido a vos ahí, que pagó la entrada y todo, te da impresión", señaló Charly mientras promediaba su show de agosto en el emblemático teatro porteño.

Esa noche, como las demás, García cantó canciones de Random y algunos de los éxitos de años anteriores: "Cerca de la revolución", "No soy un extraño", "Asesíname", "Cuchillos", "No llores por mí Argentina" y "Peperina" tuvieron su lugar, entre tantas otras composiciones de su extenso repertorio.

"Chau, gracias, hasta la próxima", dijo Charly, mientras la ciudad de Rosario se acercaba en el horizonte de sus shows.

Fue otra jornada única e inolvidable, donde los fans disfrutaron de tener al hombre "Say No More" de nuevo arriba de un escenario.

Rosario siempre estuvo cerca

En septiembre brindó un recital en el ex predio de La Rural de la ciudad santafesina. El espectáculo duró más de una hora y tuvo varias interrupciones hasta que finalmente se suspendió por un problema de salud del cantante.

Regresó a Rosario tras cinco años y tocó frente a 4 mil personas que llenaron el hangar del Parque Independencia. Sin embargo, al artista se le subió la presión y debió abandonar el escenario. "Terminó el show de Charly, faltaron cuatro temas pero no se sentía bien y preferimos terminarlo", anunció el productor musical José Palazzo.

Esa noche interpretó 14 temas, como "El aguante", "No soy un extraño", "Cerca de la revolución" y "La máquina de ser feliz", entre otros. Tras tocar "King Kong" se produjo la primera interrupción del show que hizo sospechar a los fans de que algo raro estaba sucediendo.

A pesar de no sentirse del todo bien, regresó al escenario acompañado por Rosario Ortega para seguir con el espectáculo musical. Sin embargo, los cortes continuaron hasta que los médicos le recomendaron suspender el recital para preservar su salud.

El cierre del año

No haber vuelto para hacer los bises no empañó un recital que lo mostró en un gran nivel. Fue el pasado 18 de diciembre y durante 65 minutos volvió a demostrar que en vivo es un artista que aún tiene mucho para ofrecer.

El primer tema del recital sorprendió a todos. Nadie se esperaba que el show comience con el clásico "De mí". Charly estaba delante de su teclado, la luz se posaba sobre él, el resto de los músicos permanecían en silencio y a oscuras; y la gente sacaba rápidamente sus teléfonos celulares para captar el momento mágico: el hombre del bigote bicolor estaba haciendo un solo con su piano y cantando la hermosa pieza que presentó hace casi 30 años en su disco Filosofía barata y zapatos de goma. Fue sin dudas uno de los puntos altos de la noche.

La idea de intercalar clásicos con canciones de su último trabajo discográfico fue una constante en la noche. De Random tocó "La máquina de ser feliz", "Rivalidad", "Otro", "Lluvia" y "Primavera"; y, entre los clásicos, no faltaron "Yendo de la cama al living", "Asesíname", "Parte de la religión" y "No llores por mí Argentina", por citar sólo algunos.

Ese recital también dio lugar para que García se acordara del guitarrista de los Rolling Stones: "Voy a brindar por mi amigo Keith Richards que hoy cumple años. El día que explote una bomba atómica lo único que va a quedar es Richards y una cucaracha", soltó. Desató las carcajadas de todo el teatro.

Más allá del sabor agridulce del final (no volvió para hacer los bises), el show fue impecable. "Lo bueno, si es breve, dos veces bueno", dijimos el día que contamos cómo fue ese show. Frase que aplica a esa noche pero no a su carrera: extensa y excelente.

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