A lo largo de su carrera Luis Ventura ha dado sobradas muestras de no callarse nada. Por eso, no sorprendió que, a la hora de comunicar su renuncia a Iluminados, el ciclo que conducía por Radio Rivadavia junto a Adriana Salgueiro, el conductor haya apelado a toda su verborragia para dar las razones de su decisión.
"Hola, son las 22:13, soy Luis Ventura, soy el conductor, uno de los conductores de un ciclo que lleva dos años en el aire. Dos años que se han hecho con mucho esfuerzo, con mucha creatividad, con mucha fuerza de voluntad, más allá de las condiciones adversas en las que ingresó esta empresa, esta radio. Lamentablemente nos vemos obligados a decir adiós de manera abrupta, de manera vergonzosa, de manera muy doliente, porque creo que nosotros no nos merecíamos la forma en que se comunica, en términos de ciclo", arrancó.
"Creo que hemos remado desde la injusticia y desde digamos la dignidad de todo un grupo de trabajo, donde hemos perdido algunos soldados en el camino, debido a que no soportaron el hecho de estar casi dos años sin cobrar un centavo. Porque esta empresa, desgraciadamente, estuvo plagada de rufianes, sinvergüenzas, delincuentes, estafadores, que vaciaron una empresa, que vaciaron una radio realmente emblemática de la radiofonía argentina. Dejaron esto, el despojo de una emisora que hoy da vergüenza en las condiciones en las que se encuentra", sentenció.
"Y me duele, me duele en el corazón, porque yo fui uno de los que fogoneó para armar el premio Martín Fierro exclusivamente para la radio, para premiar laburantes invisibles como los operadores, los locutores, para que gente siniestra y definitivamente negativa nos lleve a este punto de tener que decir adiós de esta forma, enterarnos por un Whatsapp, porque la persona que tendría que habernos convocado, habernos explicado, habernos acompañado, haber contenido a la gente que sólo se cansó de poner el hombro, simplemente escuchar una voz, que por haber tenido un día muy estresante no puso la cara, el pecho ni el corazón, como lo venimos poniendo día a día durante dos años", subrayó.
"Gente que se ha quedado en el camino, gente que ha resignado horas de su familia, horas de su vida para dedicárselas a Radio Rivadavia, la emisora del gallito y de la lechuza, la emisora que tuvo a glorias de la radiofonía argentina. Por acá pasaron, por estos micrófonos, gloriosos profesionales, que están muy lejos de esta casa que prácticamente ha sido arrasada por un tsunami de delincuentes. Por eso me voy llorando, me voy con un puñal clavado en el medio del pecho, me voy con la garganta hecha un nudo, porque ya no puedo expresar la indignación que me embarga", continuó.
"Esto es una vergüenza, lo que está haciendo la gente que tiene la responsabilidad y el destino de los pocos laburantes que quedan en esta empresa vaya a saber con qué final los van a sorprender, con qué puñalada rastrera se van a deshacer de los últimos laburantes que todavía están en la barricada, esperando que alguien encienda una luz. Esto es toda oscuridad. Y de esta manera oscura, de esta manera lamentable y vergonzosa, humillante, me voy de esta casa, verdadera gloria de la radiofonía argentina, tachonada, hecha un mamarracho a partir de los ineptos y de los delincuentes que cada vez hay más arriba del suelo argentino", remarcó.
"No busquemos las explicaciones afuera, las explicaciones y las soluciones las tenemos nosotros. Lamentablemente los ladrones, los estafadores y los delincuentes que se llevaron toda la guita y vaciaron esta empresa andan sueltos por la calle caminando como verdaderos señores. No les conocemos las caras, pero existen y tienen nombres y apellidos, y todavía están disfrutando de la guita y el patrimonio que le robaron a Radio Rivadavia", disparó.
"Esto es una vergüenza. Yo sé que todavía hay gente que nos sigue escuchando, yo sé que hay mucha gente que a lo largo y a lo ancho del país sigue escuchando no sólo a Radio Rivadavia, también a Iluminados, que ha tenido su rinconcito. Cuando le dicen la amplitud y la verdad le están mintiendo, esto es la vergüenza y el robo, la vergüenza y el robo hecho micrófono", insistió.
"Esto es lo que ha quedado de esta radio, una verdadera vergüenza. De esta manera me voy. Soy Luis Antonio Ventura, DNI 93.324.906. Esto lo digo acá, en la Antártida y en la Luna, y se lo digo en la cara al primero que se me cruce. Lo que hicieron con nosotros, y con todos los trabajadores de Radio Rivadavia, es realmente humillante y vergonzoso. Muchas gracias a los oyentes, muchas gracias a mis compañeros, muchas gracias a los laburantes de Radio Rivadavia, que todavía estoicamente están haciendo el aguante, porque siguen colgados del piolín de una esperanza. Buenas noches", concluyó su despedida.
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