Por Nancy Duré
Fátima Florez debuta en Carlos Paz el 19 de diciembre con un nuevo show, Fátima es mágica, en el Teatro Holiday. Y, en diálogo con Teleshow, adelanta que "alguien" se puede llegar a ofender por algo que va a suceder en el escenario. "Va a haber muchas imitaciones nuevas que van a sorprender, porque lo hice pensando en lo que tiene ganas de ver la gente", asegura.
— ¿Y qué quiere ver la gente este año?
— De todo un poco: desde algunos de los personajes del Bailando 2018, como Esmeralda Mitre que para mí fue muy fuerte, hasta una Jennifer
López, una Celia Cruz, una Shakira o una Valeria Lynch cantándose todo . Pero también va a haber mujeres políticas. ¡Con decirte que son 45 imitaciones! Me van a acompañar también el genio de Ariel Tarico, el talentoso Fernando San Martín y el mago Emmanuel. Pero yo también voy a hacer magia, ¿eh?
— ¿Cómo es eso?
— Desde un personaje, voy a hacer desaparecer a otro. Y eso va a dar
mucha tela para cortar…
— ¿Alguien se va a enojar?
— Sí, va a haber gente enojada por esa desaparición. Pero también va a haber gente a favor. O sea que va a generar revuelo.
— ¿Qué te pasa a la hora de subir al escenario con un personaje
nuevo?
— Siento mucha adrenalina. Siempre está esa cosa de no saber si a la gente le va a gustar. Por suerte, hasta ahora mis propuestas han sido muy bien recibidas. Además, yo sigo perfeccionando los personajes: no me quedo con que ya debuté y listo, porque siempre hay detalles para ajustar.
— ¿Y si a la figura no le gusta lo que hacés?
— ¡No me importa nada! Aprendí a convivir con eso. En realidad, nunca
nadie se me enojó mal. Pero también es cierto que a nadie le copa mucho que lo imiten porque es como verse en el espejo con todos sus tips…
— El hecho de que lo imites también significa que es una persona importante…
— ¡Totalmente! Si lo imito, es porque es súper importante. Y yo creo que lo tienen que tomar por ese lado. Yo a mi trabajo lo hago con mucho respeto, dedicación y profesionalismo. Y pienso que por eso nadie me ha venido a decir nada aunque, por ahí, entre sus íntimos pueden llegar a quejarse…
— ¿Y bajarías a un personaje porque alguien te haga un
llamado?
-Nunca nadie me hizo un llamado, pero si me lo hicieran tampoco modificaría nada…No sé, salvo que me intimiden mucho. Pero, en general, cuando quiero hacer algo voy para adelante. Así que creo que seguiría con mi personaje.
— ¿Quiénes son más complicados? ¿Los artistas o los políticos?
— ¿Sabés que son más difíciles los artistas? Uno piensa que si se mete con la política, por ahí alguien se lo toma a mal. Pero, a veces se enojan más las que recién empiezan y vos decís: "¿A vos te parece?". Igual, siempre hay que dejar que todo decante. Porque, si alguien alguna vez se enojó, creo que después se dio cuenta de que lo mío está hecho con buena onda. Y que el hecho de que te imiten, en definitiva, también es un gesto de amor y dedicación.
— El director de la obra es tu marido: Norberto Marcos.
— Sí claro. El es, además, el que chequea todos los personajes antes del debut y el primero al que le hago siempre cada imitación. Así que con él
me voy a Carlos Paz.
— Hace años que venís diciendo que vas a parar un tiempo para buscar un hijo. ¿En qué quedó ese proyecto?
— Sigue firme. Lo que pasa es que hay muchas familias detrás de este espectáculo. Y el teatro es muy exigente desde lo físico como para no parar por lo menos un año si es que quiero ser mamá. Pero las ganas están más que nunca. Así que yo sé que eso va a llegar cuando Dios disponga. Además, cuando veo que en la farándula hay tantos bebés por todos lados, siempre pienso que falta el mío. Y yo sé que va a ser algo que me va a cambiar la vida.
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