Laurita Fernández y Nicolás Cabré disfrutan de dos días de mini luna de miel en el exclusivo Hotel Sofitel La Reserva, en Los Cardales, a 80 kilómetros de Buenos Aires. Escaparon de la ciudad y del G20 para mimarse y descansar en uno de los últimos fines de semana para la jurado del Bailando en la Ciudad, antes de viajar para hacer temporada de teatro en Mar del Plata, con Sugar.
Anoche se quedaron en el cuarto y pidieron room service. Esta mañana bajaron a desayunar tarde y salieron a caminar por los parques del hotel, también junto a la laguna. No les tocó un fin de semana de pileta, pero igual se tiraron al sol en unas reposeras, tapándose con toallas -estaba bastante fresco-, tal como se vio en una foto que el periodista Ángel de Brito subió a su cuenta de Twitter. Aunque en su posteo no contó donde estaban, Teleshow lo descubrió.
Al mediodía, después del paseo, almorzaron en La Butaca, uno de los restaurantes exclusivos del hotel, y después volvieron a la suite, de la que casi no salen. Algunos huéspedes les pidieron fotos, pero ellos se muestran poco por las instalaciones. Llegaron con una valija chica cada uno y se quedan hasta mañana domingo.
Laurita se presta más simpática al saludo de la gente, bella y a cara lavada; Cabré, como siempre, más distante y serio. La noche del sábado los encontrará con bajas temperaturas pero mucha pasión. El hotel tiene su spa, donde no descartan una sesión de masajes o el paso por la pileta climatizada y el gimnasio. Pero lo más importante, estar juntos y relajarse. Él, lejos de la ciudad y de las grabaciones de Mi hermano es un clon; y ella, de las polémicas del jurado y los ensayos para su vuelta al teatro.
Laurita vivió momentos de mucha tensión durante la semana pasada en el Bailando. Por primera vez después del escándalo que las mantuvo enfrentadas, se cruzó cara a cara con Flor Vigna y se dijeron todo lo que tenían para decir.
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