Pánico, depresión y Parkinson: la dura batalla de Berugo Carámbula antes de su muerte

Este miércoles se cumplen tres años de la muerte del querido actor, conductor y músico nacido en Uruguay. Sus últimos días los pasó rodeado por el amor de sus hijos y dando lucha contra una cruel enfermedad

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La historia final de Berugo Carámbula en este mundo comenzó cuando conducía un programa en vivo en la década del 90. Antes de salir al aire sentía palpitaciones, fuertes mareos y le costaba mucho respirar con normalidad.

Por mucho tiempo, el actor y conductor minimizó la importancia de esos síntomas creyendo que se debían a las presiones de estar en un programa en vivo. Hasta que tiempo después, una mañana al salir de su casa, su vida cambió para siempre: Berugo sufrió un fuerte ataque de pánico en plena calle y terminó abrazado a un árbol durante media hora.

Así fue como los ataques de pánico comenzaron a minar su salud… Los sentimientos de muerte, las taquicardias y las lipotimias dejaron de manifestarse de manera esporádica para convertirse en algo frecuente. Tenía vértigo y claustrofobia, y ahí fue cuando debió tomar la decisión de alejarse de las cámaras de televisión. De todas maneras nunca se dejó vencer por la adversidad, y siempre trató de aportarle una sonrisa a la tragedia.

Aunque Carámbula intentó tomarse las cosas con humor, la vida le jugaría una carta mucho más dolorosa. Si enterarse de que sufría ataques de pánico fue un impacto durísimo para Berugo, peor sería lo que sus médicos estaban por descubrir. Aunque parezca una paradoja, gracias a sus ataques de ansiedad los doctores pudieron advertir que el actor padecía una enfermedad aún más delicada: el Mal de Parkinson.

A pesar de su optimismo y de contar con el apoyo de su familia, Carámbula tuvo que aprender a convivir con la enfermedad y a lidiar con las dificultades que esta le presentó. Sabía que el Parkinson es un mal degenerativo y, por más que luchara, iría empeorando irremediablemente.

Berugo se fue acostumbrando a realizar un gran esfuerzo por hilvanar cada oración, a pensar minuciosamente cada palabra antes de pronunciarla. El Parkinson es una enfermedad neurológica muy frecuente, que afecta a dos de cada 1000 personas. Algunos de sus síntomas más característicos son la rigidez muscular, los temblores y las alteraciones en la coordinación de los movimientos. Pero pese al amargo pronóstico, el conductor le hizo frente desde el principio a la cruel enfermedad con su arma más eficiente: el humor.

En agosto de 2008 decidió desafiar a su enfermedad y volver a los escenarios. Se presentó en el Centro Cultural Borges con el show Berugo en grupo, un espectáculo que combinaba humor y música, sus dos grandes pasiones.

El sueño duraría muy poco. Apenas unas horas después de la presentación el espectáculo debió ser suspendido. La versión oficial indicaba que el show se había levantado por problemas administrativos. Sin embargo muchas personas descreyeron de esta excusa, y se inclinaron a pensar que lo cierto era que Berugo no estaba en condiciones físicas para encarar semejante esfuerzo.

La lucha contra la obra social de Actores

Durante la década de los 80 Berugo Carámbula fue uno de los actores más cómicos de la televisión argentina, lo que lo llevó a gozar de prestigio, fama y gran popularidad. Sin embargo, cuando en 2005 le diagnosticaron el Mal de Parkinson, el artista uruguayo tuvo que dejar de trabajar porque su cuerpo ya no le respondía como antes. Fue justamente esta falta de actividad laboral y alejamiento definitivo de las cámaras lo que hizo que la Asociación Argentina de Actores decidiera retirarle la cobertura médica.

"El/la actor/actriz que tiene discontinuidad laboral y quiere mantener la obra social paga una cuota de $ 400 que cubre a todo el grupo familiar. Si no la paga y no tiene aportes laborales al tercer mes pierde su condición de afiliado", comenzaba el comunicado de la asociación, en donde además se aclaraba que para que el actor volviera a reafiliarse debía "pagar lo adeudado y tener un aporte genuino laboral ya que la O.S.A. es una obra social sindical y no una prepaga".

Por ultimo, en el comunicado se hacía una pregunta dirigida a todos aquellos que se molestaron cuando supieron que habían dejado sin cobertura médica a un reconocido actor que, por su terrible enfermedad, está impedido de poder trabajar: "¿Qué pasaría si todos los actores que perdieron la afiliación solicitaran atención médica y su reincorporación sin aportes genuinos laborales y por excepción?".

Tal fue la sorpresa e indignación que despertó la triste situación que tuvo que atravesar el actor que a horas de conocerse la noticia se formó un hashtag en Twitter con el lema "Todos por Berugo". Allí, la gente le pedía a la asociación que fueran "humanos y coherentes", restituyéndole cuanto antes la cobertura médica.

Esa presión popular hizo que las autoridades del Hospital Pirovano decidieran trasladar al actor desde la Unidad de Internación Número 3, una suerte de pabellón dividido por boxes, a una habitación privada con mayores comodidades. Allí, Carámbula pudo contar con el amor de sus tres hijos, María Carámbula, Gabriel y Joaquín.

La noticia que nadie hubiera querido escuchar

El 14 de noviembre de 2015 el mundo del espectáculo recibió un fuerte golpe. El actor, conductor, humorista y músico murió a los 70 años en su casa del barrio porteño de Belgrano, tras ofrecer una valiente batalla.

Nacido el 31 de octubre de 1945 en Las Piedras, Uruguay, Berugo Carámbula fue un verdadero hombre orquesta. Comenzó su carrera en la década del 60 con el mítico grupo de jazz Crazy Clown Jazz Band, y posteriormente con el programa televisivo Telecataplúm, donde empezó a despuntar sus notables dotes de humorista.

Entre los pasos más importantes de su carrera —que abarcó tanto la televisión y la música como el cine y el teatro— se encuentra su disco Solo de guitarra (editado en 1976), los programas Comicolor, Híperhumor, Jugar por jugar, Atrévase a soñar, Alcoyana, Alcoyana y Amo a Berugo (en el primero realizó una icónica imitación de Les Luthiers), las películas Brigada explosiva (1986) y Los bañeros más locos del mundo (1987), y las obras Duro de parar (1996) y Con un clavo en el zapato (2005). Su última participación televisiva fue en la comedia de Pol-ka Son amores (2002).

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