Movilizada por el Día de la Madre y por la previa del show que brindaría horas más tarde en el teatro Ópera, Jimena Barón subió a su cuenta en Instagram una reflexión sobre los trascendentales cambios de su vida en los últimos años, tanto a nivel personal como profesional.
La actriz y cantante publicó dos videos de Morrison, el hijo que tuvo con Daniel Osvaldo, cuando era un bebé. Ellos vivían en Italia porque el padre del pequeño jugó al fútbol en la Juventus y el Inter de Milán. En la grabación se puede ver al niño tocando una batería de juguete, mientras su mamá cantaba ante un público imaginario.
"Cuando Morrison tenía ocho meses le compré esta batería pensando que con él podía formar mi banda. A pesar de pedirle que se concentre, así no se iba nuestro público imaginario, él mucho no se copó y yo no pude explayar mis dotes de cantante. Después la vida y en gran parte el sistema machista que nos maneja, consciente o inconscientemente, me hicieron creer que ya era mamá y que era tarde para cumplir mis sueños", escribió.
"Debía quedarme en el hogar siendo una buena ama de casa acompañando al hombre que elegí (él, sí, libre de hacer lo que se le cante el ogt, en todo sentido, ya saben). Más tarde mi vida colapsó, murió mi papá ahogado, el hombre por el que dejé todo y me quedé haciendo budines en casa, se tomó el palo sin avisar y me enteré por el noticiero lo que estaba pasando… Con tatuaje de amor incluido (sutil)", explicó, sin mencionar a Daniel Osvaldo, pero haciendo referencia a que él la engañaba con otras mujeres.
Y agregó: "Mi vida era una mierda y el tanque de esperanza estaba completamente vacío. Agregale que la prensa me fajaba y hasta se cagaban de risa. Hermoso todo".
Sin embargo, su vida cambió rotundamente. Según su publicación, Lucas Biren, su manager, la ayudó a cumplir su sueño de convertirse en cantante y logró sacar el disco La Tonta: "Sin expectativas, solo quería cumplir un sueño propio e inmenso, era algo para mí".
El resto de la historia es conocida: su música se convirtió en un éxito y Jimena llena todos los teatros en los que se presenta. Por eso, se dirigió a sus fans: "Nosotros no nos conocemos. Tal vez ustedes a mí, pero yo a ustedes no. Ustedes cumplieron mi sueño. Me levantaron del piso y hoy me paran en el piso del teatro Ópera para vivir el Día de la Madre más maravilloso de mi vida. Si pudieran sentir lo que yo siento, si lo pudiera explicar… No tengo palabras".
"Solo quiero que sepan, sobre todo las mujeres, que nunca es tarde para nada. ¡Y atención! Nos quieren tirar para abajo porque arriba somos un huracán y se ve que a algunos les da mucho miedo. Sean huracanas de sus vidas, ¡no se van a arrepentir nunca!".
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