—Quiero que estemos los tres juntos.
—Pero vos lo conociste así, querida.
La escena pertenece a El Potro, lo mejor del amor, la película basada en la vida de Rodrigo Bueno. Allí, Malena Sánchez interpreta a Patricia Pacheco, que lamenta que su historia de amor con el cantante cordobés se vea truncada por las giras y los engaños de él.
La actriz de 26 años tuvo un paso fugaz por Chiquititas (grabó dos videoclips cuando tenía nueve años) pero no considera que es parte de la escuela de Cris Morena porque su debut fue con Norma Aleandro.
También estudió actuación con Julio Chávez, asegura que le apasiona el cine y formó parte de los elencos de Herederos de una venganza, Dulce Amor, Cuéntame cómo pasó y fue la contrafigura de Natalia Oreiro en Re loca.
Ahora se prepara para comenzar a grabar una serie que romperá los moldes y estereotipos de un equipo de fútbol masculino al que llega una mujer para sacarlo adelante. En 2019, entre otros proyectos, protagonizará una película cuyo rodaje es en el sur argentino.
"En estas épocas difíciles de poco trabajo, tengo la suerte de estar laburando, así que no me puedo quejar", afirma en diálogo con Teleshow la actriz que, entre otros proyectos, comenzará a grabar una serie y protagonizará una película en 2019.
Para su papel en el cine, Malena se reunió con Patricia Pacheco con el fin de conocerla y lograr componer el personaje.
—¿Cómo reaccionaste cuando te convocaron para formar parte del elenco?
—Me enteré a través de la directora de casting y su asistente, que me llamaron para que audicione. Me puse demasiado feliz. Lo había escuchado durante toda mi adolescencia y me parecía increíble poder ser parte de la historia.
—¿Cómo fueron esas primeras audiciones?
—Con Rodrigo (Romero) conectamos muy rápido los dos. Las escenas salieron muy bien y me fui súper contenta. Me confirmaron un mes después. En ese tiempo, prendí velitas por primera vez para que saliera el proyecto. Me convertí en cristiana por un día.
—¿Cómo fue el encuentro con Patricia?
—¡Muy lindo! Ella fue muy generosa, me abrió las puertas de su casa y de su corazón. Instantáneamente nos miramos y no podíamos creer el parecido que tenemos. Nos tomamos mil mates, hablamos un montón. Más que conocer todo su vínculo con Rodrigo, que eso iba a estar contado en la película, me interesaba conocerla a ella. Cómo había sido su infancia, su adolescencia, su crianza, y cómo había sido ella con sus vínculos amorosos. Más que nada, para armarle como una casita al personaje y entender por dónde venía, para componerlo de la mejor manera posible. Y Patricia fue súper generosa, nos divertimos y nos contamos muchas anécdotas.
—¿En qué detalles o gestos de Patricia te basaste para interpretarla?
—Después del encuentro, me moría de ganas de copiar algo de su gestualidad, de su forma de hablar o de sus cosas físicas. Pero lo hablamos con la directora Lorena Muñoz y me dijo: 'A mí me gusta que hagamos nuestra propia Patricia. Me parece genial que se hayan juntado, pero no quiero que cambies tu forma de hablar porque tu tono de voz me encanta. Tampoco quiero que cambies lo gestual porque lo que hiciste en los castings y los ensayos me está encantando'. Así que hicimos una Patricia ficcionada sin copiar mucho, sino que tomamos su historia de vida y la interpretamos.
—Entonces, ¿cuánto y cómo trabajaste para la composición de su personaje?
—Trabajamos mucho junto a Lorena y el quipo de casting, la gente de vestuario y caracterización ya que usé una peluca. También con Rodrigo… A través de los ensayos fuimos armando toda la historia y fue súper lindo. Trabajamos desde marzo, tuvimos varios encuentros y fue un trabajo en equipo, que es lo más importante. El parecido con Patricia ayudó bastante así que tampoco hubo mucha modificación al respecto.
—¿Cual fue la reacción de ambas cuando notaron su parecido?
—Lo que más me impresionó es que Ramiro -el hijo de Patricia Pacheco y Rodrigo Bueno- es bastante parecido a mi hermano. Tenemos rasgos muy parecidos. Claramente mi familia y la familia Pacheco-Bueno nos parecemos bastante y es medio una casualidad eso también. Porque yo era morocha pero no tenía flequillo y cuando me lo corté, notamos el parecido, no es que alguien me lo había marcado antes. De hecho, cuando me convocaron para el casting, ser parecida a Patricia no era lo primordial.
—¿Qué te dijo Patricia cuando vio la película?
—Me dijo que le gustó mucho, que estaba muy contenta. Y que obviamente hay cosas que no fueron exactamente así, pero por suerte algunos sabemos que esto es una película y que no representa todo tal cual fue, sino que es una adaptación de la vida de Rodrigo. Patricia eso lo entendió perfecto y pudo disfrutar de la peli.
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