"Concéntrense, chiques, es hora de recordarle al mundo quiénes somos", puede leerse en los subtítulos. Lo dice uno de los personajes de la serie Pose, que desembarcó en América Latina la semana pasada y ya impacta por su nivel de producción y su intención, según sus realizadores, de ser "la serie más diversa de la historia".
Transgresora, la realización de Ryan Murphy -creador y pionero con grandes hitos televisivos como Glee, Popular y American Horror Story, entre otras- pareciera ir por ese camino: el del respeto por la diversidad sexual y la búsqueda de la visibilidad.
En este sentido, para el público latinoamericano la apuesta es todavía mayor: según informó Fox Premium, la señal que exhibe la serie, optaron por el desarrollo especial de subtítulos "para dar visibilidad a todas las identidades presentes en conjuntos mixtos de individuos".
La búsqueda de lo no binario se traduce, en la palabra escrita, con la letra "e" en reemplazo de la forma gramatical masculina que se usa generalmente. Es por eso que en el subtítulo aparece, por ejemplo, la palabra "chiques" en lugar de "chicos" cuando los personajes se refieren a un grupo diverso.
Lo mismo ocurre con los pronombres: cuando alguien dice "they" (ellos en inglés), en la pantalla se lee "elles".
Algo similar ocurre en Brasil y los subtítulos en portugués de los ocho episodios del programa, que los usuarios de toda Latinoamérica pueden ver completo si cuentan con acceso a la app de la señal.
"El mensaje de inclusión, diversidad y aceptación llega, de esta manera, también a la forma de comunicación. No se tratará de ellas o ellos, sino de todes elles", informó Fox Premium en un comunicado.
BAILE Y RESISTENCIA
Pose, que se estrenó en junio en los Estados Unidos y ya se confirmó que tendrá una segunda temporada, impactó al público en todos los sentidos. De hecho, fueron varios los expertos que aseguraron que una apuesta así "promete hacer historia".
Además de contar "con el mayor elenco de actores transgénero en papeles centrales y con el mayor número de actores LGBTQ que hayan participado nunca en una serie de ficción", según repiten las crónicas periodísticas de varios diarios del mundo, la tira transcurre en un ambiente muy especial de los 80: la de la llamada cultura ball neoyorkina.
Ese movimiento contracultural y under surgió por aquellos años en tiempos de discriminación a diversos grupos sociales, integrados por personas trans, gays, latinos y afroamericanos que confluían en las balls y sus competencias de baile como una suerte de lugar de resistencia y celebración.
"Sí, es una historia de lucha –con la explosión del sida como una sombra constante– pero se concentra en las aspiraciones de sus personajes. Es honesta, optimista y divertida, diseñada de manera impactante", señala una de las reseñas que publicó el diario The New York Times ante el estreno de la serie.
Los interesados en indagar en este mundo también pueden encontrar más elementos en el documental Paris Is Burning (1990) dirigido por Jennie Livingston y disponible en Netflix.
Allí, además de mostrarse imágenes de las competiciones de baile, hay entrevistas con los personajes más destacados de aquel movimiento.
En tanto, casi como una cita a la cultura ball y la influencia que tuvo en su carrera, otra referencia ineludible es el videoclip Vogue de Madonna, dirigido nada más y nada menos que por David Fincher en 1990 (otro documental insoslayable, en este sentido, es Strike A Pose, también disponible en Netflix, que cuenta los entretelones de la impactante gira Blond Ambition World Tour de la cantante y la historia de los bailarines que la acompañaron).
EL CEREBRO DETRÁS DEL FENÓMENO
El artífice de este mundo lleno de color –y de esperanza, en algún sentido– es el realizador Ryan Murphy, el hombre detrás de producciones disruptivas y a la vez exitosas como Popular, Glee y Nip/Tuck, entre otras.
Tal como lo definió recientemente el diario español El País, se trata de un director muy particular, "el creador de un universo televisivo en donde los armarios están para salir de ellos y los techos de cristal para romperlos".
"A él le gusta normalizar desde lo estrambótico. Es desde hace más de una década el gran prescriptor del medio; un permanente fenómeno viral en las cada vez más caóticas parrillas televisivas. En sus manos, las series de culto se convierten en puro mainstream. Y casi todas sus ideas, hasta las más disparatadas, llegan a ser tendencia", describió el diario con justicia.
Para Pose, la producción hizo un amplio casting que duró seis meses y del que surgieron algunos de los personajes centrales –en su mayoría, personas trans- como MJ Rodriguez (Saturday Church), la modelo oriunda de Tobago Dominique Jackson, la modelo y actriz Indya Moore, Hailie Sahar (Mr. Robot) y Angelica Ross (Claws), entre otros.
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