El chat se inicia como cualquier otra conversación. Un "Hola" de un lado; un "Hola" del otro. "¿Nos conocemos?", le dice él. "No creo. Vos me agregaste", contesta ella. "Es una pregunta: ¿querés que nos conozcamos?". "Ah, jajaja. ¿En carácter de qué?". "De tomar algo y conocernos". "No lo veo posible, sorry".
Entonces el "Okey" amistoso de Marcos Orellana , músico de Onda Vaga, muta de inmediato: su aceptación pasa a ser una inquisición. "¿Para qué me preguntás 'En carácter de qué'? ¿Qué esperabas que te diga? ¿O es una pregunta nueva que aprendiste?", increpa". Ella le pide disculpas: "Es que me desconcertó la propuesta", se excusa. Orellana insiste: "Yo tampoco esperaba esa pregunta: '¿En carácter de qué?', para después decir 'No, sorry'".
La charla se diluye, queda claro que el encuentro no se producirá. El chat es de agosto de 2012. Seis años después, en abril de 2018, ella vuelve a conversar con el músico: "Cuando me escribiste todo esto, yo era menor de edad". Orellana pide perdón: "Nunca abusé de nadie, no te confundas. Nunca estuve con una menor. No sabía que eras menor. Fui un cancherito de mierda y no tuve tacto", le dice, entre otras cosas, en un extenso descargo.
Este diálogo (con sus correspondientes capturas de pantalla) forma parte de uno de los 20 testimonios que en pocas horas se volcaron en el blog Denuncias Onda Vaga, dispuesto para que otras mujeres —de forma anónima— cuenten "los abusos físicos y/o psicológicos y emocionales" que habrían sufrido "de parte de integrantes de la banda". En la mayoría de los casos, como el caso citado aquí arriba —el "Testimonio 15″—, las víctimas eran adolescentes.
Aquella conversación virtual no propició un encuentro, pero en otras situaciones contadas en el sitio sí lo hubo. "Él tomó un poco de vino y se puso detrás mío, me corrió el pelo hacia un costado y me empezó a besar parte del cuello y la nuca —recuerda una joven, hablando de otro de los músicos, en un relato muy explícito—. Le pedí que se corra pues su barba me daba cosquillas pero él seguía, me levantó la remera, me desabrochó y sacó el corpiño y me dejó tirada en su cama. Quedé debajo de él. En un segundo todo se oscureció. Se puso violento, me forzó a tener relaciones, me tiró del pelo y lastimó algunas partes de mi cuerpo (…). Me dolió, lloré y no le importó".
También se describen escenas de abuso sexual en el reservado de un boliche, hay una denuncia de violencia de género contra Marcelo Blanco de parte de una ex novia, en marzo de 2012, y se registran acosos por redes sociales, entre otros excesos que habrían sido cometidos por los músicos de Onda Vaga.
En estos días de gira por Europa, la banda todavía no se manifestó al respecto. Tiempo atrás, una situación similar —denuncias de abuso—enfrentaron otros grupos de rock, como Pez. En este casos los músicos terminaron reconociendo que mantuvieron relaciones sexuales con las mujeres que los habían acusado.
Aquí, los testimonios 15 (con los chats como prueba), 16 y 17 del blog Denuncia Onda Vaga:
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