Moria Casán lo felicitó por su paternidad desde la pantalla de Intrusos, por América, cerca de un mes atrás. Y desde ese momento Fernando Ramírez (53) no dejó de recibir llamados de parientes y amigos que todavía no sabían que su novia, la modelo Cata Benelli (23), estaba embarazada. ¡Y de seis meses!
"Yo no quería que esto trascendiera porque todavía estoy tramitando el divorcio con mi ex mujer —confesó Fernando, en diálogo con Teleshow—. Por eso, al principio se lo habíamos contado solo a la familia y a la gente más cercana. Pero cuando Moria hizo explotar la bomba en televisión, no me quedó más remedio que salir a anunciarlo".
El humorista, que le lleva ni más ni menos que 30 años a su novia, contó que tendrá una nena. "Supimos el sexo a los tres meses de embarazo porque hicimos un estudio de cromosomas. Así que le vamos a poner de nombre Cata, así, sin el 'lina', porque el nombre real de mi mujer es Catalina", explicó Ramírez.
La historia de amor de Fernando y su novia comenzó a principios de 2017, cuando ambos se conocieron trabajando Más tarde imposible, programa de C5N. Y en octubre comenzaron la convivencia. Sin embargo nunca imaginaron que ella quedaría embarazada tan rápido, y que finalmente Fernando se convertiría en papá por primera vez.
"Al principio la noticia me sorprendió. La verdad es que no fue un embarazo buscado. Pero toda la vida quise ser padre y siempre tuve una relación muy especial con los chicos. Así que estoy feliz por la llegada de esta beba", aseguró el actor, quien espera que su hija nazca para fines de diciembre.
Aunque una vez que supieron la feliz noticia, se toparon con un contratiempo: "El problema era avisarle a la familia, porque hasta ese momento muchos no sabían que ya estábamos viviendo juntos. Así que tuvimos que contárselo al padre de Cata, Guillermo, que tiene solo un año más que yo, y a la madre, Pato, que tiene un año menos que yo y, como vive en Panamá, todavía no me conocía…".
Pero Fernando y Cata entendieron que el problema más grande terminó siendo aquel que ellos se hicieron en sus cabezas, antes de hablar con Guillermo y Pato. "Después del impacto inicial los dos se pusieron chochos de la vida con su abuelazgo. La madre de Cata se la pasa comprando cosas para la nena, y con el papá, comemos todos los domingos en familia. Así que estamos todos felices y ansiosos por que llegue la beba", concluyó Ramírez, que es pura ilusión.
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