Pocas cosas les generan más vergüenza a los jóvenes que los comentarios que sus padres realizan en sus posteos en las redes sociales. Puede sonar injusto, descortés, triste y hasta —si se nos permite— malagradecido. Pero del mismo modo, innegable: es la realidad. Por caso, quizás Oriana Sabatini no deseaba que su mamá, Catherine Fulop, dejara su huella en una publicación que le dedicó a su novio, Paulo Dybala.
Sucede que el futbolista se encuentra en Italia, siendo una de las estrellas de la Juventus que cuenta con un tal Cristiano Ronaldo entre sus filas. En pleno desarrollo del campeonato, el delantero no puede alejarse de Turín. Al mismo tiempo la cantante debe permanecer en Buenos Aires, preparando el que será su show en el teatro Vorterix, este viernes 28 de septiembre.
Ahora bien, los dos cuentan las horas para volver a verse, claro. Por eso Oriana tomó una hermosa foto que le sacaron con Paulo, donde se la observa dándole un beso a su pareja (¿o mordiéndole los labios?), y escribió en su cuenta de Instagram: "A vos te amo y te extraño un poco". ¿La respuesta del jugador cordobés? El emoji de un corazón. No hace falta más.
"Por cómo soy yo, es el mejor tipo de relación que me podría haber tocado —le confesó a Teleshow la sobrina de Gabriela Sabatini—. Mucha gente dice que es re difícil una relación a distancia, pero también es re difícil convivir. Lo que tiene la distancia es que no sabés cuánto tiempo te vas a ver con esa persona, cuándo es la última vez que se verán, o la próxima. Entonces, aprovechás todo al cien por ciento".
Quien había puesto sus reparos sobre este noviazgo fue la propia Catherine, llegando a bromear con la posibilidad de boicotearla. Se entiende: la actriz se espanta ante la chance de que su hija mayor se establezca en Italia para —pese a lo conveniente que le resulta esta relación lejana— probar la convivencia. "No, no, de ninguna manera. Lloro, lloro. Cuando ella me lo planteó hubo algo en mi corazón que fue… ¡Guau! Pero uno tiene que soltar", respondió Fulop, consultada sobre esta posibilidad. Y suena entendible: la venezolana sabe de desarraigo, viviendo todavía su madre en su país natal.
A pesar de lo dicho, Cathy respondió al posteo de Oriana besando —o mordiendo…— a Dybala. ¿Qué escribió? "Qué bellos juntos…", acompañando su definición con una carita enamorada. Porque a fin de cuentas, para una madre la felicidad de su hija es la suya propia. Cueste lo que cueste, tanto desarraigos como resoplos por los comentarios inoportunos.
SEGUÍ LEYENDO