El Festival Internacional de Cine de San Sebastián ya está en pleno desarrollo, con cuatro jornadas en donde el cine argentino sigue siendo protagonista de esta 66° edición, con nada menos que catorce títulos distribuidos en todas las secciones de la muestra. Pero si la cifra llama la atención por la numerosa representación nacional, el récord que se desprende de esta lista está marcado por las seis directoras que presentan sus películas en tierras vascas.
En un momento en donde las mujeres dan pelea para alcanzar la igualdad de derechos en todos los ámbitos, el cine es otro de los sectores del debate, en tanto la actividad sigue dominada por los hombres. Es por eso que cobra una relevancia para nada menor que cinco directoras argentinas estén presentes en España, probablemente el país con más realizadoras en el festival y que en las diferentes proyecciones y presentaciones han sumado aplausos y reconocimiento.
Comenzando por la sección Horizontes Latinos -en donde compiten los films latinoamericanos más relevantes del año-, María Alché, la actriz recordada por su papel en La niña santa de Lucrecia Martel, debuta como directora con Familia sumergida protagonizada por Mercedes Morán, que debe transitar el duelo por la pérdida de un ser querido durante un verano asfixiante en Buenos Aires.
También con Morán, esta vez junto a Gustavo Garzón, se presentó Sueño de Florianópolis de Ana Katz (El juego de la silla, Una novia errante, Los Marziano), una comedia sobre una pareja que decidió separarse pero antes emprende un viaje familiar a Brasil.
La cordobesa Inés Barrionuevo (Atlantida) participa en el apartado Nuevos Directores con Julia y el zorro, una historia también signada por una pérdida, en donde una ex actriz y su hija deben encontrar la manera conectarse e intentar volver a formar una familia.
El protagonismo de las mujeres argentinas detrás de las cámaras se completa con dos películas incluidas en la sección Zabaltegui -dedicada al cine más arriesgado de todo el mundo-, Teatro de guerra de Lola Arias, una reflexión sobre el conflicto de Malvinas protagonizada por ex combatientes argentinos y británicos; y por último se espera con expectativa la proyección de Las hijas del fuego de Albertina Carri (Los rubios, Cuatreros, La rabia), una revulsiva mirada sobre el cuerpo femenino, con un relato anárquico que fluctúa entre el ensayo y la pornografía. Habrá que ver cómo será recibida por el público de San Sebastián.
Fuerte presencia argentina en Biarritz
A menos de 50 kilómetros de San Sebastián pero ya en territorio francés, ayer comenzó la 27º edición del Festival de Biarritz Amérique Latine, en donde la Argentina también tiene una fuerte presencia, con varias películas nacionales en ficción, documentales y cortos, aunque sin duda hay que destacar el riesgo que asumió la muestra francesa al programar La flor, el kilométrico film de Mariano Llinás que dura nada menos que catorce horas y que se verá en tres partes.
La película de Llinás compite por el premio mayor de Largometrajes de Ficción en Biarritz junto a Malambo, el hombre bueno, de Santiago Loza. Por el lado de los documentales la Argentina está presente con Teatro de guerra (Lola Arias), Años luz (Manuel Abramovich sobre el cine de Lucrecia Martel) y Buenos Aires al Pacífico (Mariano Donoso),todas ellas aspirantes al galardón principal de la categoría.
Cabe destacar que La noche de 12 años de Álvaro Brechner con el Chino Darín, que inauguró el festival, acaba de ser elegida por Uruguay para los próximos Oscar y es una coproducción con Argentina y Francia.
Por Hugo Fernando Sánchez, desde San Sebastián
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