El Martín Fierro de Cable 2018, por dentro: la indiferencia de Pampita y sus amigas, el show de Flor de la V, la soledad de una figura

La fiesta del Hotel Panamericano se vivió como un encuentro de amigos. Y Teleshow tuvo acceso a todo aquello que no mostró la transmisión televisiva

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Fabián Medina Flores sotiene el Martín Fierro de Cable a “La Jaula de la Moda” (Christian Bochichio)
Fabián Medina Flores sotiene el Martín Fierro de Cable a “La Jaula de la Moda” (Christian Bochichio)

La idea era que, teniendo en cuenta el paro nacional que comenzaba a partir de la medianoche, la 24° entrega de los premios Martín Fierro de Cable a la producción 2017 terminara alrededor de las 23. Por eso, había que apurar los trámites. Y así fue: poco antes de las 21 las azafatas obligaron a los invitados a dar por terminados sus saludos para sentarse a sus mesas, y que Horacio Cabak y Gabriela Sobrado —los conductores— pudieran comenzar con la ceremonia que terminó consagrando al programa A dos voces, con el Oro.

Las estrellas. Las dos mesas principales tenían en Flor de la V y los integrantes de La Jaula de la Moda en una, y en la otra, a Pampita Ardohain y a sus amigas, Angie Balbiani y Barbie Simons, compañeras en la primera temporada de Pampita Online. La primera fue, sin duda, la más divertida de la noche, ya que sus integrantes no pararon de reír y hacer bullicio desde que comenzó el evento. Pero la segunda, en tanto, no pareció estar pasándola tan bien, ya que sus integrantes casi ni levantaron la vista de sus teléfonos celulares.

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El menú. Rico, aunque escaso, el menú estuvo compuesto por amuse bouche, una entrada de Tibio Brie a la plancha con chutney de tomates ahumados y frutos secos, un plato principal de Sirlon Steak en cocción lenta con vegetales orgánicos glaseados, y un postre de Sopa de rosa mosqueta con cremoso de mascarpone y pan de especias. Todo exquisito, si bien la mayoría de los invitados lo tuvieron que completar con un poco de pan para no quedarse con hambre…

Cuestión de espacio. Con la cocina en un salón continuo, los mozos debieron ingeniárselas para poder pasar entre las mesas, que estaban muy pegadas unas de otras. Lo mismo les sucedió a los camarógrafos y hasta a los ganadores, que a veces no sabían cómo hacer para poder llegar al escenario.

A lo diva. Después de destacarse como la reina de su mesa y compartir una larga charla con Coco Fernández, De la V fue una de las primeras en retirarse del evento. Pero lo hizo como por arte de magia y sin que nadie se diera cuenta.

Flor de la V (Christian Bochichio)
Flor de la V (Christian Bochichio)

Novia fugitiva. A Pampita justo se le ocurrió salir de la fiesta cuando se estaba entregando el último premio de la noche y todos los reporteros habían entrado para cubrir el momento del Oro. Así que quedó prácticamente encerrada entre las cámaras. Y aunque los micrófonos la siguieron hasta la puerta del hotel, no quiso decir ni una sola palabra de su nueva relación con Polito Pieres.

Siempre diosa: el estilo de Pampita (Foto: Instagram)
Siempre diosa: el estilo de Pampita (Foto: Instagram)

Solito y solo. Aunque tenía una habitación a su disposición en el hotel, Mariano Caprarola se quejó de que no tenía con quién compartirla. O por lo menos, no hasta que terminó la fiesta…

Como en casa. Las más relajadas de la noche fueron las chicas de Las Rubias + 1. Con Marcela Tinayre a la cabeza, las mujeres se divirtieron en una charla amena como si estuvieran cenando en el comedor de sus casas y no les importara en lo más mínimo ganar o perder una estatuilla.

Sin souvenir. En entregas anteriores, los invitados acostumbraban a llevarse los centros de mesa a modo de recuerdo. Pero en esta oportunidad los mismos eran jarrones de vidrio con flores artificiales puestas en agua, así que a ninguno le dio como para salir del hotel con uno de ellos en la mano…

¿Y los beodos? Quizá la necesidad de agilizar la entrega para terminar antes de la medianoche hizo que ningún invitado tuviera tiempo suficiente como para beber alcohol demás. Así que, a diferencia de otros años, no hubo nadie que se retirara tambaleante por la alfombra roja.

Lo bueno, si breve… Y así fue como, antes de que alguien se convirtiera en calabaza, se dio por terminado un evento que, sin estrellas destacadas ni homenajes rimbombantes, pareció más de reunión de amigos que de otra cosa. Pero que los presentes pudieron disfrutar casi como si no hubieran estado las cámaras.

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