Mientras se repone de una lesión en un pie para debutar en la pista del Bailando por un sueño francés -tiene pautado estar en Danse avec les stars a partir del 29 de septiembre por la señal TF1- Pamela Anderson se ve obligada a hablar una y otra vez de uno de los momentos más álgidos de su trayectoria.
Ocurre que cada vez que la ex protagonista de Baywatch es entrevistada por los medios de comunicación no falta el periodista que insiste en hacerle recordar un episodio que la llevó a ser el comentario de miles de personas alrededor del mundo: la increíble filtración del video sexual que grabó con quien era su marido en 1995, el rockero Tommy Lee, y que se convirtió, con los años, en el más popular de esa particular especie de todos los tiempos.
Antes de que existieran las redes sociales, los portales de noticias del espectáculo, la viralización masiva y los affaires instantáneos, las imágenes íntimas de la actriz y el músico durante su luna de miel arriba de un yate llegaron a ser vistas por miles.
"Creo que llegué a estar en el Libro Guinness de los Récords con el vídeo más descargado de la historia. Y lo peor de todo es que fui una pionera en ese sentido, inicié una tendencia que ha servido para que muchas chicas salten a la fama. Algunas de ellas son muy dulces y sé que me admiran, pero jamás deberían haber hecho algo así, es denigrante" , dijo la actriz recientemente al portal de noticias The Blast.
La actriz prefirió entonces no dar más indicios, pero la verdadera trastienda detrás de la difusión de aquella grabación casera de una de las parejas más explosivas de los '90 se pudo reconstruir recién dos décadas después de aquel escándalo.
Una historia que incluye armas, un electricista furioso y una venganza muy particular.
UNA PAREJA MUY PARTICULAR A comienzos de los '90 Pamela Anderson era la modelo de tapa de varias revistas. Exuberante, llamativa y súper sexy, después de haber sido una chica Playboy en más de una ocasión, en 1992 fue convocada a participar como una de las guardavidas de la serie Baywatch.
En poco tiempo, su trote en cámara lenta por la playa, con su emblemático traje de baño rojizo que usaba para encarnar a la bañera C.J. Parker, se convirtió en un ícono estético que marcó aquella época y despertó las fantasías sexuales de millones de televidentes.
En paralelo, el músico Tommy Lee era sinónimo de rock. Uno de los fundadores de la banda hard Mötley Crüe, se destacaba con la batería y por su vida siempre al límite, entre excesos, giras y salidas nocturnas eternas.
En la noche de año nuevo de 1995, la actriz y el baterista coincidieron en un boliche de Los Ángeles. Sin embargo, sería unos meses después cuando se habría dado el verdadero "flechazo".
En febrero de 1995 Anderson estaba en Cancún, México, por trabajo y el músico decidió ir a verla.
El romance fue imparable. Tres días después, y de manera abrupta, decidieron casarse, como no podía ser de otra manera, en la playa.
No podían faltar excentricidades ni detalles curiosos en esta boda, a la que apenas pudieron asistir ocho amigos: la novia usó una bikini blanca en lugar del clásico vestido y la pareja no intercambió las típicas alianzas. Cada uno se hizo un tatuaje en el dedo anular con el nombre del otro.
Por aquellos días tampoco hubo un gran despliegue ni una fiesta fastuosa y los recién casados prefirieron celebrar en la intimidad.
Fue durante aquellos días, que también se convirtieron en una suerte de luna de miel abrupta, que se grabaron teniendo sexo, sin sospechar que aquellas imágenes formarían parte, con los años, de uno de los videos eróticos más codiciados y de mayor circulación de todos los tiempos.
EL PRINCIPIO DEL FIN Ya de regreso en los Estados Unidos, la pareja decidió planear la vida juntos. Entre otras cosas, se pusieron a refaccionar una impactante mansión en Malibú, California, donde pensaban pasar el resto de sus vidas.
Según la revista Rolling Stone, que en 2014 reconstruyó la historia, la pareja gastó "una cantidad obscena de dinero para construir una especie de paraíso hedonista cubierto de vidrios con formas de corazones y puertas de hierro, un cuarto de almohadones, un estanque, un mural de 20 pies de alto del cielo y el infierno en el eje del ascensor y un columpio de 30 pies en el living", entre otras cosas.
"Básicamente, lo convertimos en un enorme patio de juegos para adultos", escribió el propio Lee en su libro de memorias Tommyland.
Pero el trabajo de los obreros que participaron de aquellos arreglos fue difícil. Anderson y Lee eran algo caprichosos y nada los conformaba: protestaban por nimiedades, se quejaban por los costos de los materiales y se dirigían con malos modos a los trabajadores.
Uno de los que tuvo que padecer los maltratos de la pareja fue el electricista Rand Gauthier, quien harto, decidió abandonar aquella casa y comenzar a tramar una venganza.
Un día después de tomar la decisión, Gauthier fue a llevarse sus herramientas de trabajo y se cruzó con el rockero furioso. Según relató años después, el músico le apuntó con un arma.
Indignado, el electricista aceleró sus planes. Según contó a Rolling Stone-que entrevistó al electricista en exclusiva- Gauthier pasó todo junio y julio de 1995 preparándose para dar un gran golpe: se metería a la mansión de los artistas y robaría todo lo que guardaban en su caja fuerte.
"Gauthier dice que pasó todo el verano de 1995 preparándose para el atraco, manejando por el frente de la casa de los Lee por varias noches sentado y espiando, esperando hasta las tres o cuatro de la mañana", detalló Rolling Stone.
Pocos días antes de Halloween, el electricista decidió llevar adelante su plan.
"Los detalles sobre lo que ocurrió exactamente la noche del robo son por lo menos incompletos, dado que Gauthier parece querer mostrarse como un hombre rudo", apuntó el medio estadounidense.
Según relató, el electricista logró fácilmente ingresar de noche, cerca de las 3, a la mansión. Lo hizo camuflado con un saco de piel blanco, para que las cámaras de seguridad que él mismo había instalado semanas antes no registraran con claridad su imagen.
En la casa estaba la pareja durmiendo, pero nadie pudo escuchar los movimientos de Gauthier, que se movía por un terreno conocido.
El hombre llegó a desconectar el sistema de seguridad y dar de inmediato con una caja fuerte, que arrastró hasta el garage.
Allí, como las paredes estaban cubiertas con un material que protegía al sitio acústicamente porque ese era el lugar donde Lee guardaba sus equipos de música y tocaba de vez en cuando la batería, el electricista encontró refugio por unos momentos.
Luego pudo salir del lugar y arrastrar la caja hasta su furgoneta, con la que escapó a toda velocidad.
Cuando Gauthier pudo abrir la caja de seguridad, entre fotos familiares, joyas y un costoso reloj, descubrió adentro un elemento inesperado: allí la pareja Anderson-Lee también atesoraba el video erótico que había registrado durante sus primeros días de matrimonio.
Se trataba de un material audiovisual de alrededor de una hora que, por la enorme popularidad de los involucrados, valía oro.
Gauthier primero contactó a grandes jugadores de la industria del porno de California para ver cómo se podía comercializar ese material. Y contaba con un mundo que recién comenzaba a surgir: internet.
Hacia 1996, "apenas 25 millones de estadounidenses y 40 millones de personas alrededor del mundo tenían acceso a internet. Pero la web, con sus transacciones aparentemente anónimas, parecía el mercado negro perfecto para llevar la cinta a los consumidores", detalló Rolling Stone.
El video sexual de Anderson y Lee se popularizó en cuestión de días, lo que provocó un gran revuelo mediático. Entonces, la pareja decidió actuar y contratar a un detective privado para investigar quién estaba detrás del robo en su domicilio y la filtración de sus imágenes privadas.
Pero, pese a cualquier esfuerzo, la circulación de aquel momento íntimo de la pareja era imparable.
Pamela Anderson calificó recientemente al escándalo del video como "una de la situaciones más embarazosas" de su vida
Pese a que los artistas intentaron llevar la cuestión a la Justicia –de hecho consiguieron demandar a una empresa distribuidora de internet y ganarle más de un millón de dólares-, finalmente se rindieron y cedieron los derechos del video casero más popular de todos los tiempos a una empresa, para que lo comercializara de manera legal.
Pamela Anderson, en una película que grabó durante 1996 (Getty)
Más de 20 años después, las imágenes eróticas de aquella pareja famosa siguen siendo recordadas. De alguna manera, aquel affaire inauguró un nuevo tipo de escándalo y las filtraciones de imágenes íntimas se convirtieron en moneda corriente.
Pamela Anderson, que tuvo dos hijos con Tommy Lee y se divorció del músico en medio de un escándalo que incluyó un juicio por violencia doméstica, todavía recuerda compungida aquel episodio.
"Es que Tommy y yo lo grabamos absolutamente todo, estábamos completamente desnudos. Y alguien se hizo con ese material, le puso un título algo denigrante y lo difundió por todo el mundo. Fue uno de los episodios más embarazosos de mi vida", dijo recientemente.
"Fue devastador en todos los sentidos, pero sobre todo para nuestro matrimonio. Fue muy difícil para mí superar una experiencia así, y también lo fue para mi familia, para mis hijos, para todos los que me conocen. Fue muy duro", concluyó.
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