"Hace un año había vuelto de un viaje largo con amigas a Europa y se acercaban los primeros parciales del último cuatrimestre de la carrera. Estaba con la cabeza en otra, siempre en la búsqueda de algún trabajo por el lado artístico, pero también quería terminar la facultad".
Unos meses más tarde, en diciembre de 2017, Stefanía Roitman se recibiría de licenciada en Economía Empresarial en la Universidad Torcuato Di Tella, a la que ingresó gracias a una beca y a que mantuvo el promedio que le pidieron para que pudiera estudiar allí. "También quería ver qué pasaría en el 2018, era de mucha incertidumbre", cuenta a Teleshow.
Ya con el título en la mano, Stefi no llegó a ejercer porque la convocaron para ser parte de Simona, la ficción que protagonizaron Ángela Torres y Gastón Soffritti. Con él tiene una historia aparte: lo conoció en 2014 por un amigo en común, coincidieron en un boliche, se besaron y no volvieron a verse hasta aquel día en los estudios de Pol-ka.
"Yo sabía que él iba a ir, me gustaba como hombre, me parecía lindo porque es hermoso, pero tampoco lo tenía idealizado. Si pintaba un beso, pintaba. Y pintó. No lo volví a ver hasta la prueba de cámara antes de empezar las grabaciones", detalla la actriz.
El amor después del amor. "Con él tuve la mejor, pero no hablamos ni hicimos referencia a que nos conocíamos. Era tabú. Lo aclaramos dos meses después, que me dijo: 'Nosotros en 2014…' como haciéndose el boludo. Y yo me hice más la boluda porque no quería ni hablar del tema. Cuando rompimos esa barrera ya había mas confianza y terminamos enamorándonos", desctaca quien toma clases de danza hace varios años.
Stefi se mudó hace un mes sola, se fue de la casa de sus padres, reconoce que la cocina no es su fuerte y que el actor la ayuda y le sugiere platos y recetas. "Estar con una persona como Gastón, que tiene los pies sobre la tierra y que es súper bueno y contenedor, me ayuda un montón a tener la cabeza en paz y me hace tomar las cosas con calma", agrega y aclara que todavía no tienen proyectos de convivencia.
Además del papel en Simona, Stefanía recibió la propuesta de reemplazar a Flor Vigna en la conducción de Tenemos wi fi, el ciclo en el que ahora está al frente junto a Nicolás Occhiato por la pantalla de KZO y que a partir de octubre se verá por Net TV. "No esperaba esta realidad", confiesa sobre su presente.
"Nunca dejé de moverme. Eso es lo que siempre quiero transmitir: hay que seguir remándola, que en algún momento todo trae su fruto. Si uno le pone amor y dedicación, las cosas se van dando y así fue. Algo mágico, que se agradece mucho", asegura la actriz que fue la villana Lula en Simona y que terminó con una romántica historia de amor con el personaje de Soffritti.
—Además de actriz, sos conductora y muchas marcas te eligen como modelo. ¿En qué rol te sentís más cómoda?
—Lo que más me gusta y me apasiona es actuar, pero me estoy dando cuenta que me gusta conducir, me divierte muchísimo y puedo seguir aprendiendo y perfeccionándome en eso. Está bueno seguir creciendo y abriendo puertas. Es un descubrimiento.
—¿Te gusta el papel de villana?
—Me encantó hacer a Lula (su papel en Simona). Me divertí y aprendí mucho. Siempre hice personajes más naíf, tiernos, o para chicos más chicos. Era un desafío para mí tratar de mostrar otra cara. Yo soy muy risueña y creo que estuvo bien porque la gente en la calle no me decía cosas lindas.
—¿Cómo fue el impacto con el cambio que tuviste entre este año y el año pasado?
—En cierto punto, mi vida sigue siendo igual. Obviamente todo el contexto atraviesa. Es imposible que no te afecte el cambio y la revolución de lo que pasó con Simona, tanto en la calle o en las redes sociales. Incluso con gente conocida, como amigos o personas de tu propio entorno, que te empiezan a ver de otra manera y hablan de los cambios.
—¿Te llamaron del Bailando? ¿Te gustaría ir?
—Me preguntaron si me gustaría participar, pero no recibí ninguna propuesta formal. Mi respuesta es que me parece algo divertido porque a mí me encanta bailar, además del trabajo de producción que hay, el hecho de tener un coach, un partenaire… Es como una escuela, un disfrute, más allá del lado B, que es un reality. No sé cómo sería, pero no lo descarto. Tendría que analizarlo en el momento y en ese contexto.
—¿Te gustaría participar con Gastón o con un bailarín?
—Gasti ya estuvo y dijo que no volvería. Así que con él, seguro que no.
—¿En qué aplicás la Economía empresarial a tu vida?
—Tengo el título pero nunca ejercí. No me veo trabajando en una oficina nueve horas. Aunque, nunca se sabe porque el trabajo siempre es bienvenido. De todas maneras, el orden, la contabilidad y administración lo llevo en la sangre.
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