"La mamá de… ¡La suegra de (Nicolas) Cabré!", se corrigió al aire Marcelo Tinelli al momento de anunciar a Inés Stork para leerle su voto secreto, el que determinaría su suerte tras el primer ritmo del Bailando 2018. Porque todo sucede así de rápido en la farándula. Un día cualquiera, Inés es una vecina más de Mataderos. Al otro logra su lugar en el programa más visto de la tevé a través de una hija famosa (Laurita Fernández, claro). Y una semana más tarde tiene un yerno famoso. "¡¿Viste Marcelo cómo cambia todo?! Es como el dólar", se sinceró la señora.
Así las cosas, el creador de ShowMatch quiso saber algo más sobre el protagonista —por partida doble— de Mi hermano es un clon: "¿Lo conoce a Nico?". "Lo saludé el día que estrenaron Sugar". "Ah, en el teatro… ¿Nunca fue a comer unos fideos a su casa?", indagó un Tinelli siempre efectivo en el ida y vuelta. "No, todavía no", lamentó Stork, siempre ante la mirada atenta y la sonrisa un tanto avergonzada de Laurita. "¡Qué lastima!", se sumó el conductor.
Y entonces, Inés habló de más: "Pero es del barrio". "No sé dónde vive Cabré. ¿Es de ahí?", consultó Marcelo. "Eh… No, ahora no vive más ahí. Pero se crió en Mataderos, y nosotros vivimos en Mataderos". Ahí mismo la jurado del Bailando se vio en la necesidad de interrumpir, sin que pasara un segundo más. "¡No importa dónde vive!", exclamó Laurita, provocando las risas de todo el estudio y la complicidad de Tinelli.
"Hacen linda pareja. A mí me gusta", cerró Inés, conciliadora, tal vez consciente que con ese dado podría haber ofuscado a Cabré. ¡Y cuidado con eso! Porque habida cuenta de que el actor no se llevaba nada bien con su suegra anterior (según declaró la propia mujer), estos detalles hay que manejarlos con la máxima precaución.
Al fin, el 9 de Florencia Peña le permitió a Stork superar el primer ritmo del Bailando. Ahora, se viene el Aquadance. ¿Irá a verla Nicolás?
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