El espectáculo despide hoy a Reneé Roxana Darín, una actriz de gran trascendencia que dio los pasos iniciales de una familia de artistas. Porque dos de sus hijos, Ricardo y Alejandra, y tres nietos (el Chino, Clara y Fausto Bengoechea), continúan con la senda que marcó esta figura que supo dejar su huella en cine, teatro, radio y televisión.
La Asociación Argentina de Actores, que justamente está presidida por Alejandra, informó a través de un comunicado el fallecimiento de Renée, de 87 años. Pero también fue Ricardo quien lo mencionó en su cuenta de Twitter de manera involuntaria, a partir del desafortunado comentario de una de sus seguidoras.
Reneé inició su carrera a los 21 años en un radioteatro (Y sin embargo hoy muero, de Radio El mundo, en 1952), luego de haber llegado al casting por casualidad. Pero el éter la atrapó, siendo protagonistas de infinidad de programas en distintas radios de Buenos Aires y también de Mar del Plata, adonde residió un tiempo. Y con su marido, Ricardo Darín, hizo Las aventuras del Zorro, en El Mundo.
Las tablas la vieron lucirse como actriz, debutando en Tu cuna fue un conventillo, y hasta como guionista de su propio unipersonal: se llamaba La madre de…, en clara referencia a la fama de sus hijos, quienes aportaron sus voces en off. Pero, claro, Roxana había adquirido vuelo propio décadas atrás, como cuando protagonizó la comedia musical Hello Dolly junto a Libertad Lamarque.
En televisión tuvo papeles en ficciones destacadas: Verdad consecuencia, Rincón de Luz, Por ese palpitar y Su comedia favorita, entre otras. Y en cine, La edad del amor, Pimienta y Pobre Mariposa, para despedirse en 2004 con Chiche Bombón.
Reneé se divorció de su esposo en 1969, en medio de una situación muy tormentosa. Incluso fue el propio Ricardo Darín quien le pidió a su padre que se fuera de la casa, según contó en una entrevista.
"Yo tenía 12 años, me paré frente a mi papá y le dije: 'Me parece que te tenés que separar'. Él me repreguntó: '¿Estás seguro?'. 'Sí, completamente. Ustedes dicen quererse, pero se llevan como el culo y estamos sufriendo todos. A él se le llenaron los ojos de lágrimas, me miró y me dijo: 'Bueno'. Lo que ocurría es que los dos sabían qué era lo que tenía que ocurrir, pero ninguno de los dos se atrevía a tomar la decisión", recordó el actor.
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