"Quiero seguir viviendo incluso después de mi muerte".
Ana Frank (1929-1945).
A sus 19 años, Zoe Hochbaum alcanzó el enorme desafío de interpretar a Ana Frank sobre el escenario. La obra fílmica teatral llamada La ventana del árbol y Ana Frank estrenó hace poco más de un mes para los estudiantes de primaria y secundaria, mientras que el jueves 6 de septiembre se presentará para todo el público a las 20 horas en la Usina del Arte.
La actriz se puso en la piel de la niña judía que se escondió durante casi dos años en el altillo de su casa de Ámsterdam, escapando del nazismo. Desde allí, antes de ser llevada a un campo de concentración, escribió un diario que refleja los atroces crímenes de la guerra.
"Siento mucha responsabilidad. Estar en los pies de Ana no es ponerme un sombrero y salir a escena. Hay un proceso muy profundo y lo hago con cuidado. No me da lo mismo. Es un trabajo de bordado muy detallado", explica Zoe en una entrevista exclusiva con Teleshow.
"Y realmente sucede lo que quería: Ana sigue viva no solo en mí, sino en todos los adolescentes. Su particularidad, para mí, es que ella sobrevivió porque pudo ser adolescente a pesar de todo. Logró vivir su continuidad, en medio del Holocausto, que es lo más difícil", sostiene la actriz que también formó parte de las películas Abzurdah, El faro de las orcas y Las grietas de Jara. Y hace referencia a los hechos que la niña destaca en sus escritos. "Su primer beso, cuando se hizo señorita, las peleas con su madre… Cosas que le pasan a cualquier chica de esa edad".
Para la obra que dirige Nicolás Gil Lavedra, Hochbaum se preparó durante varios meses y trabajó bajo las indicaciones de Laura Novoa, su coach actoral. "Fue un proceso largo. Y así como te digo que fue muy feliz y hermoso, también fue muy duro por mi historia familiar. Todo el tiempo me acuerdo de mi abuelo, que fue sobreviviente. Porque la historia de Ana Frank va más allá de lo que pasó en el Holocausto. Es un personaje para los jóvenes y los adultos, pero sobre todo para las nuevas generaciones".
En junio, Zoe viajó a Ámsterdam junto con el equipo de la obra para presentar el proyecto teatral. El estreno en Buenos Aires le generó ansiedad, nervios y emoción. Pero las emociones continúan una vez que se baja el telón, y es entonces cuando se siente vacía y al mismo tiempo agotada.
"Creo que Ana se apoderó de mí, y cuando termino cada función sigo siendo ella. Esta obra fue mi debut teatral y no sabía bien cuál era la manera de trabajar. Fui entendiendo, con la ayuda de Nicolás y Laura, que cuando es un personaje tan poderoso y con tantas entrañas, no hay otra manera de hacerlo que no sea dando todo de mí", sostiene la actriz, que debutó en televisión en 2014 en la ficción Taxxi, amores cruzados, de Telefe.
Zoe reconoce que se le eriza la piel cuando habla de Ana Frank, casi como si en realidad hicieran mención a un familiar o a ella misma, cuando está sobre el escenario. "Siento que ella me acompaña en cada función. Cuando comenzó este proyecto, Laura me destacó que no era lo mismo actuar a alguien que existió y murió que interpretar a un personaje de ficción. Así que hay que prenderle una velita y pedirle permiso, y yo tengo la sensación de que ella me aceptó".
La biografía de Hochbaum en sus redes sociales marca el compromiso que tiene con el feminismo y la responsabilidad que siente como figura pública frente a los asuntos sociales: "Actriz. Enamorada del cine y de la literatura. #NiUnaMenos. #AbortoLegalYa", escribió en su Twitter.
Ese es otro de los motivos por los que se siente identificada con el personaje que interpreta durante los 45 minutos en escena. "Ana se pregunta un montón sobre el lugar de la mujer: qué lugar ocupa, y discute eso porque no está de acuerdo. Pensar su compromiso con los temas sociales es muy interesante porque era una chica muy comprometida y no le daba lo mismo lo que estaba pasando afuera", analiza Hochbaum.
Además, puntualiza la importancia de "los protectores" en la historia de Ana Frank. ¿Quiénes son? "Su historia no llegó a nosotros por la violencia, el nazismo o los malos, sino gracias a los buenos -dice Hochbaum-. Nosotros llegamos a conocer la historia porque finalmente la cuentan los buenos, y los buenos son los protectores".
Y quizás no se dé cuenta, pero arriba del escenario Zoe -en este papel tan trascendente- también tiene quien la proteja.
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