Secretos, anécdotas y bloopers insólitos: 15 temporadas de "Resto del mundo", el programa que cambió la forma de viajar a través de la TV

Sergio Goycochea, Iván de Pineda y -su actual conductora- Liz Solari dejaron su sello en diferentes etapas al frente del ciclo, que logró reinventar el formato y se convirtió en un clásico de la pantalla chica

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15 temporadas. 605 programas. 654 ciudades. 71 países. Y en cada lugar, una anécdota. Resto del Mundo es el programa de televisión argentino que más kilómetros ha recorrido: se calcula que dio unas 70 vueltas al mundo. Un ciclo que impuso un estilo propio y se popularizó con la conducción de tres figuras que, cada una en su momento, han dejado su marca: Sergio Goycochea, Iván de Pineda y Liz Solari.

Las 15 temporadas de “Resto
Las 15 temporadas de “Resto del mundo”, el programa que cambió la forma de viajar a través de la TV

Los inicios

Para hallar la génesis de Resto del Mundo hay que retroceder hasta los comienzos del corriente siglo, cuando los hermanos Pablo y Hernán Valenzuela -creadores y productores generales del programa- le dieron vida a Abanderados. Con ese ciclo viajaban para entrevistar a deportistas y actores argentinos que mostraban cómo se vivía en las ciudades donde residían.

"Ahí imaginamos que podíamos crear un formato con guiños de docu-reality para enfocarnos en las experiencias que se podrían vivir en una ciudad y sumar, como hilo conductor, entrevistas a argentinos o latinos que vivieran allí", cuentan los hermanos Valenzuela a Teleshow.

Para ponerse a cargo del proyecto contactaron a Sergio Goycochea, a quien conocían desde que era arquero y por su carisma le vieron un gran potencial para destacarse frente a las cámaras.

"Con el fútbol viajás mucho pero conocés poco. Generalmente vas del aeropuerto al hotel y después al estadio. ¡Estuve en el Mundial de Italia y no fui al Vaticano! Con el programa empecé a descubrir cosas como turista que antes no había experimentado", admite Goyco.

"El programa me dio la posibilidad de viajar, obviamente, y de crecer profesionalmente. Más allá de que tiene una gran producción, hay datos con los que no podés fallar y aprendí a manejar el micrófono y las cámaras", contó el arquero campeón del mundo en México 86, que había estudiado periodismo deportivo antes de empezar a trabajar en Resto del Mundo.

Único en su formato

Resto del Mundo no tardó en despegarse de los otros ciclos de viajes y turismo. Según los Valenzuela, se diferencia de los demás por el tipo de formato: "Cuenta las experiencias de viaje de tal manera que cuando las ves al aire sentís que estás viajando junto al conductor. Quien ve y escucha las historias que mostramos aprende y también se divierte".

"Una de las claves fue poner las cámaras lejos de la acción y dejar que la gente se cruce por delante. Además, hicimos varios cambios como no mirar a cámara en las entrevistas, sacar los copetes a cámara tradicionales, no usar micrófonos de mano y esconder los micrófonos corbateros. De esta manera se descontractura el formato y se hace más urbano y real".

Según Goyco, los cambios de conductores le permitieron al ciclo reinventarse: "Tengo un perfil distinto al de Iván de Pineda, que tiene otra cultura y muestra las cosas desde otro lado. Ahora está Liz, es la primera vez que lo hace una mujer y tiene otra mirada. Aunque, por supuesto, el contenido de los viajes es lo que permite que el programa se mantenga vigente después de 15 años. ¡No es nada fácil!"

Hernán y Pablo Valenzuela, creadores
Hernán y Pablo Valenzuela, creadores y productores generales de “Resto del Mundo”

Los conductores aseguran que por su personalidad y sus conocimientos, vieron en Iván de Pineda a "un gran viajero"… Y no fallaron. Fueron diez años los que estuvo al frente de Resto del Mundo, que lo llevaron al reconocimiento popular como uno de los mejores conductores del país.

"Creímos en Iván desde el primer día. Trabajamos mucho los tres para lograr que el formato tomara un vuelo especial. Es un gran amigo y tenemos mil historias lindas, nos juntamos a comer y no paramos de reírnos al recordar tantos viajes y anécdotas", cuentan los Valenzuela, que en 2016 se alzaron con el premio Martín Fierro al mejor programa cultural.

Despegar el programa de la imagen de Iván de Pineda, cuando decidió que su carrera siguiera por otro camino, parecería un desafío difícil para los productores del programa. Pero ellos, con extensa trayectoria en televisión, no lo vieron de esa manera: "El formato tiene tantos años y premios que ya es un referente en su género. Además, ¡somos la comunidad de viajeros argentinos más grande en redes sociales!"

A la hora de elegir al nuevo conductor, buscaron a alguien que conociera "de verdad" el mundo, que hubiera vivido en varios países, que tuviera sensibilidad y tacto para relacionarse con la gente y le interesara el cuidado del medio ambiente. No había dudas: Liz Solari era la indicada.

"Años atrás me había dicho a mí misma que me gustaría viajar por el mundo con un programa documental que mostrara las tradiciones, culturas, religiones, razas y realidades que se viven en nuestro planeta. Hoy lo estoy haciendo realidad", cuenta a Teleshow la actriz que vivió en ocho países, y ya perdió la cuenta de cuántos visitó.

A lo largo de estas 15 temporadas, grandes figuras de todo el mundo han pasado por las cámaras de Resto del mundo, entre las que se destacan: Diego Maradona, Ricardo Darín, Lionel Messi, Manu Ginóbili, Ronaldinho, Sophia Loren, Donatella Versace, David Copperfield, Ronnie Wood, los Bee Gees, María Grazia Cucinotta y Gérard Depardieu.

"Hacer Resto del Mundo es más que un trabajo para mí, es una experiencia de vida. Este año dejé de lado varios proyectos actorales para darle tiempo, energía y mi mirada al programa", dice Liz.

Ocupada en sumar su granito de arena junto al programa, confiesa: "Ahora, gracias a la apertura de los productores, cubrimos más historias de vida de las personas que están cambiando el mundo con sus acciones y proyectos. Deseamos que la gente que nos sigue no solo conozca el mundo con nosotros, sino que también se inspire y contagie positivamente con estos ejemplos".

Las mejores anécdotas
Después de tantos años y viajes junto a Resto del Mundo, no es tarea sencilla para los Valenzuela destacar unas pocas anécdotas. Pero recuerdan algunas, por sobre todas las demás: "Un día estábamos con Ricardo Darín en Barcelona y durante horas se puso a imitar cómo hablan los catalanes, ¡hablándoles a ellos! Creo que nunca nos reímos tanto como ese día".

"Otro momento increíble fue cuando estábamos volando en globo aerostático en Australia con Iván y el piloto nos dice -¡mientras estábamos en el aire!- que nos preparemos para un aterrizaje de emergencia… A los pocos minutos estábamos todos en el piso con el globo encima y el cameraman gritó: '¿Dónde quedó el glamour, Pineda?'", recuerda.

Para ellos, a raíz de sus experiencias en viajes, las ciudades más bellas del mundo son Santorini (Grecia), Poreč y la isla Rovinj (Croacia), Hallstatt (Austria) y Karlovy Vary (República Checa). Aunque aclaran: "Por su visión del presente y del futuro hay que destacar Palo Alto (California), Tel Aviv (Israel), Helsinki (Finlandia), Estocolmo (Suecia) y Singapur".

En Ámsterdam el programa vivió uno de su momentos más tensos. Sergio Goycochea tenía que hacer un copete  al lado de una calle de cemento… O el menos era lo que él creía. ¡Se cayó en un canal de agua congelada! Afortunadamente solo fue un blooper con consecuencias leves: mucho frío y un golpe en la nariz.

"Hay caídas y caídas… La temperatura era de tres grados bajo cero, venía caminando y estaba seguro de que eso era piso. ¡Casi me congelo!", asegura Goyco, entre risas.

Haciendo memoria de sus cuatro temporadas al aire, destaca Berlín como la ciudad que más le llamó la atención: "En muchos lugares escuchás historias de cientos o miles de años. Pero acá te encontrás con una mucho más contemporánea, con gente que la vivió y le pegó. Fue un horror la historia de Berlín y fue muy fuerte haberla vivido. Me quedó grabado".

Liz Solari recuerda una historia en el Desierto de Sahara en Túnez, cuando se desató una fuerte tormenta mientras viajaba en una camioneta en la ruta: "Sostenía el vidrio delantero por la lluvia y empieza a caer granizo… El chofer nos dijo que se podía romper".

"En ese momento le pedí por favor que frenara para buscar reparo. Me dijo que no podía e instintivamente le grité: '¡Esta es mi vida!' Me miró y paró. Ahora lo cuento con una sonrisa… Cada viaje tiene sus momentos de alegría y otros de tensión. Siempre es una gran aventura". Al ser consultada por su ciudad preferida en el mundo, no dudó: Sidney.

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