A poco de haber blanqueado su noviazgo con Paulo Dybala, Oriana Sabatini viajó con el futbolista a la isla Mykonos, en Grecia, para disfrutar de unas románticas vacaciones a principios de agosto. Y como era de esperar, los paparazzi fueron tras ella. Así que las imágenes no tardaron en aparecer en todas las revistas y portales de nuestro país.
Sin embargo, las fotos de la feliz pareja en la playa aparecieron con mucho Photoshop en algunas publicaciones y sin ningún retoque digital en otras. Y esto abrió el debate sobre la necesidad de arreglar hasta el último detalle en cuerpos casi perfectos como los de Oriana y Dybala.
En ese momento Catherine Fulop, mamá de la cantante, salió al ruedo para tratar de explicar el uso de Photoshop, culpable en muchos casos de generar estándares de belleza imposibles de alcanzar para los jóvenes. "Cuando ella hace una producción fotográfica le súper emparejan la piel. Y a lo mejor ella se cuida durante una o dos semanas antes de la sesión. Ahí, en cambio, estaban relajados, comiendo pastas, postres y tomando unos vinitos… Y por supuesto, se le iba a ver más pancita. Así que a mí me encantó que la retocaran un poquito. Porque además, las tomas eran de arriba y con el sol cayendo directo, lo que puede sobredimensionar cualquier defecto", explicó la actriz venezolana, quien además de haber protagonizado muchas portadas de revistas estudió fotografía.
Sin embargo, mucho más relajada, hoy Oriana decidió subir a su cuenta de Instagram una foto suya, desnuda y al natural, en la que dice: "Nos queremos con estrías y todo lo otro también".
La toma fue realizada por una fotógrafa profesional, Dolores Gotari, y está hecha en blanco y negro como para que sea más cuidada. Sin embargo, ninguna de las dos quiso borrar digitalmente del cuerpo de la cantante esas pequeñas marquitas que demuestran que es una mujer normal, al igual que todas.
Curiosamente fue una foto muy similar -apenas se diferencia por la posición de su cabeza- la que Oriana posteó en Instagram a principios de julio, y que vino a servir como prueba del romance -oculto hasta entonces- cuando Dybala la definió con un emoji: aquel que, con dos corazones en los ojos, distingue los enamorados.
Pero en aquella ocasión la modelo o la fotógrafa tomaron un recaudo: cortaron la imagen a la altura de su cadera. Ahora, en cambio, Oriana habrá comprendido que no hay nada que esconder.
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