Los especialistas aseguran que, después de nueve meses de embarazo, el cuerpo tarda por lo menos otros nueve en acomodarse. Sin embargo, a poco de dar a luz, la mayoría de las mujeres suelen desesperarse al ver que nada de que lo tenían en sus guardarropas antes de convertirse en madres les queda bien.
"¡No me entra!", "¡No me cierra!", "¡No me sube!", suelen ser algunas de las quejas que se les escuchan a las mamás primerizas a la hora de vestirse. Y es lógico que así sea, ya que en los días posteriores al parto los senos se encuentran hinchados por la lactancia, el abdomen continúa dilatado y los huesos de las caderas, que en su momento se abrieron para cobijar al bebé, todavía no regresaron a su lugar.
Pero con el paso del tiempo, los viejos jeans empiezan a volver al ruedo. Como lo demostró Ailén Bechara, quien a dos meses de haber dado a luz a Francisco (lo anunció en las redes con una selfie desde la sala de parto) se emocionó al comprobar que ya podía lucir nuevamente algunas de las prendas que utilizaba antes de su embarazo. Feliz, decidió compartirlo con sus seguidoras en su cuenta de Instagram.
"Lo prometido es deuda. Perdón por el lío de atrás, pero estoy guardando la ropa de embarazada en valijas y volviendo a sacar lo que había hecho desaparecer de mis ojos. Poco a poco, me van entrando los jeans, sacos, camisas. Al igual que los corpiños lindos…", escribió Ailén junto a una foto en la que se la ve posando en su vestidor.
Y agregó un sentido mensaje, dedicado a todas las mujeres que están atravesando una situación similar: "¿Les pasa? Siento que la panza fofa no se me va a ir nunca, o las piernas con pozos. Pero todas las que han sido madres me dicen: 'Tranquila, todo vuelve, date tiempo'. ¡Y eso es lo que estoy haciendo!".
"Empecé a cuidarme en las comidas, obviamente, porque ya tuve demasiado disfrute en el embarazo -agregó-. También estoy entrenando de a poco, aunque confieso que me cuesta un montón. Siento que no tengo fuerza abdominal y, claramente, tengo kilos que no tenía y me siento más pesada. Calculo que a la mayoría les debe pasar lo mismo: sentir y ver un cuerpo que desconocen. El espejo maldito que devuelve una imagen que no nos gusta. Creo que lo importante es sentirnos bien con nosotras mismas, siempre".
Así, Aylén le quitó dramatismo a ese momento tan temido por las mujeres, en el que se ven presionadas por lucir espléndidas a poco de haber abandonado la sala de parto. Y dejó en claro que lo mejor es disfrutar de la maternidad y llevar una vida sana, dejando que el tiempo se ocupe del resto.
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