"Sé que no soy la que mejor canta ni la que mejor baila. Pero no estoy interesada en eso sino en provocar al público", se defendió Madonna Louise Veronica Ciccone en más de una ocasión al ser cuestionada por sus trabajos.
En sus cuatro décadas de carrera ininterrumpidas no solo instaló temas musicales pegadizos, tendencias en el guardarropas, o entretuvo con sus papeles de cine. Su obra trasciende impactando de manera significativa en la sociedad. Con alma de activista, supo captar la atención del público apelando a temas sexuales, políticos y religiosos, llevados casi al borde de la censura.
A poco de haber lanzado su carrera musical, en 1984, creó uno de los hits que marcó un antes y después en su carrera (por abordar la sexualidad femenina): "Like a Virgin" y fue invitada a presentarlo en los premios MTV Awards. Lo hizo a lo grande.
Con un despliegue impactante de escenografía, acompañada de su cuerpo de baile, se presentó vestida de novia y con un cinturón con las palabras 'Boy Toy'. Como parte de la coreografía simuló movimientos sexuales seguidos de una masturbación.
Semejante espectáculo despertó la reacción del público con posturas divididas: por un lado la quisieron censurar y por el otro la aplaudieron de pie por la naturalización del tema de tinte feminista.
De espíritu provocador, siguió la misma línea durante su gira mundial Blond Ambition World Tour en Canadá, donde casi fue arrestada por escándalo público. Ni ese aviso la detuvo.
"De virgen a puta, de princesita a macarra, Madonna menea los extremos de los arquetipos femeninos y, entre que va y que viene, genera un espectro intermedio que antes de su paso no existía", subrayan Viñuela y Mar Álvarez en el libro Bitch I am Madonna.
Activista en la lucha contra el VIH, también apoyaba el sexo seguro y protegido, lo que la llevó a volver a enfrentarse con la Iglesia Católica. Mientras crecía en popularidad, su mensaje se hacía cada vez más fuerte.
La música vuelve estar en el ojo de la tormenta, esta vez con alusión directa en "Like a Prayer". Con la letra ofendía a la institución católica. Pero lo que de verdad indignó al conjunto de la Iglesia fue el videoclip que refleja imágenes religiosas prendidas fuego con una historia interracial prohibida con un santo. "Uno de los espectáculos más satánicos de la historia de la humanidad".
Juan Pablo II reaccionó repudiando la obra de Madonna, e instó a los devotos a no ir a sus shows. La cantante en ese momento tenía un contrato millonario con Pepsi de 5 millones de dólares por la salida de un spot, y el estreno de la publicidad fue anulado. Sin embargo, esto le otorgó más fama y la diva se quedó con la suma de dinero.
"Un poco a mi relación con Dios, o Dios y su sensualidad, o el jugar con la idea de Dios y la religión o la sexualidad, temas que abordo en mis canciones. Ese es el motivo por el que he sido excomulgada de la Iglesia católica no una ni dos, sino tres veces", explicó.
Los 90 encontraron a Madonna en pleno destape sexual. En simultáneo con el lanzamiento de su controversial álbum Erotica con un videoclip de alto voltaje donde suceden fantasías sexuales, orgías y prácticas sadomasoquistas, meses más tarde redobló la apuesta con una edición de 327 fotografías hot y 128 páginas tomadas por Steven Meisel que tituló Sex. Allí participaron Naomi Campbell e Isabella Rossellini.
La periodista Zoë Heller resumió la chocante obra en algunas líneas: "Empieza con fotografías en blanco y negro, sumisión y masoquismo, todo muy bajo y sucio. En alguna especie de criptas y mazmorras urbanas, vemos a un grupo de lesbianas con miles de piercings atando a Madonna (ellas la apuntan con cuchillos a su garganta y a su entrepierna); Madonna mordiendo la cola de un hombre; Madonna azotando con una fusta a una mujer que va enfundada en un traje de PVC".
El libro con tapas de aluminio se presentó en una bolsa plastificada, que remite de manera inevitable al envoltorio de los preservativos, y de esta manera solo podía abrirse una vez adquirido.
El lanzamiento generó una reacción desmedida en el público con una fuerte ola de críticas, y hasta la propia diva declaró que llegó a pensar que su carrera terminaría con ese trabajo.
Desmitificó –para bien– algunas prácticas que casi todos temían. Actos de este tipo suponen un paso hacia adelante a la hora de imaginar un mundo sin prejuicios ni miedos hacia lo diferente.
En la segunda parte de la década, Madonna eligió suavizar su imagen y apostó a interpretar a Evita, el papel de su vida. Por el film de Alan Parker, una adaptación del musical de Andrew Lloyd Webber, ganó un Globo de Oro en 1996; sin embargo, recibió fuertes críticas por su desempeño.
"Madonna es una asesina de películas. No tiene alma en sus ojos", fue la contundente afirmación de la leyenda de Broadway Patti LuPone, que ganó un Tony Award en 1980 por el protagónico en el musical Evita.
Se abocó a la maternidad de sus hijos, a impulsar movimientos feministas, a la causas sociales, a contagiar un mensaje de paz, y jamás pasó desapercibida. En su gira Confessions Tour (2006), en plena interpretación en el Millennium Stadium, cantó crucificada emulando a Jesucristo con su corona de espinas en la cruz. El cardenal italiano Ersilio Tonini llamó al concierto como "un desafío blasfemo a la fe" y una "profanación de la cruz". La imagen se volvió viral y fue condenada por entidades de distintas religiones y cultos.
Con el álbum American Life, una burla a la sociedad estadounidense, volvió con un espíritu desafiante, con una postura marcada en contra de la guerra en Irak; Madonna nunca se calló. Más tarde, fue muy crítica con el gobierno de Donald Trump en la marcha de las mujeres en 2017, donde dejó en claro sus convicciones políticas.
Desde la moda también supo ser controversial. En los 90 con su corset de cono dorado confeccionado por el gran Jean Paul Gaultier o por lucir lencería expuesta mucho antes de que se impusiera como tendencia. También rompía con los estereotipos femeninos de belleza mostrando sus axilas sin depilar. Hoy se reinventa, se opone a dejar de existir en la industria por tener 60 años, la diva siempre logró estar un paso más adelante.
Se encargó de escandalizar mediante sus actitudes, producciones, sus letras, sus videos, sus películas y sus actos sociales. Nunca necesitó retractarse. Nunca le tuvo miedo a nada, excepto a pasar desapercibida.