El drama de Mirta Wons: "Estoy rengueando hace cuatro meses y perdí trabajos por eso"

La actriz asegura que "algo salió mal" en una artroscopía que le realizaron en la rodilla derecha, lo que le ocasionó serios problemas para caminar. "Ahora estoy viviendo en carne propia lo que es caminar por la calle en muletas", contó a Teleshow

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Lejos de la simpatía y la felicidad que transmitían algunos de sus personajes más recordados como Titi en El Sodero de mi vida, Michi en Rebelde Way o Beba Torres Oviedo en Floricienta, la actriz Mirta Wons está atravesando un complicado momento personal que la tiene muy preocupada.

Mirta Wons
Mirta Wons

Después de someterse a una cirugía de meniscos hace cinco meses en su rodilla derecha empezó a sentir fuertes dolores, lo que le ocasionó problemas para caminar. Por este motivo tuvo que rechazar propuestas laborales y el personaje de la obra en la que trabaja (La Mishiguene de la Carpa 4 -domingos a las 18.30 en El Método Kairós-) se tuvo que adaptar a su situación. Actualmente se desplaza con muletas y le exige "una respuesta a la altura de las circunstancias" a su prepaga.

Todo empezó el 29 de marzo pasado, cuando un médico, que le habían recomendado conocidos suyos, le realizó una artroscopía en su rodilla derecha: "Tenía los meniscos rotos por el sobrepeso y la edad; era una operación que venía pateando hace rato. El procedimiento es muy sencillo y ambulatorio. Ya me lo había hecho en la pierna izquierda y, después de diez sesiones de kinesiología, estaba totalmente recuperada".

Sin embargo, la intervención no salió como esperaba. Según su testimonio a Teleshow, unas horas después de salir de la sala de cirugías se le inflamó la rodilla. En los días siguientes volvió varias veces al consultorio del profesional, pero no recibía respuestas precisas y el dolor no cesaba.

La actriz, antes de una de sus operaciones
La actriz, antes de una de sus operaciones

"Una vez me infiltró y me mandó a hacer otra resonancia magnética. Cuando la vio me dijo 'la verdad, no sé qué tenés'. Después de eso fui a ver a mi médico de referencia, que también es de la prepaga. De una manera muy ética me dijo 'creo que acá quedaron restos de meniscos y hay una lesión en el hueso'. Por supuesto, me empecé a preocupar", explicó la reconocida actriz.

El dolor se agudizó y caminar se convirtió en una verdadera tortura. No podía ni siquiera hacer las sesiones de kinesiología y empezó a renguear. La mala postura le provocó problemas en el nervio ciático y el médico que la operó dejó de responder sus mensajes: "Sentí un abandono total. A todo esto, un día me desperté a la madrugada con la sensación de que no tenía pierna derecha, no la sentía. Era horrible, pensé que era un ACV. Llamé a la ambulancia y un médico me inyectó un analgésico y corticoides. Fui a ver a otro especialista y me dijo: 'Hay que hacer una nueva resonancia porque hay que operar'".

Un especialista en columna le hizo un procedimiento llamado bloqueo lumbar, para calmar el dolor. "Es el último palo del que te agarrás", aseguró Wons. Finalmente, el pasado 2 de agosto se volvió a operar de la rodilla. La evolución es favorable, pero la actriz deberá caminar con la ayuda de muletas, por lo menos, durante un mes.

"Tuve que estar cuatro días haciendo reposo en mi casa con la pierna en alto. Por suerte ahora no me duele la rodilla pero no puedo apoyarla. Estoy viviendo en carne propia lo que es ir por la calle en muletas. Justo en la cuadra donde vivo están haciendo obras y es imposible caminar. Ahora entiendo lo que sufre la gente en muletas o sillas de ruedas", confesó.

—¿Hiciste reclamos en la prepaga desde que te operaste por primera vez?
—Desde que empezaron los problemas fui haciendo quejas por teléfono y presencialmente. Siempre me trataron re bien pero nunca recibí un llamado. Tuve que escribir una carta en Facebook para que se comunicaran para explicarme la parte médica… Yo no voy a hacerles juicio por mala praxis, pero en cuatro meses no se dieron cuenta de que una persona se hizo cinco resonancias magnéticas y dos operaciones. Se me fue una guita infernal en medicamentos y taxis y no me puedo trasladar, pero aún así seguí pagando mi cuota. Tuve que ir a cuatro médicos por algo que era muy sencillo y no sé qué hago ahora con muletas.

Mirta, junto a su amigo y colega, Roberto Carnaghi
Mirta, junto a su amigo y colega, Roberto Carnaghi

—¿Qué es precisamente lo que reclamás?
—Espero que tengan la delicadeza de bonificarme algunas cuotas en compensación por todo lo que vengo gastando, más allá de un pedido de disculpas. No es justo que se me haya ido el sueldo entero en taxis o que no haya podido ir a la marcha por el proyecto de legalización del aborto. No soy médica, por lo tanto no me siento capacitada para poner el título de "mala praxis", pero algo salió mal. No quiero que me auditen la rodilla ni que me toqueteen más. Hace cuatro meses estoy rengueando y ahora estoy bien, pero preocupada por el trabajo.

—¿Cómo te las arreglaste con este problema?
—Todo este tiempo estuve trabajando en la misma obra de teatro, La Mishiguene de la Carpa 4. Mi personaje se tuvo que adaptar: está en la playa en una reposera y se mueve muy poco. Pero más allá de esto el trabajo se resintió: pude hacer dos ficciones (Si solo si -TV Pública- y Drunk History -Comedy Central-) porque desde las producciones fueron muy generosos con mi situación. Pero tuve que rechazar dos ficciones.

Su personaje en “Si solo si” también se tuvo que adaptar a sus problemas en la rodilla
Su personaje en “Si solo si” también se tuvo que adaptar a sus problemas en la rodilla

—¿Eran ficciones para televisión? ¿Qué pasó en esos casos?
—En una tenía que usar zapatos y en la otra tenía que bajar las escaleras corriendo. Así que tuve que decir que no. Eso me enojó profundamente porque no estamos en un momento en el que una puede darse la libertad de no trabajar. Estoy como todo el mundo, peléandola y remándola.

—¿Cómo estás anímicamente ahora que te volvieron a operar y pareciera que la situación mejora?
—Tratando de ponerle al mal tiempo buena cara y llevándola adelante con optimismo. Hay días que me cago de risa pero en otros pierdo la chaveta. Lo que más me importa es mi rodilla, el resto se verá con el tiempo. Mucha gente me dijo que pasó por situaciones similares. Todos somos humanos y podemos fallar, el tema es qué pasa cuando hacés un reclamo y no te sentís escuchada.

Agradecimientos:

Producción: Verónica Guerman

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