Por aquellos días aseguraba que era hora de sanar al mundo, que había que hacer de la Tierra un lugar mejor. Con el éxito de Heal the World, uno de los cortes de difusión de Dangerous -el octavo disco de estudio de la imbatible carrera de Michael Jackson- y mientras ese planeta que quería curar también se movía al ritmo de Black or White, estalló un escándalo que llevó al Rey del Pop a la primera plana de los principales medios.
Se trató de la primera denuncia de abuso infantil en su contra, que impactó al mundo hace 25 años y provocó un gran escándalo mediático, mientras el artista se encontraba dando shows durante una enorme gira mundial que lo llevó, incluso, hasta suelo argentino.
A partir de entonces, comenzaría también una saga de acusaciones contra Jackson que, pese a que fue absuelto por la Justicia, no cesarían hasta su muerte, el 25 de junio de 2009.
Vida excéntrica y especulaciones
El año había comenzado de manera inusual. Es que en febrero de 1993, Michael Jackson, siempre reticente a brindar notas periodísticas, aceptó hablar con Oprah Winfrey en su popularísimo programa de televisión.
Había pasado los 14 años anteriores sin hablar con el periodismo, que no dejaba de hacer especulaciones sobre sus excentricidades y sobre su vida privada.
Por eso el encuentro entre Oprah y Jackson, que tuvo lugar en Neverland, la fastuosa casa del cantante, fue una de las entrevistas televisivas más vistas de todos los tiempos.
Además, por el talento de la conductora, el Rey del Pop se animó a hablar de todo: desde sus operaciones estéticas y el difícil vínculo con su padre hasta su problema de salud en la piel.
"Es algo sobre lo que no puedo hacer nada. Cuando la gente inventa historias sobre que yo no quiero ser quien soy, me duele", afirmó el cantante.
"Es un problema para mí, no lo puedo controlar. Pero, ¿qué pasa con los millones de personas que se sientan bajo el sol para broncearse y oscurecer su piel, quienes se convierten así en algo que no son? Nadie dice nada sobre eso", aseguró y le juró a la conductora que nunca en su vida hizo un tratamiento para blanquear su piel.
En otro momento memorable y muy conmovedor, según describió años después la propia Oprah, Jackson habló sobre su dura vida de niño artista y todo lo que se perdió en su infancia por estar obligado a trabajar.
"Recuerdo haber ido a un estudio de grabación y ver que había un parque enfrente. Yo veía a los niños jugando y sentía ganas de llorar. Me hacía mal tener que ir a trabajar en lugar de estar ahí", apuntó.
"La gente se pregunta por qué siempre tengo niños alrededor. Y es porque encuentro eso que nunca tuve a través de ellos. Disney, parques de diversiones, videojuegos. Yo adoro todas esas cosas porque cuando era chico lo mío era todo trabajo, trabajo y trabajo", agregó.
Poco después de esa inesperada aparición pública, inició una enorme gira mundial, que lo llevaría desde Tailandia hasta la Argentina.
Fue justamente en agosto de 1993, en Bangkok, cuando le llegó la noticia de que la policía estaba por hacer un allanamiento a Neverland. Lo acusaban de abuso infantil y estaban buscando pruebas.
Cuando le avisaron, según los medios de la época, el Rey del Pop destrozó el teléfono con el que se comunicaba y, furioso, rompió todo lo que tenía a mano en su habitación de hotel.
La denuncia
A mediados de 1993, un dentista de Beverly Hills llamado Evan Chandler denunció que su hijo Jordan había sido abusado sexualmente por el Rey del Pop. El niño, que entonces tenía 13 años, solía visitar Neverland junto a otros menores mientras sus padres atravesaban un arduo juicio de divorcio y se disputaban su tenencia.
De inmediato, la policía de Los Angeles allanó la residencia de Jackson y comenzaron las especulaciones, los rumores y las polémicas en los medios. Desde Tailandia, el músico se manifestó a través de su abogado, Harold Weitzman.
"Estoy seguro de que el departamento de policía llevará adelante una investigación justa y completa y que el resultado demostrará que no hubo de mi parte ningún acto indebido", aseguró el comunicado del cantante que leyó entonces Weitzman.
En tanto, desde el entorno del músico aseguraban a la prensa que todo el caso era parte, en realidad, de una suerte de extorsión con el único fin de obtener dinero.
Los días pasaban y los rumores se multiplicaban en los distintos diarios, en especial en los tabloides amarillistas tanto de Estados Unidos como de Reino Unido, que aprovecharon la ocasión para difundir supuestos testimonios de personas allegadas al artista.
También circulaba por entonces todo tipo de historias alrededor de lo que ocurría en Neverland, la mansión con parque de diversiones que el cantante compró con la intención de llevar a niños de bajos recursos a pasar unos días allí.
Mientras tanto, el artista giraba por todos lados con su exitoso disco Dangerous.
En octubre de 1993 llegó a la Argentina, donde brindó tres shows impactantes en el estadio de River Plate. También visitó al entonces presidente Carlos Menem y provocó la euforia entre sus fanáticos, que lo seguían por las calles porteñas y se apostaron en los alrededores del hotel en el que se alojó.
El acuerdo
En Estados Unidos el escándalo parecía no tener fin. La familia Jackson, por su parte, salió casi en bloque a respaldar a Michael. Salvo La Toya, una de las hermanas del Rey del Pop, que aseguró por aquellos días que tenía "pruebas" de que el cantante era pederasta.
Evan Chandler continuó con su reclamo y llevó al Rey del Pop a tribunales, en el que, después de un desfile de supuestos testigos del hecho, llegaron a un pacto extrajudicial millonario.
El artista acordó con Chandler por casi 20 millones de dólares para que retirara la demanda, cosa que hizo de inmediato.
Sin embargo, la Justicia decidió continuar con la investigación, hasta que en 1994 sobreseyó a Jackson por no encontrar elementos que probaran el supuesto delito.
Casi diez años después de aquel escándalo, las acusaciones sobre el Rey del Pop volvieron. Esta vez se trató de un caso todavía más resonante, en el que se lo acusó de abusar de otro niño de 13 años y en el que, luego de otro enorme desfile de testigos, fue sobreseído.
A pocos días de la trágica muerte de Michael Jackson, en 2009, y después de años de silencio, Jordan Chandler distribuyó un comunicado a distintos medios en el que aseguraba que el intérprete de Thriller nunca había abusado de él y que llevó adelante todas las acusaciones obligado por su padre.
Por su parte, en noviembre de ese mismo año, el dentista que había llevado al Rey del Pop a tribunales y obligó a su hijo a mentir se quitó la vida.
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