Una Mujer fantástica no solo se convirtió en la primera película chilena en ganar el premio de la Academia de Hollywood para la cinematografía de ese país, sino que ademas, le abrió las puertas de La Meca del cine a su realizador Sebastián Lelio.
A pocos meses de aquella jornada gloriosa para él y la cultura latinoamericana, el cineasta estrena su primera cinta en inglés, Desobediencia, un filme dramático con fuertes toques de erotismo interpretado por dos súper estrellas: Rachel Weisz y Rachel McAdams.
"Comencé a recibir ofertas para dirigir en inglés y estaba leyendo muchos guiones y no me había tropezado con nada que me movilizara -nos cuenta Lelio vía telefónica desde Santiago de Chile-. Rachel Weisz vio otro filme mío titulado Gloria y como era productora ademas de protagonista de ésta película pensó que era yo el indicado para dirigir Desobediencia".
El filme esta basado en una novela de 2007 escrita por Naomi Alderman que narra la historia de Ronit, de 32 años de edad, hija de un rabino de la comunidad judía ortodoxa en Hendon, al noroeste de Londres. La muerte de su padre hace que deba regresar a su pueblo natal y se reencuentre con Esti, una joven que fue su primer amor adolescente.
"Me encantó la historia y conecté con el triángulo amoroso principal– continúa contándonos Lelio-. Me parecía que era un territorio que yo podía explorar, que a pesar de no ser ni judío ni británico, habían muchas cosas que tenían que ver con temáticas que yo había explorado y por otro lado el hecho de que Rachel Weisz fuese a interpretar a Ronit también fue uno de los factores que me hizo decir sí, porque siempre la he admirado mucho".
Todas las películas de Sebastián, tienen personajes femeninos potentes, historias que fusionan amores, pasión, desengaños, tristezas y superación.
"Hay puntos en común entre el personaje de Rachel Weisz en Desobediencia y el de Daniela Vega en Una mujer fantástica en la medida que ambos desafían al entorno -nos explica el director que ademas- lo que me gusta en mis películas es mostrar cómo los personajes pagan un precio por ser lo que son".
Sobre si fue difícil, dirigir un filme desarrollado en el ámbito de la cultura judío/ortodoxa, nos dijo que "fue como hacer una película de ciencia ficción. Hay leyes de conducta diferentes, vestimentas distintas y hasta un Dios al que se adora de otra forma. Es un universo fascinante, con sus luces y sombras".
Tráiler Una mujer fantástica
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