Carolina Papaleo: "A los que fueron estafados por este Gobierno los tengo que abrazar, no les puedo decir: 'Yo te avisé'"

La protagonista de la obra "Derechas", un nombre que a ella misma le resulta irónico, habla de todo en esta charla con Teleshow. Desde el noviazgo sin convivencia, aún cuando refaccionó la casa heredada por su madre, Irma Roy, a su presente mucho más cercano a la militancia política. Y desde esa perspectiva, su opinión sobre la gestión de Macri, la defensa a Andrea del Boca y un potencial Tinelli presidente

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"Mirá la paradoja: me toca a mí justo hacer una obra que se llama Derechas", dice Carolina Papaleo, una de las actrices elegidas por José María Muscari para su obra, y que milita altivamente en las filas del kirchnerismo: "¿Sabés qué hicimos para compensar? Nuestro chat interno se llama Zurdas", aclara, entre risas.

"Derechas es un mundo donde vos entrás y desde el ascensor o la escalera te reciben con comida", explica sobre la propuesta teatral que integra junto a Emilia Mazer, Juana Repetto, Paula Morales y Fernanda Callejón como las hijas, y Edda Bustamante, Edda Díaz, Mimi Pons, Katja Alemann y Cristina Alberó como sus madres. Calu Rivero, como nieta de esta familia que hace un evento para juntar plata, completa el elenco.

Carolina Papaleo junto al elenco
Carolina Papaleo junto al elenco de “Derechas” y su director José María Muscari

El presente laboral encuentra a Papaleo como panelista en Incorrectas, el programa de Moria Casán en América. "Es un rol nuevo en el que me siento muy cómoda y muy libre", cuenta la hija de la recordada Irma Roy. A la vez que minimiza la pelea que se hizo pública con su compañera Agustina Kämpfer, la actriz asegura que el vínculo entre todas las panelistas es muy bueno. "Lo considero como las torpezas de cuando uno empieza todo programa hasta que se acomoda -dice, sobre Kämpfer-. Estoy convencida de que uno dice lo que dice, y el otro escucha lo que escucha. Yo hice un comentario hacia una dirección y Agustina lo escuchó hacia otra. Me quedo tranquila en esta cuestión, que fue su escucha". Punto y aparte.

Feliz y enamorada de Miguel Cuberos, Carolina opta por seguir viviendo en casas separadas. Tras la muerte de su madre en junio de 2016 puso su cabeza en pausa durante un año para decidir qué hacer con la casa de su infancia que heredó. Tras rediseñarla y volver a hacerla suya, es ahí donde hoy vive con su hijo Matías (20). "Si no lo hacia, iba a vivir de prestado. Igual sigo diciendo 'La casa de mi vieja', y muchos me corrigen: 'No, es tu casa'. Sí claro, es mi casa…".

Papaleo y su novio, Miguel
Papaleo y su novio, Miguel Cuberos

—Fuiste muy hija y sos muy mamá: te ocupaste sola de Matías y ambos roles pudieron convivir.

—Sí, ambos roles. Y creo que pudieron convivir mejor porque yo tenía dónde apoyarme siendo hija. Yo soy hija, y si bien ya hacía muchos años que con mi mamá habíamos invertido los roles de ser también un poco la mamá de mi mamá, es diferente cuando la responsabilidad es con un hijo. Ser hija también me dio una libertad de poder ser mamá para Matías.

—¿Cómo estás viviendo este momento del feminismo?

—Cuando uno piensa el feminismo, el aborto, todos los temas sensibles, la violencia de género, si no pensamos un todo nos quedamos con una variable y nos sorprendemos porque creemos que modificando una variable se va a modificar el sistema completo. Cuando yo empiezo a hablar, empiezo a escribir sobre las mujeres, hago una cosa de humor. No llego a hablar de los temas, pero esa semilla al extremo es la violencia de género. Los cuentos infantiles, cómo se educa al hombre, a la mujer con estas princesitas que están a la espera de un hombre que las salve, estas canciones que dicen que los hombres van a encontrar una mujer que va a "saber bordar y saber abrir la puerta para ir a jugar".

—¿Cómo ves el lenguaje inclusivo?

—Como yo hice ontología del lenguaje me parece maravilloso. ¿Por qué? Porque ya el lenguaje te instala en un lugar que empezás a cambiar lo cultural. Estos modelos de hombre y de mujer cuando llegan, el hombre se siente desafiado por una mujer taconeante. Eso es lo que provoca de repente un chiste, que en el fondo como decía Freud esconde una verdad, un chiste que es agresivo, que puede ser alguna agresión, y eso, potenciado, es la violencia de género. Llevado al extremo, la mata. Entonces tenemos que estar preparados en un mundo que cuanto más protagonismo va a recibir la mujer, culturalmente tenemos que ayudar más al hombre que a la mujer a asimilar este proceso. Porque si nos ocupamos de esta variable, esta otra se va a violentar.

—Se está discutiendo la legalización del aborto en el Senado y tengo clara tu posición a favor.

—Mirá que loco porque si era en 2014 mi vieja todavía estaba viva, ya no era más diputada, pero no sé si mamá hubiese votado a favor… Ella se sentía cómoda porque como Cristina (Kirchner) no estaba de acuerdo, nunca lo impulsó. Es un debate que se debía y por suerte estamos en eso: esperando el 8 a ver qué pasa en senadores. No tiene que ver con qué piensa uno en lo personal sino que tenemos que empezar a pensar en lo colectivo.

—¿Qué extrañás de Cristina?

—No puedo extrañar nada que ocurrió en el momento porque yo en ese momento no lo viví, no lo estaba ni disfrutando ni padeciendo, en ningún sentido. Creo que se estaba pensando más en colectivo y me dijeron que los Reyes Magos son los padres. Hay un lugar que el individualismo del capitalismo está ganando: pensé que era una batalla que teníamos no ganada en un montón de otras cosas pero sí ganada en eso, que pensábamos mucho más en colectivo que en individual. Es una gran trampa el capitalismo, que para no te des cuenta que si estás bien es por un colectivo y que si estás mal no te deprimás porque no te pasa a vos, le está pasando a muchos.

—En nuestra primera charla en 2014 me dijiste: "Tengo mi opinión pero no la tengo públicamente porque creo que el arte y la política no se llevan bien". Y en el último tiempo te vi mucho más involucrada.

—Creo que para mí fue un despertar. Cuando vi que iba a ganar, siempre digo que no tengo nada contra (MauricioMacri, pero sabíamos que iba a beneficiar a determinados sectores y que había muchos sectores que lo estaban votando. Yo también pensaba en los de la clase media, pero sobre todo los de las clases populares que lo estaban votando, y que ese señor no iba a hacer lo que estaba diciendo. Ahora lo que veo es una gran desilusión y un gran desconcierto. Pero también en una cuestión individual, el que cree que le está yendo mal cree que le está yendo mal solo a él, y que a otros les está yendo bien. No se están mirando. Si no nos ayudamos entre todos no vamos a salir.

—¿De verdad considerás que la Patria está en peligro?

—Con lo que te acabo de decir sí. Sí, la Patria está en peligro.

—¿No es algo muy fuerte con la historia de este país hablar de la Patria en peligro cuando hay un presidente que fue elegido democráticamente?

—¿Vos creés que la Patria está en peligro solo cuando hay una dictadura? Porque podemos llegar a definir para vos qué es "la Patria está en peligro" y qué es para mí, más allá de que es un eslogan y que se buscó como título de la marcha. Por eso, para la segunda marcha se buscó otro título: "La Patria no se rinde".

—Eso vuelve de alguna forma dueños de la Patria a quienes piensan así y deja a todo el resto afuera.

—No, la Patria somos todos.

—Pero también hay otro sector que en octubre del año pasado volvió a apoyar a este Gobierno, y ese sector también es parte de la Patria.

—Yo creo que diciéndote que cuando viene el Fondo Monetario Internacional, pone las condiciones y toma soberanía del Estado, y el presidente pasa a no tener poder porque hay un poder que está sobre él, que le pone las condiciones, si te digo la Patria está en peligro no estoy hablándole a un sector que puede llegar a votar a Cristina. Si no volvemos a la antinomia, volvemos a peronismo-antiperonismo, K no K. Lo que estoy es invitando, porque a mí, la verdad, hablarle a los propios no me interesa. A mí lo que me interesa es poder decirle a ese otro que cuando lo votó a Macri pertenecía a una clase social que iba a ser engañada, que lo que le estaba diciendo no era verdad, que no le iba a dejar el Fútbol Para Todos y que si quería ver el partido de fútbol iba a tener que pagar, que no era verdad que el de clase media no iba a pagar más Ganancias, que no era verdad la cantidad de mentiras que se dijeron en cuanto los subsidios. Yo a uno que ha sido estafado lo tengo que abrazar, por eso en el discurso del 9 de julio dije: "Esto fue una estafa electoral". No le puedo decir al que fue estafado "Yo te avisé" porque no lo puede ver. Al que fue estafado lo tengo que abrazar y decir: "No lo sabías, pero bueno, vamos, ya está, qué vas a hacer, tal vez no lo viste, no estabas interesado…".

—Mi temor es si eso no es subestimar al otro en cómo votó, porque tal vez no fue estafado.

—Fue estafado porque no le cumplieron con lo que le prometieron, la estafa está ahí. ¿Cómo yo voy a subestimar al otro? Vos podés ver que yo lo puedo subestimar si no se dio cuenta qué era lo que iba a votar y que lo iban a estafar. Si alguien te promete algo y no cumple, ¿vos fuiste estafada o no fuiste estafada?

—Como actriz y como militante, ¿qué te pasa con el procesamiento de Andrea del Boca?

—Hoy por hoy no me pasa nada, porque primero no conozco la causa, entonces no sé exactamente cómo es. Pero no creo que vaya a ser condenada: ella se va a defender, va a poner las pruebas. Lo ha hablado muy claro. Y lo ha hablado con (el titular del sistema de Medios Públicos, Hernán) Lombardi. Está procesada, sigue procesada, pero todavía no está condenada. La situación hoy no está para mirar determinados procesos que además están en la Justicia como para invalidar todo lo otro. Yo vivo en Capital, en un barrio muy bueno, y estoy rodeada de gente que duerme en la calle.

— ¿Te imaginás ejerciendo la política?

Tengo un problema con esta cuestión del acuerdo. Muchas veces uno cuando tiene que acordar con otros tiene que ceder cosas, y ceder cosas de las cuales uno está convencido. Es una negociación. La Carolina de hoy está un poquito complicada en ese lugar. Mi mamá hubiese sido importante viva como para decirme que baje un cambio; ella era mucho más política.

Carolina con su mamá, Irma
Carolina con su mamá, Irma Roy

—¿En 2019 no te voy a ver candidata?

—El 2019 es ya. Ay, no, no sé, no creo.

—¿Pero te tantearon?

—No. Me han tanteado desde siempre, primero porque era "hija de…", y en provincia está el 50 y 50, entonces empiezan: "Che, ¿cuál mujer llamamos?", porque si no existiera la Ley de Cupo no ocuparíamos los lugares de poder. Estamos en las listas porque está la Ley de Cupo. Mi mamá entró número 17 cuando no existía la Ley de Cupo.

—¿Marcelo Tinelli en política?

—¿Tinelli presidente? Yo creo que puede llegar a ser a futuro. Me parece que ya tuvimos un outsider, un tipo que viene afuera de la política.

—¿Por Macri lo decís?

—Sí.

—Pero viene de ser Jefe de Gobierno y de presidir un club.

—Sí, pero el PRO es una cultura de la no política, ellos mismos. Él llega como un outsider, llega un tipo hijo de empresario, estuvo en Boca. Fue el Gobierno de la Ciudad pero creo que lo de Boca pesó más, para el hincha o para los varones que están más relacionados con el tema del fútbol. Después de haber tenido un outsider de la política, yo no veo pegado otro.

—¿Te gustaría que Tinelli se meta en política?

—Si lo quiere hacer… En política hay que tener vocación de servicio. El que no tiene vocación de servicio, que se dedique a otra cosa, que haga negocios. Y que gane plata, que no está mal, algunos quieren ganar plata.

—¿Creés que Macri no tiene vocación de servicio?

—Yo no creo que Macri haga política, creo que Macri hace otra cosa que no es la política.

—Es el Presidente de la Argentina, ¿cómo podría serlo sin hacer política?

—Como lo fue: armando. Lilita (Carrió) le armó todo lo que fue la alianza con el radicalismo. Eso le dio una plataforma a nivel nacional. Tuvo un jefe de campaña que ha hecho presidente a más de uno, que es Durán Barba. Tiene una sombra que es Marcos Peña, que es el gran armador. Estamos más gobernados por Marcos Peña y su logística que por lo que es Macri. Todo eso hizo que fuera Macri presidente. Pero Macri no sabe manejar el Estado: en eso tiene dificultades. Salir a decir que no encuentra el A.R.A. San Juan porque el mar es grande y el submarino es chiquito, ni un niño da esas respuestas. Cuando dice que estamos en medio de la tormenta, todo el tiempo diciendo lo peor ya pasó. Vos podés ser la frase del Sai Baba y de la new age, de Osho, las podés usar para ganar y todo bien, bárbaro, pero no podés seguir tres años de Gobierno diciendo: "Veníamos bien, pero pasaron cosas". No pibe, no pasaron cosas, vos vivís en la Argentina, vivís en un mundo y sos el Poder Ejecutivo. A mí me dan ganas de decirle: "¿A vos te quedó claro que sos el Poder Ejecutivo? Sos el Jefe de las Fuerzas Armadas, tenés un país adelante, tenés millones de argentinos que no les podés decir pasaron cosas". ¿Qué cosas pasaron? Va tu Ministro de Economía afuera y le dicen: "¿Señor, usted cómo está pidiendo inversiones si tiene la plata afuera?". Y él dice: "No, eso es otra cosa". Y no se le mueve un músculo a (Nicolás) Dujovne.

—Se te escucha con ganas de lanzarte.

—No sé, pero por lo menos sí lo que me vas a ver es acompañando un proceso de ayudar, pero hay que meter. Por eso yo creo que las mujeres vamos a ser fundamentales en este aspecto, porque hay un lugar que los hombres no lo tienen, que tiene que ver con la compasión.

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Agenda: Derechas se presenta en el teatro Regina los sabados y domingos a las 13hs y 15hs y los lunes a las 21hs.

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