Osvaldo Laport: "Soy un loquito que siempre se atrevió a transgredir"

A punto de cumplir 62 años, el actor protagoniza "Siddharta", el espectáculo con el que logró vencer el miedo al vértigo y la claustrofobia. Además, en "100 días para enamorarse" interpreta a un abuelo que no entiende que su nieta cambió de sexo: "Por fin la televisión es adulta", dice sobre la ficción de Telefe

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Osvaldo Laport encabeza Siddharta en
Osvaldo Laport encabeza Siddharta en el Teatro Broadway (Fotos: Teleshow)

Llega al teatro con un bolso en la mano y cuenta que viene del gimnasio. Faltan dos horas y media para que comience la función pero a Osvaldo Laport (a punto de cumplir 62 años) le gusta llegar con tiempo y estar listo para salir a escena 45 minutos antes de que se levante el telón.

"Es para meterme en el personaje", explica el actor, que interpreta a un rey en Siddharta, el espectáculo teatral de Flavio Mendoza con el que cual logró vencer dos miedos suyos desde siempre: el vértigo y la claustrofobia.

Sentado en la platea del Broadway, Laport se sorprende al ver parte de la escenografía de la obra: todo lo que sucede cuando él no está en el escenario, no lo había observado nunca. "Tampoco vi videos de mi participación, ni del espectáculo completo", confiesa en una entrevista exclusiva con Teleshow.

Si estoy en un edificio muy alto no me asomo al balcón porque me dan ganas de tirarme

Según detalla, dos compromisos laborales lo habían cruzado con Mendoza antes de comenzar a trabajar en su compañía. En ambas, el productor había manifestado sus ganas de hacer un proyecto teatral que lo tuviera al actor como protagonista.

"Los productores saben que hay un loco, un pirado, al que le dicen: 'Colgate de acá', y se cuelga. Fantaseaba con hacer una comedia musical, pero esta es atípica porque también hay dramaturgia. Hay artistas de circo, bailarines, cantantes y actores. Cuando me convocó, estaba deseando que me hiciera colgar de algún lado", confiesa Laport.

A la maquilladora le lleva
A la maquilladora le lleva media hora preparar al actor

"Soy un actor que siempre se atrevió a a transgredir buscando resultados, más allá del éxito o el fracaso. He hecho una carrera atípica con personajes atípicos y eso es un privilegio. Al igual que esta obra, porque si bien estaba distraído cuando me llamaron, no fue una sorpresa. Yo lo sabía porque sé que me faltan personajes por realizar", dice quien interpreta a Gino en 100 días para enamorarse. "Siempre sentí, y lo sigo sintiendo, que todavía tengo mucha cuerda como actor, que me queda algo distinto por hacer".

Me gustaría hacer de un gordito porque me encanta comer y quiero engordar

Para componer a su personaje, Osvaldo debe llevar un minucioso maquillaje que demanda media hora de preparación. Además, un enorme tapado sobre sus hombros que pesa 10 kilos, una corona, una peluca y dos catsuit con distintos diseños que usa durante el espectáculo, donde además de colgarse de un arnés, se para sobre un angosto poste que lo eleva varios metros del suelo.

"Yo sufro de vértigo. Las primeras paradas eran terribles porque con el peso de la capa tengo que hacer mucha fuerza abdominal para tratar de no tambalearme ni perder el equilibrio. El trabajo que hago está relacionado con los personajes que realizo. En este caso, lo lindo del teatro es que uno va mutando y ahora hago más locuras que antes no me animaba", explica, y describe su temor a las alturas: "Si estoy en un edificio muy alto no me asomo al balcón porque me dan ganas de tirarme".

Siddharta levanta el telón los
Siddharta levanta el telón los miércoles, jueves y viernes a las 20:30; los sábados hay doble función a las 20 y 22:30; y los domingo a las 20

Para este espectáculo, Osvaldo decidió adelgazar cuatro kilos: "Quería estar más ágil para moverme más fácil, no sentirme tan pesado y estar más cómodo, más allá de lo estético".

¿Cómo maneja el vértigo? Según detalla, el texto del guión lo ayuda a perder los miedos. "Lo emocional juega mucho a favor y en contra. Vocalmente tampoco es lo mismo, porque pongo mucha técnica cuando tengo que gritar y llega un momento en el que hay cierta tensión. Para ello, uno tiene que estar sumamente relajado. Eso se va adquiriendo con el tiempo y el correr de las funciones".

La madurez. "Siddharta me encuentra en la etapa justa de mi vida, en la que evidentemente estaba marcado que tenía que hacer este espectáculo y en la  que tenía que transitar la posibilidad de dejar mensajes a la sociedad. Lo lindo de todo esto es que hay una historia en la que se recuperan los valores, donde se enseña ya que, y lo digo con total respeto, estamos viviendo dentro de una sociedad huérfana de valores", sostiene el artista, quien todos los lunes por la mañana dicta clases de teatro en Escobar para 50 alumnos.

En la obra, Laport interpreta
En la obra, Laport interpreta al padre de Siddharta, personaje que realiza Facundo Mazzei

El actor hace hincapié en que el destino "había escrito" cuándo haría este espectáculo . Cuando tenía 18 años, un amigo suyo -a quien define como su "guía espiritual"- le regaló el libro de Siddharta, convirtiéndose en su lectura de cabecera. "Lo lindo es que cosas como estas me han sucedido históricamente en mi vida. Siento que son señales", se sincera quien trabaja desde su infancia: "A los ocho años empecé a vender diarios y no paré nunca más".

Tiempos de cambio. Mientras la maquilladora pincela cada uno de los rasgos de su cara, Osvaldo ceba mate en el camarín y encuentra una nota que su esposa Viviana Sáez –con quien comparte la vida hace más de 40 años- le dejó adentro de su bolso. "Déjame abrazarte para siempre", se lee en el papel que el actor uruguayo guardó en un rincón de su camarín junto a un retrato que su hija Jazmín le hizo cuando era chica.

Con respecto a su rutina física, además de haber adelgazado algunos kilos Laport mantiene un exigente entrenamiento que realiza desde que conoció a su mujer: "Ya estando en Argentina, fue ella quien me empujó a hacer gimnasia. Incluso los días que no hago nada, me siento raro".

Siddharta ya alcanzó los 25
Siddharta ya alcanzó los 25 mil espectadores y probablemente haga temporada teatral en Villa Carlos Paz en el verano

"Hasta ahora no me tocó tener que hacer un personaje gordito, pero me gustaría engordar porque me encanta comer y realmente lo disfruto mucho. No tengo límites, por eso me cuido permanentemente", aclara Osvaldo, que no consume sal, harinas, azúcar, gaseosas, aceite ni alcohol. "Salvo los días que tengo libre y hago un permitido…".

"El entrenamiento está relacionado con las diferentes modas: mi cuerpo fue mutando. Ya no se usa más tanto músculo y estar muy inflado. Ahora, con la obra, estoy más ágil y magro. Tengo ejercicios con peso pero hago muy poco fierro y nada de máquinas. Todo con bandas elásticas", cuenta sobre la rutina que practica, que dura 40 minutos y busca que sea diaria.

Diversidad sexual. En 100 días para enamorarse, la ficción diaria de Underground, Laport interpreta a Gino, el abuelo del personaje de Maite Lanata, la joven que plantea la diversidad sexual al pasar a llamarse Juan en lugar de Juana.

"Estoy orgulloso porque por fin la televisión argentina es adulta, se educa a una sociedad huérfana de valores y de autoridades. Descubrí que no importa si mi personaje aparece todos los días o no. Prefiero que las pocas escenas que tenga, dejen algo", dice Osvaldo.

"Este abuelo -por su personaje- es muy fuerte y se enoja muchísimo. Me emociono acordándome de las escenas porque habrá muchos padres, abuelos, tíos, hermanos, que lamentablemente deben estar padeciendo esta estructura pacata que tiene la sociedad, que está huérfana de información -lamenta-. Pero dentro de todos los personajes atípicos que he realizado, hacer este es un privilegio y lo estoy disfrutando muchísimo. Está buenísimo lo que está pasando".

Comprometido. Hace 13 años que el actor es embajador del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). "Cuando hablo de privilegios y una vida atípica, esto también lo es. Por primera vez Argentina está viviendo una etapa diferente a todos estos años en los que estuve comprometido, porque yo siempre viajaba al exterior a visitar crisis humanitarias", se explaya quien ayudó en el traslado de las primeras familias sirias a Uruguay.

"Hoy, Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Paraguay, Brasil, entre otros, estamos viviendo la apertura de tantos refugiados que están viniendo. Es algo que no se sabe mucho porque no se puede mostrar. Pero es muy loco este trabajo porque es muy difícil de promover qué es lo que hace el ACNUR", concluye Laport su reportaje con Teleshow. Porque faltan apenas minutos para una nueva la función de Siddharta. Y para Osvaldo, es momento de salir a desafiar los miedos, una vez más.

(Fotos: Teleshow)
(Fotos: Teleshow)

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