"En noviembre de 1994, pocos meses después del atentado, AMIA organizó un recital solidario bajo el lema 'Por la reconstrucción y para no perder la memoria', que se realizó en el estadio Obras Sanitarias. Para esa oportunidad, Luis Alberto Spinetta creó un texto que hoy, 24 años más tarde, a pedido de AMIA, el cantante, autor y compositor Gabo Ferro musicalizó e interpretó".
Con esas palabras, la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) presentó el pasado 5 de julio la ahora canción "Abro los ojos" y que hoy, al cumplirse casi dos décadas y media del brutal atentado, acompaña a los familiares y amigos de las víctimas.
(El video del poema de Luis Alberto Spinetta hecho canción por Gabo Ferro)
Ferro se encargó de ponerle música a las sentidas palabras que Spinetta le dedicó a los damnificados del ataque terrorista que dejó 85 muertos y más de 300 heridos.
El video presentado por la AMIA cierra con las palabras que el "Flaco" brindó en el festival del 30 de noviembre de 1994: "Ustedes saben que acá no queda ningún espacio ni para egos, ni para otras estupideces, sino para luchar por una humanidad que se niega a comprender la importancia de la paz", expresó.
Y agregó: "Esta adhesión, en forma personal, aparte de dedicarle con todo amor a todos los damnificados por este atentado horrible, y por cualquier comunidad cuyos hogares, cuyos hijos se ven amenazados, donde los niños no son tenidos en cuenta, donde el odio, el resentimiento, la venganza ancestral superan la barrera del raciocinio, ya no es una cuestión de judíos, árabes o maoríes, se trata de la vida en el planeta Tierra".
El videoclip, de casi cinco minutos de duración, cierra con el siguiente mensaje de la mutual israelita: "85 personas asesinadas, más de 300 heridos y dolorosos años de impunidad son la consecuencia del atentado terrorista que destruyó la sede de la AMIA el 18 de julio de 1994 a las 9:53 AM en la ciudad de Buenos Aires, República Argentina. No queremos nada menos que la verdad. No exigimos nada más que justicia".
El sentido poema de Luis Alberto Spinetta
Abro los ojos, ya todo pasó.
Solo quedan sin resolver los reflejos de las miradas,
que se han perdido entre nuestras cosas más queridas.
Abrazados como estábamos, no percibíamos el infierno.
Yo creí, por un instante, que podría olvidar el dolor.
Al intentarlo vi la sonrisa de unos niños.
No tenían banderas, ni ejércitos.
Todo aquello que nos separaba, desapareció.
Solo quedamos esperando una sonrisa, un gesto.
Ese silencio hace despertar en nosotros la esperanza
de que tal vez, un día, ya no existan los enemigos.
Abro los ojos, ya todo pasó.
SEGUÍ LEYENDO: