"La última vez que pude visitar a mi papá en el hospital fue para decirle que mi disco había sido nominado a los (premios) Gardel. Hizo un movimiento semejante al que hacemos cuando nos da un chucho de frío y apretó los dedos. El día que yo debía ir a los Gardel, falleció".
Benito Cerati reveló por primera vez cómo transitó los últimos cuatro años de vida de su papá, Gustavo Cerati, tras haber sido internado por un ACV el 15 de mayo de 2010, en Venezuela. Y de qué manera enfrentó -a veces perdiendo la batalla- su partida, el 4 de septiembre de 2014.
Lo hizo desde su cuenta de Twitter, a través de una serie de posteos -15 en total- que surgieron de una trágica noticia: la muerte de Daniel Sais, ex tecladista de Soda Stereo, provocó una necesidad exteriorizar en las redes tantas emociones (o como él la definió: "Spammeo tweets en mis crisis"). Fue entonces cuando, tras retuitear el mensaje de condolencias de la familia Cerati por Sais, Benito dio lugar a sus confesiones más profundas.
"Me hacés falta, pero después me acuerdo que ya me diste todo", escribió el hijo mayor de la artista chilena Cecilia Amenábar, resaltando que darse cuenta de su madurez ("Yo puedo solo", dice) es casi un homenaje a su papá: "Siempre me lo dijiste y recién ahora lo estoy creyendo".
Benito contó que antes de iniciar su recorrido por distintos países de Sudamérica (el creador de Soda Stereo sufrió un ACV tras un concierto en Caracas, Venezuela), Gustavo se despidió de él de una manera particular: "Lo último que me dijo mi viejo fue 'No nos vamos a ver por un largo tiempo, muchacho. Cuidate'. Y se fue de gira. Por el Universo".
Fue todo un presagio. "Me acuerdo de quedarme pensando: 'Pero es re común que se vaya de viaje por un mes, no entiendo por qué tanto enfasis en el tiempo' -explicó Benito-. Lo bueno es que él estaba seguro de que nos ibamos a volver a ver después de ese largo tiempo. Yo también lo estoy".
"Los cuatro años siguientes (que Cerati transcurrió en coma) fueron horribles. Fueron ver a un padre morir todos los días. Fueron cuatro años donde mi vida estuvo estancada. Donde no hubo progreso, solo deterioro físico y mental para la familia. Recién hoy estamos empezando a salir adelante".
Cuando su padre fue internado en Caracas después de aquel concierto, Benito tenía 16 años. Y estaba a dos meses de cumplir 21 cuando falleció. "Hasta mis 22 años fui un zombie, sin pensamiento propio. Estaba en piloto automático. No se puede procesar un duelo que no entendés (…). Entre todo esto salí del clóset, batallé contra una ansiedad generalizada y una depresión profunda". ¿Y ahora? "Lo bien que estoy hoy, wow", dice, casi asombrado. "No estoy triste. Estoy feliz. Las cosas están saliendo increíblemente bien. Es justamente mi progreso lo que me hace melancólico".
Pero sus familiares también enfrentaron en estos años "sus propios problemas manejando la situación", y él mismo fue testigo de que "ninguno podía más". También habló, sin dar mayores precisiones, de "otros buitres alrededor que se aprovechaban" para hacerles "más daño" a los Cerati. "Hay muchas cosas muy dolorosas que sucedieron al mismo tiempo que mi padre estando en coma y la presión social que tuvimos en ese momento. Ha sido duro".
Además de asegurarles a sus seguidores que no habla de su padre "todo el tiempo", Benito les avisó: "Guarden esto porque es lo último que voy a decir sobre el tema. Cuesta mucho. No lo digo en entrevistas ni al aire en nada porque no puedo no llorar".
Aquí, todos los mensaje de Benito:
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