Tití Fernández recordó emocionado el último cumpleaños con su hija Sol en el Mundial de Brasil

Hace cuatro años celebró por última vez con María Soledad. Su hija de 26 años falleció dos semanas después en un accidente automovilístico mientras viajaba para visitarlo de San Pablo a Belo Horizonte

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Tití Fernández con su hija
Tití Fernández con su hija Soledad

Con un conmovedor tuit y una foto, Tití Fernández recordó a su hija María Soledad, quien murió a los 26 años en un accidente durante el Mundial Brasil 2014, cuando viajaba en un auto desde San Pablo a Belo Horizonte para darle una sorpresa a su padre.

El periodista deportivo hoy cumple 67 y, como desde hace cuatro años, tuvo a su hija presente. Emocionado, Tití escribió:

"Hola Sole, este fue el último beso que me diste un día que cumplía años. Fue hoy hace 4 años, no quisiste que lo pasará sólo y me sorprendiste. Pienso que si no hubieras venido hoy te podría tener conmigo. Te extrañamos. Te amamos #nuncatevamosaolvidar"

Soledad, en el Mundial Brasil 2014
Soledad, en el Mundial Brasil 2014

María Soledad Fernández, periodista igual que su padre, estaba cubriendo la Copa del Mundo para Torneos y Competencias. Para sorprender a Tití, que realizaba la cobertura para Fox Sports y la Televisión Pública, la joven viajó con dos periodistas de torneo desde san Pablo hacia Belo Horizonte donde estaba el periodista deportivo.

En el kilómetro 619 de la ruta BR-381 en Oliveira, en la región central de Minas Gerais, el auto en el que viajaban fue embestido con violencia por un VW Gol y María Soledad, que iba en el asiento de atrás, fue despedida con violencia. Un año después, el joven que provocó la tragedia fue condenado a cinco años y tres meses de prisión.

El conmovedor tuit de Tití
El conmovedor tuit de Tití recordando a Sol

Miguel Tití Fernández pasó ese último cumpleaños feliz de 2014 junto a Sol  y así lo recordó:  "Yo no quería que fuera al Mundial, porque sé lo que es Brasil, pero me ganó ella. Me sorprendió el día de mi cumpleaños y la pasamos extraordinariamente bien. No saben lo que disfrutamos. Íbamos a cenar y ella me elegía los lugares. Me enseñó a tomar una caipirosca de frutilla, que jamás había tomado y le dije '¡qué rico!'".

Luego, sensibilizado, reveló la tristeza que le produce vivir sin su amada hija: "La tengo presente a cada minuto".

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