Karol Sevilla, a solas con Teleshow: "Con Luna crecimos al mismo paso porque las dos pasamos por lo mismo"

La protagonista de la exitosa serie "Soy Luna" abrió su corazón en una entrevista íntima. Además, y en exclusiva, nos abrió la puerta de los ensayos del nuevo espectáculo en el Luna Park

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"Estamos muy entusiasmados: es un sueño", cuenta una Karol Sevilla muy emocionada, a días de debutar en el Luna Park con el nuevo espectáculo de Soy Luna, que la llevará nuevamente de gira por Latinoamérica para luego desembarcar por primera vez en Estados Unidos.

El elenco de Soy Luna recibió a Teleshow y le permitió espiar y compartir los ensayos del nuevo show, que presentará durante 14 fechas en el mítico estadio porteño. "Ya le agarré cariño a los patines: siento como que estoy volando", dice la referente de niñas y adolescentes, que popularizó nuevamente el patinaje entre sus fans. "Obviamente, con miedo de caerme del escenario", advierte Karol, ya que en el espectáculo que debuta el viernes 15, no se sacará los patines en ningún momento.

—Luna fue creciendo en las tres temporadas de la serie. Pero, ¿qué le pasó a Karol en estas tres temporadas?

Aprendí a crecer con Luna. Crecimos al mismo paso, porque las dos pasamos exactamente lo mismo: el tener que venir a vivir a otro país, acostumbrarnos a una gran ciudad, a nueva gente, nueva escuela, nuevos amigos. A las dos nos pasó mucho eso, realmente. Crecí muchísimo, en todos los aspectos: como actriz, como persona… de estatura no tanto (risas). Aparte la forma de trabajar aquí en Argentina es totalmente diferente a lo que yo estaba acostumbrada en México. Y eso fue para mí un cambio muy drástico, como que me voltearon la tortilla: toda mi vida cambió, de la nada soy conocida.

—Venías trabajando en México, pero este personaje fue una explosión de fama mundial: gira por Europa y Latinoamérica.

—Fue una locura. En México trabajo desde los seis años y era medio conocida, tampoco te digo que caminaba por la calle y se alocaban. Pero con Soy Luna de repente explotó: ir a Europa y que conozcan cómo hablas, de repente dicen palabras en mexicano, o tener tu cara en todos los shows con las playeras, con las vinchitas, era una cosa impresionante. Todavía no lo digiero muy bien.

—Venimos charlando desde la primera temporada y siempre estás acompañada por tu mamá. Me acuerdo que en ese momento decías que te gustaba salir a los shoppings para que la gente te reconociera. ¿Te sigue gustando o salís tapada, con visera, anteojos y capucha, para pasar desapercibida?

—¿Me creerás que no? Es rarísimo, pero no tanto. Cuando estoy de malhumor o así, trato de no salir a la calle: no me gustaría ser grosera con esa pequeña que tal vez se acerca y que te admira. Ella no tiene la culpa que haya tenido un mal día. Cuando estoy de mal humor trato de no salir a la calle, de quedarme en mi casita y tener todo el malhumor en la almohada. No me gusta salir ni tapada ni con lentes, me parece algo que es re presumido.

—El vínculo con los fans…

—Me encanta muchísimo. Si no fuera por ellos, no seríamos famosos.

—¿Quién es éste osito? (Llegó al ensayo y a la nota con un oso de peluche que nunca soltó).

Se llama Enfermito. Me acompañó desde la gira de Estados Unidos cuando fuimos a hacer prensa, y me recuerda mucho a mi hermano. En México somos mucho de familia, de estar acompañados, de estar así. Y mi hermano no me puede acompañar esta gira. El oso me lo regaló una fan y mi hermano le puso Enfermito porque dice que tiene cara de enfermito. Desde ahí dije que me iba a acompañar porque era mi hermano que me estaba acompañando y va a estar conmigo todos los días. Le tengo mucho cariño y mucho amor.

—¿Te ponés nerviosa antes de los shows?

—Tengo ganas de correr, meterme al baño y no salir. Sí, siempre.

—¿Hay cábalas?

—Sí. Con todo el elenco hacemos una cábala: contamos hasta un número tal. En la gira de Europa contábamos hasta el 20. Horas contando, porque cada uno contaba su número. Yo aparte me voy siempre a lo oscurito, así, chiquitito, y suelo pensar en mi objetivo, pensar en que tal vez para un niño que esté ahí es su primer show en su vida y tiene que ser el show de su vida, tiene que disfrutarlo completamente, dar siempre lo mejor de Luna. Trato de entrar en el personaje, nunca dejarlo fuera de mí. Y toco tres veces en el piso: me ayuda para estar plantada y no volar de más. A veces al salir al escenario, escuchar tanta ovación, tanto cariño, también pues se te sube, y de repente vuelas de más. Para mí es como estar plantada y decir: "Bueno, esta es una oportunidad que me está dando la vida y a disfrutarla, porque no sabemos si el día de mañana se vuelve a repetir".

—¿Pasó esto en algún momento? ¿Esa adolescente que llegó de México se la creyó un poquito?

—Si te digo que no se me subió, voy a ser súper chismosa. Sí, obvio. Aparte, a todos los actores nos gusta que nos den palmaditas en la espalda, pero hay veces que esas palmaditas se vuelven de más, te vuela de más y de repente te das cuenta y chocas tú, solita, con la pared. Uno se da cuenta porque choca solito. Y dice: "Huy, huy, ya estoy muy alto". Pero por suerte siempre está mi familia, mi mamá que me dice: "A ver, mi hijita, ya baja dos rayitas a tu carro porque estás muy acelerada mi amor". Y mi hermano; ya cuando me llama mi hermano es porque hice algo. Por suerte tengo a mi familia que siempre me está conteniendo, me mantiene los pies en la tierra. Y eso es lindo.

—Sabemos cómo está el corazón de Luna. ¿Y cómo está el corazón de Karol?

—Feliz, está 100% feliz. Está arriba de los escenarios. Enamorada de lo que estoy haciendo. Ayer hicimos una pasada de show ya completa; obviamente, faltan cosas de arreglar, pero me fui muy contenta con la pasada porque siento que he crecido mucho. Tan solo verme patinar tan bien, fue un día de pensar un montón de cosas: Llegué sin patinar nada y ahora estoy patinando arriba de un escenario con un lugar tan pequeño, un show en donde estoy todo el tiempo en el escenario, donde canto mis textos, y tener la oportunidad de estar ahí es como que te ponés a pensar un montón de cosas. Me quedé muy conforme con lo que hice ayer en la pasada. Estoy muy contenta,muy emocionada. No tengo a nadie, por ahora estoy muy bien, no necesito a nadie para estar contenta.

—¿Y el sueño por dónde pasa? No sé si hace cinco años podías fantasear con este presente y todo lo que pasó. Si pensás dentro de cinco años, ¿cuál es la fantasía?

—Tenía seis años cuando empecé. Para mí era un sueño, era un juego, y ahora ya es una responsabilidad, ya es mi futuro, es mi trabajo. El sueño más grande es poder ser muy grande en mi carrera, pero me gustaría que la gente me conozca por todo lo que he luchado para llegar a ese lugar. Que no me conozca porque la he tenido fácil: que sepan que he luchado y me he esforzado muchísimo, que he tenido lágrimas, sudor, de todo, para llegar a ese lugar. Quiero ser una gran actriz en mi trabajo, quiero tener muchas tablas y que la gente me reconozca por eso.

—¿Dónde? ¿Argentina? ¿México? ¿Estados Unidos?

Argentina es mi segunda casa. Es el lugar que me dio la oportunidad de mostrar mi talento. Lo amo, y si me dicen trabajar aquí, obviamente para mí sería un honor. Pero sí me gustaría más trabajar para películas en Hollywood. Me gustaría muchísimo estar en esas ligas. Sé que poco a poco lo voy a ir logrando. Con clases, con trabajo, con dedicación, pues voy a poder llegar hasta allá.

—¿Qué mensaje les dejás a las nenas que te aman?

—Ay, que yo también las amo, en primera. Y que siempre sigan su sueño, que nada es imposible. Que va a haber mucha gente que te va a querer derrotar en tu vida, y va a querer decirte que eres mala y apagar tu luz, pero que no dejemos que eso pase. Que sigamos adelante, que nos preparemos. La escuela es lo más importante, aunque no nos guste. Y que no dejemos caer nuestros sueños. Eso, jamás. Una princesa no tira la corona nunca.

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