"¡Dale campeón! ¡Dale campeón!", festejó a los gritos, el elenco de Un gallo para Esculapio, el unitario de Underground que se quedó con el Martín Fierro de Oro el domingo por la noche en la entrega de premios más importante de la televisión argentina.
Repartidos en 54 mesas, los más de 500 invitados –en 2017 habían sido casi 700- fueron testigos de una nueva ceremonia organizada por APTRA (Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentina) y que se llevó a cabo en el exclusivo Hotel Alvear Icon.
"Es la fiesta más lujosa de todas. Se hizo con un presupuesto de 15 millones de pesos", había adelantado Luis Ventura, presidente de la institución, a Teleshow minutos antes de subir al escenario y dar su discurso, en el que incorporó "el ambiente callejero y la realidad nacional".
El menú, la ubicación de las mesas y la desconcentración de los famosos
"Todavía no se dieron cuenta de que estamos al aire", se escuchó decir –casi en modo de reproche- a Marley, el conductor de la entrega de premios, cuando finalizaba el corte comercial, momento en que los famosos aprovechaban para levantarse de su silla e ir a saludar a sus colegas.
Las mesas más cercanas al escenario estaban designadas para Susana Giménez, que fue por primera vez con sus dos nietos, Lucía y Manuel Celasco; Mirtha Legrand; los directivos de Telefe y El Trece; así como las principales productoras de televisión.
"De la mitad del salón para atrás, sentaron a los periodistas que votaron y a los que se sabía que no iban a ganar mucho, de manera tal que los camarógrafos estuvieran más cómodos para moverse", contó, durante la fiesta, un miembro de APTRA a Teleshow.
Los dos reencuentros de Laurita Fernández
La protagonista de Sugar llegó cuando la ceremonia ya había comenzado porque tuvo función. Con un vestido largo plateado, la bailarina, que esta semana confirmó su separación de Fede Bal, se acercó a saludar a su otra ex pareja, Federico Hoppe, que estaba en una mesa destinada para la producción de Ideas del Sur.
El productor ejecutivo de ShowMatch regresó de Mar del Plata junto a Pablo Chato Prada para asistir al evento en representación del programa y de Marcelo Tinelli, que no estuvo presente porque se quedó en la costa argentina, a donde viajaron con el equipo de producción del Bailando para comenzar los preparativos del programa que regresa a la pantalla en agosto.
Después de mantener una distendida charla con su ex, Laurita caminó hasta la mesa de Susana Giménez. Impulsada por Anita Tomaselli –jefa de prensa de Gustavo Yankelevich, productor de Sugar-, la conductora saludó a la bailarina que la supo interpretar sobre el escenario en el espectáculo teatral.
Encuentros y desencuentros
Juana Viale, que fue para acompañar a Mirtha Legrand, que este domingo cumplió 50 años al frente de su clásico programa, también se acercó a saludar al Chato Prada y Fede Hoppe. La actriz fue participante del Bailando y los productores la tentaron para que integre el jurado del certamen de este año.
Mica Viciconte, por su parte, compartió mesa con el Pollo Vignolo y el equipo que lo acompaña en Pasión por el fútbol, ciclo que se ganó una estatuilla como mejor programa deportivo. La ex multicampeona de Combate había llegado al país horas antes de la ceremonia de unas románticas vacaciones con Fabián Poroto Cubero.
"No vino porque se quedó con las nenas. La madre está acá, así que se quedó con ellas", contó quien no descartó la posibilidad de realizar un futuro viaje con el capitán de Vélez y las tres hijas que tuvo con Nicole Neumann, con quien Mica no tuvo contacto en toda la noche. "Igual, si me la cruzo está todo bien", advirtió la panelista de Incorrectas.
Lourdes Sánchez, que estaba en otra mesa junto al equipo que lo acompaña en su programa infantil, se pasó a la de al lado después de su terna. La animadora se acercó a felicitar a Piñón Fijo –que se quedó con la estatuilla- y se sentó junto a su pareja, el Chato Prada y sus ex compañeros de Ideas del Sur. Lo que quedó de la noche, la pareja se mostró muy enamorada, expresiva y cariñosa.
Nicole Neumann fue junto al equipo de Cortá por Lozano y estuvo sentada a unas mesas de Pampita. Lejos de buscar confrontar, las modelos y conductoras ni siquiera se miraron y evitaron cruzarse. Así siguieron alimentando su histórica rivalidad.
Cuando terminó la entrega de premios, Pablo Echarri, que no había asistido, se acercó hasta el hotel para buscar a Nancy Dupláa, que estuvo presente junto a Carla Peterson y Juan Minujín, sus compañeros de elenco de 100 días para enamorarse.
Ni una menos y la legalización del aborto, presente arriba y abajo del escenario
En más de un discurso de la noche, se escuchó a varios famosos –hombres y mujeres- manifestarse a favor de la legalización del aborto. Incluso, había una premisa de ir vestida de verde a la ceremonia en referencia al color del pañuelo por la Campaña Nacional Por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Si bien no muchas eligieron ese color –sí lo hicieron Julieta Ortega, Lucía Celasco, Micaela Vázquez, Carolina Prat, Nancy Dupláa, entre otras-, muchas llevaron el pañuelo en su muñeca o una pulsera verde.
"Cada uno tiene sus maneras de expresarse. Quizás la mía no es tan expuesta, pero es una causa que sí apoyo. Por supuesto que el aborto siempre tiene que ser la última opción y no la primera, pero me parece que está bien apoyarlo", aseguró Celeste Cid, que recibió el apoyo de su colega Marcela Kloosterboer.
Eva de Dominici, que se quedó con un Martín Fierro por su labor como actriz protagonista de La fragilidad de los cuerpos, lució un vestido diseñado por Verónica de la Canal que tenía estampadas frases a favor de la legalización del aborto.
"Con muchas actrices argentinas decidimos darle visibilidad en este evento. Nos parecía bastante contundente hacerlo acá porque está lleno de periodistas e íbamos a tener la posibilidad de poder hablar sobre el tema", explicó la actriz a Teleshow.
Pampita, la más atenta al qué dirán
Durante los cortes comerciales, la modelo y conductora estuvo atenta a lo que comentaban de ella en las redes sociales. No solo en los mensajes que recibía en su cuenta, sino que también escribió su nombre en el buscador y leyó lo que decían los usuarios.
"Escucho las críticas. Todo sirve para aprender. Voy menos de dos meses, queda un largo camino por delante y la única forma de aprender es estando ahí todos los días. La experiencia", dijo la conductora de Pampita Online.
Las perlitas
Cuando finalizó la entrega, Julieta Ortega paseó por los pasillos del hotel porque la tarjeta para ingresar a la habitación en la que se había cambiado se desmagnetizó y no podía abrir la puerta. Debió bajar a la recepción y pedir una nueva, para poder ponerse ropa más cómoda e ir a festejar junto al equipo de Un gallo para Esculapio.
Pasada la una de la mañana, algunos de los invitados se retiraron no solo con la experiencia de haber sido parte de una nueva entrega de premios, sino que, además, bajo el aval de los organizadores, se llevaron de souvenir la lámpara que había en el centro de cada mesa y que estaba decorada con la gráfica de las distintas ficciones argentinas y los ganadores del Martín Fierro de Oro.
Un gallo para Esculapio, el gran ganador de la noche
Antes de que Marley anunciara al ganador, y por los premios que los actores y guionistas se habían llevado, las cámaras de Telefe ya apuntaban hacia donde se encontraban los creadores del unitario que tendrá una segunda temporada.
Cuando terminó la transmisión, el elenco de la ficción se quedó festejando en las escaleras del escenario, en donde se sacaron la foto con la estatuilla que el productor levantó con su derecho. Al grito de "¡Dale campeón!", los actores se fundieron en un abrazo que emocionó al propio Ramón Palito Ortega, que acompañó a su hijo en la especial noche.
Además de celebrar junto a su socio, Pablo Culell, Sebastián Ortega festejó su cuarto Martín Fierro de Oro –ya había ganado una estatuilla por Lalola, Graduados y El Marginal– con su pareja, Carla Moure, con quien se mostró muy cariñoso durante la ceremonia.
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