Pasó nada más y nada menos que medio siglo encabezando la mesa más famosa de la televisión argentina. Sin embargo, Mirtha Legrand aún recuerda como si fuera hoy el primer programa de Almorzando con las estrellas, el que dio inicio a la "leyenda", como a ella misma le gusta decir.
"Recuerdo que había pollo, me sirvieron pata y Daniel (Tinayre) le dijo al mozo: 'No, sírvale pechuga porque le gusta la pechuga'. Y yo me empecé a reír ahí, y me sentí mucho más cómoda porque me hizo sentir como si estuviera en mi casa, una mesa familiera. Así que eso es lo que más recuerdo", recuerda la diva, entre risas, en diálogo con Teleshow.
Había pollo, me sirvieron pata y Daniel (Tinayre) le dijo al mozo: ‘No, sírvale pechuga porque le gusta la pechuga’
"Cuando terminó el programa fui a la casa de una amiga mía y me llamó (Alejandro) Romay para decirme que habíamos hecho un rating fantástico. Me dijo 'Como 11 puntos', y yo respondí '¡Qué poco!', porque el parámetro era de uno a 50. '¡Qué poco!', le dije, y me dijo: 'No, fantástico, fantástico!'. Así empezó la leyenda".
Pero, ¿cómo fue vivir aquella primera vez al frente de un ciclo que, con el tiempo, terminaría siendo emblemático? "No estaba nerviosa: estaba de muy buen humor, muy contenta. Fue una mesa cariñosa, de gente amiga. estaba (el realizador Leopoldo) Torre Nilson, (el productor Alberto) Migré, (el actor) Duilio Marcio, y no recuerdo muy bien, pero me parece que estaba (la novelista) Beatriz Guido, Daniel, yo. Así que la pasé muy bien, de muy buen humor".
Quizás, porque las expectativas eran otras… "Creí que empezaba y a la semana terminaba. Nunca imaginé este suceso, ¡nunca jamás! Pero desde el primer día tuvo rating".
"La idea de comer frente a cámara no era tan común en ese momento -explica Chiquita-. A mí también me resultaba extraño comer y hablar: es difícil, es muy difícil. Pero resultó muy bien, muy afectuoso todo. Eramos todos conocidos y amigos, y además tenía un equipo buenísimo: Alicia Norton, Barbeito, después se incorporó Dani Mañas, toda gente querida".
Fui muy criticada al principio: me criticaban los medios, algunos periodistas. No era común que una actriz condujera un programa
La memoria prodigiosa de Mirtha va más allá del estudio de televisión de Canal 9. "Era un día medio nublado, me acuerdo perfecto del día", se explaya, señalando además que "el decorado era chico, pero de muy buen gusto".
"Fantástico, es casi un milagro que el programa se haya mantenido durante 50 años. Ha ido evolucionando, yo también fui evolucionando. Yo fui muy criticada al principio: me criticaban mucho los medios, algunos periodistas. No era común que una actriz condujera un programa como hoy sí lo es", dice Legrand, toda una pionera.
"Fui estudiando, me fui perfeccionando. Y bueno, hasta el día de hoy que estudio, leo, hago mi producción con mi equipo, me ocupo prácticamente de todo junto con Nacho (Viale), que es el productor. Pero bueno, queremos la excelencia: yo quiero la excelencia siempre".
Frente a la llegada del aniversario, ¿cómo imagina la celebración? "¡Ay, no sé! Tengo miedo de llorar, creo que va a ser muy emocionante, muy cariñoso y muy cálido -confiesa-. Pero el nuestro lo pasamos para el otro domingo, para no tener el mismo día Martín Fierro (se entregan esta noche). Por supuesto que habrá una torta y festejaremos con los invitados y con todos mis colaboradores".
Señoras y señores, Mirtha Legrand. Aquella que se atrevió al desafío de comer por televisión pensando que no duraría más de una semana y que, casi sin darse cuenta, ya lleva 50 años siendo parte de la mesa de todos los argentinos. ¡Salud!
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