Este domingo 3 de junio fue un día muy especial para Mirtha Legrand. Porque quiso el almanaque -caprichoso a veces, oportuno otras tantas- que justo hoy se cumplieran 50 años de su primer programa, que se llamó Almorzando con las estrellas. Y luego de haberse puesto al frente al mediodía una nueva emisión en Canal 13, por la noche la diva fue distinguida especialmente por APTRA en la entrega de los Martín Fierro 2018.
Fue Susana Giménez, nada menos, quien la presentó. "Ella es una número uno, inteligente, sagaz, simpática, incisiva, una mujer brillante, de una lucidez absoluta. Detallista. Coqueta", empezó diciendo la conductora de Telefe.
Y como si no estuviera leyendo, continuó. "Yo, que la conozco bien, puedo decir que no hay ninguna persona que se le parezca. Bueno, salvo su hermana melliza", bromeó Su, dando paso entonces a un video especial sobre el histórico ciclo de Chiquita.
Y Mirtha –ganándose una de las grandes ovaciones de la noche– subió al escenario. "¡Ay!, yo dije que no iba a llorar… ¡Qué emoción!, Dios mío", comenzó su discurso de agradecimiento, siendo notorio que estaba emocionada como pocas veces. Tanto que se vio obligada a pedir la presencia de su nieta, Juana Viale, allí, a su lado: "Vení Juani, que me apoyo en vos. Me tiemblan las piernas", le dijo, en un momento.
Chiquita hizo una divertida mención a Susana: "Querida de toda la vida. Podría ser mi hija (rió). ¡Es divina!". Y le solicitó al resto de los presentes en la sala del hotel Alvear Icon que se sentaran: "Por favor, me da vergüenza que estén de pie", invitó.
La gran diva de la tevé explicó que en este medio siglo con su ciclo atravesó "momentos duros y otros placenteros". Pero, ¿y en el presente? "He sido muy castigada últimamente. Sí, un poquito de respeto", exigió, con una sonrisa, y haciéndolo extensivo a su nieto y productor, Nacho Viale.
"No es fácil la vida de un artista, más cuando queda sola: todavía hay mucho machismo y es difícil desenvolverse", lamentó Legrand, y apeló a una imagen cargada de nostalgia: "De chiquita quería que llegara el lunes para ir al colegio. Ahora deseo que llegue el fin de semana para ir al programa". Y la misma conductora que todos los años amaga con que sea su último en la pantalla chica, aclaró: "No tengo necesidad de trabajar, pero mientras mi cerebro esté bien voy a seguir en esto".
‘He sido muy castigada últimamente. Sí, un poquito de respeto’, exigió, con una sonrisa, y haciéndolo extensivo a Nacho Viale
Haciendo hincapié una y otra vez en que su discurso sería "corto" ("No voy a ser larguera", adelantó, aunque terminó hablando unos siete minutos), Mirtha recordó "al creador de todo esto, don Alejandro Romay" (al mencionarlo, elevó la mirada y envió un beso), y también a Samuel Yankelevich, "uno de los que tuvo la idea".
Legrand recordó que cuando Romay y Yankelevich le acercaron la propuesta, no le encontraba sentido: "No entendía. ¿Comer en televisión y hablar al mismo tiempo?". Pero el Zar de la televisión, con su "exuberancia", insistió: "Con 12 invitados, porque 12 son los meses del año, y 12 los Apóstoles". "¡Qué locura!", respondió Chiquita. Hasta que se convenció, claro.
No es fácil la vida de un artista, más cuando queda sola: todavía hay mucho machismo y es difícil desenvolverse
Sobre el estrado, mencionó a los primeros invitados: "Romay no estaba en la mesa", dijo, memoriosa. Y contó que en el programa le sirvieron un muslo de pollo, pero con la intervención de su esposo, Daniel Tinayre (también presente en la mesa de aquel mediodía), se la cambiaron por pechuga, su favorita. A partir de ese gesto, se relajó: "Me dio una gran tranquilidad".
Como si tal cosa, después del programa fue a tomar el té con una amiga. El mozo le alcanzó el teléfono: al otro lado, Romay. "¿Vos sabés el rating que hiciste?", inquirió. Los 12 o 13 puntos le valieron una reflexión de la conductora: "¡Qué poco!". "No, ¡fantástico, una barbaridad!", retrucó el productor de Canal 9. "Yo no tenía el parámetro exacto de cuánto era mucho o poco", se justificó Mirtha -en sus palabras de hoy- sobre la confusión de aquel día.
"50 años… Hoy hace 50 años que nació este leyenda -resaltó Legrand-. Era un día como hoy, seminublado. Yo no tenía idea de qué iba a hacer". Y sin embargo… "Yo creí que era debut y despedida".
Y aquí está. ¡Allí está!
Por eso, no le hagan caso, señoras y señores. ¡Pónganse de pie! La Chiqui se merece una ovación interminable…
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