Horacio Fontova: "Hoy 'Sonia Braguetti' sería bienvenida porque era zarpada pero no perversa"

En diálogo con Teleshow, el artista habló de sus nuevos shows, de la actualidad del país y de por qué ve lejana su vuelta a la televisión. Además, su recuerdo del inolvidable Jorge Guinzburg y el humor de "Peor es Nada". "Ese tipo de programas ya no existen más", sentenció

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A lo largo de su rica y extensa trayectoria supo lograr tres premios Martín Fierro, dos por su labor en televisión -de la mano de su inolvidable interpretación de Sonia Braguetti junto a Jorge Guinzburg en Peor es Nada– y el restante a raíz de su participación en radio, cuando con Coco Sily y Pedro Saborido hacían Código de barras.

Sin embargo, para Horacio FontovaEl Negro, para todo el mundo-, la música sigue y seguirá siendo "el eje" de su actividad, según sus propias palabras.

(Crédito de Foto: Gonzalo Pérez
(Crédito de Foto: Gonzalo Pérez Martínez Campos)

Por eso, si bien alterna con alguna aparición en cine -como Sin hijos, lo último que hizo junto a Diego Peretti– lo central para Fontova pasa por Variaciones Nigger, una serie de conciertos que se encuentra brindando durante todos los jueves de mayo a las 21, en el Club Atlético Fernández Fierro (Bustamente 772).

"La música no es humorística. Siempre hay intervenciones mías delirantes, cuento cosas, pero digamos que la música está seriamente hecha. Y siempre con algún invitado sorpresa, como Hernán Lucero y Claudio Kleiman. En la parte folclórica me acompaña un dúo de danza muy bueno, Adrián Bernal y Andrea Hammerschmidt, que hacen un folclore no tradicional, una cosa muy libre", explicó el artista, quien conjuga en escena los repertorios de El color de mi tierra (de alto contenido folclórico) con El affaire Luciana, donde mediante un hilo conductor de ficción interpreta músicas del mundo.

(Crédito de Foto: Eduardo Fisicaro)
(Crédito de Foto: Eduardo Fisicaro)

¿Y volver a la televisión? Horacio se muestra escéptico. "Lamentablemente, las cosas han cambiado para mal. Fijate vos que ya no existen más programas como el que hacíamos con el petiso querido Guinzburg, como el que hacía Olmedo, o La tuerca, o los uruguayos Telecataplum. Me parece que es una cuestión de inversiones: hoy todo se reduce a la tarasca y a la transa. Pintó así la cosa, y ha cambiado mucho", sentenció.

"Ya pasó el tiempo, yo no soy tan joven y habría que ver cómo sería el proyecto. Habría que analizar la cuestión -dice, sobre un hipotético regreso-. Igual, hay mucha gente, amigos, con quienes yo compartí Delicatessen. Con todos ellos, como por ejemplo Diego Capusotto, volvería a hacer algo".

(Crédito de Foto: Eduardo Fisicaro)
(Crédito de Foto: Eduardo Fisicaro)

Pero el diagnóstico que Fontova lanza sobre la realidad de la pantalla chica y los programas que se ponen al aire, no resulta alentador. "Es difícil, lo tendría que analizar un buen sociólogo porque me parece, por cómo viene la mano, que la decadencia es internacional".

"Hay como una especie de Pac-Man desatado que viene a por todo, en todas partes. Fijate que hubo una pequeña isla donde pintaba que la Patria Grande latinoamericana iba a ser posible, y fue posible en algún momento, pero ya se acabó. Las garras del Imperio han aparecido, porque estaban los tipos ahí, escondidos en sus cavernas, y ya salieron", dijo, ahondando en su análisis al unir este concepto con su visión política de nuestro país.

"Es un desastre: en dos años arrasaron con todo, lo que estamos viviendo es una locura. Y aparte no se reconocen viejos logros. Por supuesto que se cometieron muchos errores en la década pasada, pero los logros fueron muchísimos. La repatriación de los científicos del Conicet, la reestatización de YPF, de las AFJP, Aerolíneas, el matrimonio igualitario, un montón de logros", enfatizó Fontova.

"Es muy raro: se han tomado medidas que las van a pagar los tataranietos de nuestros nietos, son deudas a 100 años, cosas increíbles. Te juro que para mí se vive una situación descabellada, más que nada económicamente. No le veo mucha salida", agregó con cierta resignación.

Una foto histórica, durante un
Una foto histórica, durante un show de “Fontova y sus Sobrinos” en Obras, en 1985, junto a Charly García, Fito Páez y Andrés Calamaro, entre otros

"Yo soy medio como oscurantista, pero hay como un hechizo rarísimo, hay como una mala energía en todas partes: algo cambió a nivel energético en el mundo. Creo que es momento de colgar un collar de ajo, una ristra de ajo, mucha ruda", concluyó, sin perder su humor característico.

Sin embargo, más allá de la coyuntura política y económica del país, Horacio sigue contando con el respaldo de un público fiel que lo acompaña en cada una de sus presentaciones.

"Tengo precios populares, cuidados, y estoy en un lugar que es muy querido por mí desde hace años: hago ciclos ahí y me siento como en mi casa porque hay muy buena energía. Pero no tengo idea por qué la gente me viene a ver: la cosa no está fácil. El otro día escuchaba a una actriz muy conocida que en un mes ganó 1000 pesos, cosa muy loca. Así que hay que pelearla más que nunca y no aflojar", analizó, para luego meterse con dos temas tan en boga por estos tiempos: la legalización del aborto y el avance del movimiento feminista.

"La legalización del aborto es una cosa absolutamente sanitaria. Los que se oponen a eso están locos, es gente muy retrógrada -sostiene el músico-. Es una cuestión de salud pública, no tiene nada que ver ni con la moral ni con la ética, simplemente con querer una salud pública normal y salvar vidas".

¿Y el feminismo? "Me parece muy bien -advierte Fontova-. Desde siempre la mujer fue descalificada, hay muy pocos casos en la Historia de mujeres líderes. Hubo grandes casos, como María Magdalena, Juana Azurduy, Juana de Arco, pero siempre se las criticó. Me parece muy bien que las mujeres quieran equiparar todos sus valores con respecto a los valores que tenemos los hombres. Acá, somos todo lo mismo".

"Ahora se hizo todo muy mediático, pero el acoso sexual y la violencia de género existió desde siempre. No es nada nuevo, a pesar que se lo trate como nuevo. Está bien que la gente se ocupe de mostrarlo, es una buena época como para que se denuncie la violencia de género y la gente tenga la posibilidad de acusar a quien lo maltrate, sea quien sea. Quien las hace las tiene que pagar".

Su dupla con Guinzburg

"No te voy a hablar de revolucionario, pero hacíamos lo que más nos gustaba: un humor bastante libre -rememoró sobre los tiempos de Peor es Nada-. No existían las contraposiciones, la política no estaba tan ahí en la palma de la mano como ahora, que todo se reduce a eso. Eran tiempos un poco más calmados y felices. Ahora está todo muy convulsionado".

"Jorge era mi hermano, mi gran amigo, lástima que se fue muy temprano", lamentó Horacio, quien en el inolvidable ciclo de Canal 13 tenía un papel en particular muy recordado. "No creo que el personaje de Sonia fuera rechazado ahora, en el fondo era un personaje inocente. Sonia Braguetti sería bienvenida en este momento porque era zarpada pero no era perversa", definió quien lleva ya dos décadas junto a la misma mujer.

¿Cuál es el secreto de sus 20 años de amor con Gaby Martínez Campos? "El amor y la comprensión -dijo Horacio-. Trabajamos juntos desde siempre: es mi representante, mi amiga, mi compañera, todo. Somos como una sola moneda con dos caras".

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