Diego Boneta, protagonista de la serie de Luis Miguel: "Me sorprendió que él fuera tan gracioso y simpático"

De niño, Diego Boneta (27) admiraba a Luis Miguel. A los 12 años eligió un tema de su ídolo, "La chica del bikini azul", cuando competía en un reality de talentos. Ese fue el puntapié inicial de su carrera como cantante y actor en su tierra natal, México. Poco a poco la popularidad de Boneta fue creciendo hasta llegar a trabajar en Hollywood (como en Rock of Ages, con Tom Cruise). 15 años después de haber participado en aquel casting que le cambió la vida, lo convocaron para protagonizar Luis Miguel, la serie.

En la trama, se encarga de interpretar al artista en una época complicada, cuando está a punto de cumplir su mayoría de edad y decide dejar de trabajar con Luis Rey, su padre y mánager. Un gran desafío fue representar al Sol de México, quien mantuvo un completo hermetismo sobre su vida íntima durante años. Pero cansado de las especulaciones y de las versiones que circulaban sobre su pasado, decidió que era el momento de contar su verdad en esta ficción producida por Telemundo y Netflix.

Durante un año, Boneta trabajó con mucha intensidad para realizar este papel, contando con la ayuda del propio Luis Miguel. "Nos juntamos varias veces y me sorprendió su gran sentido del humor. Es alguien bastante simpático y muy gracioso, y eso era algo que no esperaba", le dijo a Teleshow en una entrevista telefónica desde Los Ángeles.

"Fue increíble poder contar con él durante el proceso de mi preparación para interpretarlo, porque fue muy difícil tener que crear el personaje de alguien que nadie conoce, que nadie sabe cómo es", agregó.

En esos encuentros, el cantante le narró anécdotas que lo guiaron para comprender mejor cómo era ese adolescente que gozaba de una gran popularidad, al mismo tiempo que sufría por la mala relación que tenía con su padre y por la dolorosa ausencia de su madre.

"La mayoría de las cosas que él me contó están en la serie. Las otras eran simplemente para que yo, como actor, pudiera entenderlo mejor. También me habló de sus amigos, o de las travesuras que hacía de chavo", explicó sobre la cautivante historia de Luis Miguel que muestra su crecimiento como artista, su vida familiar, sus amores e incluso los excesos.

La marca del destino 

Ya en su infancia Diego sentía una profunda vocación artística: a los ocho empezó a tomar clases de canto, y cuatro años después participó en el reality infantil Código F.A.M.A. A los 12 decidió que iba a ser cantante, a pesar de que sus padres son ingenieros y no tenían nada que ver con el mundo del espectáculo. Más tarde, cuando participó en las ficciones Alegrijes y rebujos y en Misión S.O.S., descubrió que también le gustaba la actuación.

Su popularidad trascendió las fronteras cuando protagonizó la tira Rebelde. Se convirtió en un ídolo teen e incluso grabó dos discos en Latinoamérica. A los 17 años se mudó a Los Ángeles con su familia para cumplir con el "sueño americano" de conquistar Hollywood. Y lo logró: protagonizó la película Mean Girls 2 y actuó en las series 90210 y Pretty Little Liars. Además -lo dicho- se dio el lujo de trabajar con Tom Cruise en el filme musical Rock of Ages. Luego, participó en otras producciones como City of Dead Men, Before I Fall y Summer Camp. Ahora lo convocaron para formar parte del elenco de la nueva película de Terminator.  

Pero, actuar en Luis Miguel, la serie fue muy significativo en su carrera. "Jamás en mi vida pensé que esto fuera a pasar, pues me tocó interpretar a uno de mis héroes, no es algo que le pasa a muchos actores. Por eso para mí fue tan importante la preparación, porque sabía que si realmente me esforzaba, el personaje iba a salir mucho mejor en el rodaje. Me dio confianza haber tenido un año para preparar el personaje física, vocal y actoralmente".

Boneta realizó una gran transformación: bajó 10 kilos, se dejó crecer el pelo, se lo tiñó de rubio, y hasta se sometió a un tratamiento para separarse los dientes y lograr una sonrisa idéntica a la del artista. "Curiosamente, lo más fácil fueron los cambios físicos, a comparación de tener que cantar los temas de Luis Miguel en los tonos que él los interpreta. Hasta en Rock of Ages podía sonar como Diego, pero aquí tuve que volver a aprender cómo cantar para cambiar mi vibrato. También fue difícil grabar 15 canciones".

La dolorosa infancia de Luis Miguel 

El primer capítulo comienza cuando el intérprete está a punto de subirse al escenario para dar un show en Paraguay, en 1992, pero se entera de que su padre está al borde de la muerte, en España. Aunque le recomiendan que suspenda el recital, él decide seguir trabajando. Esta escena refleja el difícil vínculo que mantuvo con su mentor y mánager. 

"Cuando me preparé para el personaje, tuve que entender la relación con su papá, Luisito Rey. Es bastante compleja: no es una relación normal de padre e hijo. Y en vez de juzgar lo que pasó, traté de entender la psicología detrás de esa relación -advierte-. Además, trabajar con un gran actor como Óscar Jaenada hizo una diferencia enorme durante la filmación. Fuimos cómplices durante todo esto porque sabíamos que el corazón de la historia era la relación padre e hijo. Empujamos los límites actorales en cada escena".

"Hasta ahora se ve a Luis Miguel como un adolescente y a Luis Rey siendo el tirano, pero las cosas van a cambiar. La dinámica entre ellos cambia de manera drástica", adelantó el protagonista sobre los próximos episodios de la biopic.

Su vínculo con la Argentina 

En la serie, basada en  el libro Luis, mi rey, del escritor español Javier León Herrera, se muestra cómo la estrella musical descubre las manipulaciones de su padre y decide tomar las riendas de su carrera, con la ayuda del productor argentino Hugo López, interpretado por César Bordón. 

"Algo que me fascinó de toda la serie fue trabajar con el actor argentino César Bordón. Se ha convertido en un muy buen amigo. La relación que hay entre los personajes es muy fuerte. En la serie Hugo es, de muchas maneras, mucho más papá que Luis Rey. Hicimos unas escenas bien lindas con él, lo quiero mucho", confesó Diego.

Y reveló: "Extraño a la Argentina, ¡no tienes idea!". Ocurre que trabajó en nuestro país cuando era un adolescente. "Grabé mi primer disco en Buenos Aires, en noviembre de 2005 y con Cachorro López. Tengo recuerdos muy lindos del país. Y la respuesta que está teniendo allá la serie de Luis Miguel me llena el corazón de alegría", finalizó, muy emocionado.

SEGUÍ LEYENDO