Freddie sonriéndole a una chica desde lejos, Freddie alzando a otra en el aire y dando bucólicas volteretas, Freddie encontrando su mirada en la de una nueva muchacha de más allá… Las imágenes románticas se repiten entre las otras, las del rock, la banda, las giras, el estudio de grabación. Pero…
"¿Alguien más está molesto porque el tráiler de #BohemianRapsody presenta a la superestrella gay / bi Freddie Mercury coqueteando con una mujer pero sin ninguna indicación de su amor por los hombres?".
El tuit del director de cine Bryan Fuller (Hannibal, American Gods) expuso una visión que no parece errada. Al menos por ahora. Es que el adelanto de esta esperada película deja gusto a poco, y cuando en otro
comentario Fuller habla de "heterolavado", parece seguir en lo cierto.
Es muy probable que Mercury haya tenido algunas relaciones con mujeres, pero es de público conocimiento que terminó sus días junto al irlandés Jim Hutton, quien fuera su pareja durante seis años. Entonces, ¿por qué elegir mostrar una faceta que no lo representa? Para muchos, es homofobia (¡en pleno siglo XXI!); para otros, simplemente se trata de una
estrategia de marketing para acaparar todos los públicos. Los públicos que no son gays.
Tráiler oficial de Bohemian Rhapsody
Protagonizada por Rami Malek (famoso por su papel en la serie Mr. Robot), Bohemian Rhapsody se estrenará el 2 de noviembre en los Estados Unidos, mes en el que se recuerda la muerte de Freddie, quien dejó este mundo –víctima del Sida- en 1991. Pero la historia de esta película empieza mucho antes de su rodaje y tiene un guión paralelo al del film oficial.
Corría 2010 cuando Brian May, el legendario guitarrista de Queen, anunció que Sacha Baron Cohen (Borat, Bruno, El Dictador) encarnaría a Freddie en una película a filmarse en 2011.
Para 2013 el actor británico ya se había bajado del proyecto y enseguida criticaba públicamente a May y a sus ideas de mostrar un Freddie muerto a mitad de la película para resaltar la otra mitad, con una banda que salía adelante por sí sola. La polémica termina de estallar cuando, entrevistado por Howard Stern en 2016, Baron Cohen comentaba sugerente: "Hay historias muy locas sobre Freddie. El chico era salvaje y vivía una vida de libertinaje extremo… Pero entiendo que ellos (los músicos de Queen) sean una banda que quiere proteger su legado".
Sacha Baron Cohen en The Howard Stern Show
En diciembre de 2013 todo hacía pensar que la película sobre Queen finalmente sería un hecho. Esta vez con el también británico Ben Winshaw como Freddie y Dexter Fletcher en la dirección. ¡Pero no! Diferencias artísticas con miembros de la banda (¿otra vez, Brian?) hicieron que ambos se alejaran del proyecto.
Recién en 2016 parecía concretarse el equipo: Rami Malek como protagonista y Bryan Singer (X Men, Superman Returns) como director. Pero Singer también sería apartado y Fletcher nuevamente convocado. Ahora sí llegaba la acción.
La compañía 20th Century Fox lleva adelante este proyecto que mostrará el detrás de escena de una de las bandas más importantes de la historia de la música, y de un cantante que se destacó de sus contemporáneos por su caudal de voz y su don de artista.
La historia de un mito
Freddie nació como Farrokh Bulsara en la isla africana de Zanzíbar, Tanzania, el 5 de septiembre de 1946. Creció en la India, hijo de Bomi y Jer Bulsara, y fue alumno en el prestigioso Internado St. Peters.
A los siete años ya estaba tomando clases de piano, pero fue recién en su adolescencia, cuando llegó a Middlesex (un condado al sudeste de Londres), donde se sumaría a la banda de blues Wreckage. Cuando aún integraba esa agrupación fue que conoció a los futuros Queen, Roger Taylor y Brian May. John Deacon sería el último en sumarse al grupo, ya entrado 1971.
La joya de la música mundial "Bohemian Rhapsody" se lanzó en 1975 y enseguida ocupó los primeros puestos en los rankings británicos, quedándose allí por más de dos meses. El tema era tan largo que de entrada fue rechazado para ser utilizado como corte de difusión, pero tanta fue la insistencia del grupo que al fin lograron imponerlo. Queen era una banda extravagante y este tema representaba ese espíritu ampuloso y colorido.
El demonio de Tanzania
La vida privada de Queen, sobre todo la de Freddie también era fuera de lo normal. Desde la estética, el cantante imponía un estilo que se fue enriqueciendo disco a disco. Una de sus diseñadoras favoritas fue Zandra Rhodes, quien le aportaría glamour y presencia, al cantante en particular, a la banda en general. La excéntrica Rhodes se hizo famosa por vestir tanto a Lady Di como a Elizabeth Taylor, Bianca Jagger y Jacqueline Kennedy.
De esa etapa ostentosa y brillante, Freddie saltaría a los jeans, el bigote y esos detalles que luego formarían parte de la iconografía gay. Y todas estas vidas que vivió Freddie se terminarían cruzando.
Como cuando en 1988 el músico llevó a Diana, la Princesa de Gales, a una discoteca gay. La anécdota la cuenta la actriz brasileña Cleo Rocos en su libro The Power of Positive Drinking. "Dejemos que la chica se divierta", cuentan que dijo Freddie ante la insistencia de la joven alteza de 27 años. Disfrazada de hombre, la rubia y el artista terminaron bebiendo hasta tarde en un pub de hombres al sur de Londres. Aunque no hay registro fotográfico del momento, la anécdota se hace bastante realista.
La fiesta era otro de sus talentos, y fue en 1985 cuando escandalizó a la ciudad alemana de Munich con un evento para el recuerdo, para celebrar su cumpleaños número 39. Drag queens, mujeres travestidas, lanzallamas y una torta de dos metros de altura son algunos de los detalles que trascendieron de una celebración que duró varios días.
Los 39 de Freddie en Munich
Por allí podían pasar desde personajes de la realeza hasta estrellas de rock, como sus amigos Elton John, Mick Jagger o Rod Stewart. Dicen que no faltaban las sustancias prohibidas y los trabajadores sexuales dispuestos a complacer todo tipo de deseos… Ni hablar del mito de los enanos que portaban bandejas repletas de cocaína para quien gustara servirse. En plena década del 80 el amor libre y las experiencias extrasensoriales eran moneda corriente.
Lejos de estas divertidas anécdotas, lo que pudo verse hasta ahora de lo que será Bohemian Rhapsody es una historia de lo más pacata: ni fiestas, ni chicos sexys, ni sustancias.
Aquí seguramente harán hincapié en su relación con Mary Austin, primera novia de Freddie y heredera de su mansión en Kensington, Londres. Con respecto al dinero del cantante, se sabe que le dejó la mitad a ella y la otra a Hutton, quien murió en 2010, mucho más cerca de ser el viudo de Freddie que "su último amante", como han sabido denominarlo de manera casi despectiva.
Si bien con Hutton terminó su vida amorosa, con Mary comenzó cuando eran los dos muy jóvenes y humildes. Al tiempo de empezar a salir, ella se dio cuenta de que él era gay, y aunque Freddie insistía en que era bisexual, Mary nunca lo tomó en serio. No como pareja, pero sí como amigo.
Con el tiempo Austin se casó, tuvo hijos, pero nunca dejó de estar al lado de quien fuera su primer compañero. Tan importante fue en su vida que quedó al cuidado de la famosa casa que nadie se pierde de visitar cuando viaja a Londres.
Freddie murió de Sida cuando aún se sabía poco y nada de la enfermedad, y habiendo sido portador del virus del VIH por varios años. La prensa sensacionalista británica especulaba con su estado de salud desde hacía tiempo, pero fue en noviembre de 1991, y apenas dos días antes de su muerte, que Freddie se decidió a enviar un comunicado a través de su agente de prensa. En su casa y en paz, se fue el artista y nació la leyenda. Su último disco junto a Queen fue Innuendo y su último hit, "The Show Must Go On".
Porque cuando un artista es eterno, el espectáculo nunca se termina.
Por Marianela Insua Escalante
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