"El apellido me lo dejé porque siempre me llamé así", dice Tomás Kirzner, que comienza a recorrer la industria con su propia impronta.
Decidido a marcar su camino sin favoritismos ni tratos especiales, el hijo de Adrián Suar y Araceli González es un chico simple, responsable, educado y con un sentido del humor muy parecido al de su papá.
"El grupo humano acá es divino, y lo que me pueden llegar a aconsejar es un montón", dice Toto sobre sus compañeros en Lo que nos Une. El elenco conformado por Gabriela Toscano, Soledad Silveyra, Germán Palacios y Maida Andrenacci habla maravillas de su trabajo y su compañerismo. "Les pago para que digan eso", acota, entre risas, el hijo de uno de los hombres más poderosos de la televisión, que sin embargo eligió no participar en castings de Pol-ka, y hoy estudia teatro con Julio Chavez.
—¿Cuánto te la creés?
—Cero.
—Pero para ser actor, ¿uno no necesita creérsela un poquito?
—No. No sé si es creérsela, (sino) ser optimista y ser seguro de vos mismo. No voy saliendo y digo: "Yo merezco esto". No soy ese tipo de persona. No me criaron así.
—Siendo hijo de quienes sos, era actor o actor.
—Ojo que a los 7, 8 años quise ser biólogo marino.
—¿Cómo fue?
—Siempre me gustó actuar en actos escolares. A mi vieja y a mis familiares les decía todos los domingos, después del asado: "Bueno, ahora me van a ver a mí". Ponía una película e imitaba de espaldas al televisor los distintos personajes. Pero me fascinan los animales, sean marinos, terrestres, lo que quieras; y quise ser biólogo marino. Pero me imaginaba otra fantasía. Veía a Steve Irwing, programas de Discovery Channel, de Animal Planet, y quería ser esos tipos que van por el mundo observando animales, aprendiendo y enseñando. Después me di cuenta de que es mucho más complejo, me vino el bichito de la actuación, y quedé.
—¿Cuál fue el mejor consejo que te dieron tus padres?
—Ser respetuoso siempre, y justamente, no creérsela. Vino de la mano del subconsciente. Es cómo se manejan ellos en la vida. Estoy siguiendo el mismo camino.
—Todos tenemos que romper con nuestros padres en algún momento, decir: "Así lo hiciste vos, te fue genial, pero yo voy de esta forma". ¿Con qué te pasó?
—Esa cosa de pasar la ola o romper las barreras entre padre e hijo creo que viene acompañado de los mismos padres. Esa ayuda me la dan mis viejos, me dicen: "Hacé siempre lo que vos quieras, lo que te haga feliz, que nosotros vamos a estar felices". Eso es así: "Volá, lo que vos hagas, yo voy a estar contento". Ese es el empuje que me dan para que yo pueda estar seguro conmigo mismo, si quiero hacer un proyecto porque yo lo quiero hacer. Como la radio que estoy haciendo ahora. Es algo que me apasionaba. Y agarré a unos amigos, la hago, y la paso genial, y nadie me cuestiona lo que a mí me gusta. Eso es lo que a mí me da seguridad.
—¿Por qué usás el apellido Kirzner y no Suar?
—Porque es mi apellido real: el apellido de mi viejo también es Kirzner. Cuando mi abuelo vino acá desde Polonia se hizo cantante melódico para la colectividad judía; también era rabino: Schwartz. Y después se pasó como a Suar. Entonces, cuando era joven mi viejo decidió ponerse eso. Y yo decidí tener el que tengo.
—Mauro Viale tampoco es Viale, y Jonatan, el hijo se quedó con el Viale. Diego, el hijo de Alfredo Leuco, se quedó con Leuco, y tampoco son sus apellidos.
—Ah, ¿no son? Yo soy el hombre menos cholulo de la Argentina. Kirzner me lo dejé porque siempre me llamé así, tanto en la colonia como en el colegio me decían Kirzner, Kirzner. Lo relacioné con mi apellido porque es lo que es. Y mi viejo decidió tener el otro y está perfecto porque es su decisión de él.
—Tu hermana Florencia también es artista. ¿Te enseña?
—Sí, por supuesto. Tiene 10 años más que yo. Me crié con ella toda la vida, estuvo siempre conmigo. Hace lo que le gusta también. Los dos vamos de la mano, nos apoyamos mutuamente.
—¿Y Margarita (la hija de Suar y Griselda Siciliani)?
—Y Margarita es una loca desquiciada hermosa. Cuando era más chica le decía que era como Alf por cómo caminaba y cómo hablaba, y por las cosas que hacía. Va a ser muy talentosa.
—¿También la ves artista?
—Sí. Canta, arma sus shows con los muñecos, te pide que la veas. No sabe tocar el piano pero igual hace como una especie de canción. Ves un potencial que después, si ella lo quiere seguir haciendo, le va a ir genial.
—¿Estás de novio?
—Soltero.
—¿Te buscan mucho en redes sociales y demás?
—No. No porque yo soy el peor tipo de las redes sociales del mundo. No uso Twitter porque me aburre. Uso Instagram porque me divierte y porque todos mis amigos usan, es la única que tengo hace varios años y en la que mejor me va entre comillas, porque publico cosas… Pero ponele, yo no sé hacer posteos de: "Mirá estas nuevas zapatillas, ¿por qué no las compras?". No sé hacer eso.
—Hacemos un llamado a la solidaridad: en este momento le pedimos a las marcas por favor que se comuniquen con Tomás Kirzner.
—Que me ayuden, me aconsejen. Y de paso me regalen cosas.
—¿Qué canje te gustaría?
—Sushi ilimitado: creo que me vuelvo loco. Si me dan sushi ilimitado por subir una fotito, es una locura.
—Algunas cosas no te veo publicando.
—Hay veces que no me da la cara, no sé cómo hacen. Hay gente que tiene un don, para mí es un talento saber qué decir. "¡Hola! Mirá, yo soy actor y me gustaría poder hacer…". Yo no sé cómo hacer eso. Te juro que no sé, no me animo. Tengo amigos actores que me dicen: "Dale, es fácil. Vos le decís esto, aparte a ellos les conviene".
—Volvamos a las chicas. ¿Estás con ganas de enamorarte?
—No sé si la palabra es ganas de enamorarme. Si se me presenta alguien que me revienta el corazón de felicidad, bienvenido sea. Pero no busco.
—¿Cómo es tu mamá en el rol de suegra?
—Como cualquier mamá que escanea…
—Alguien te criticó en las redes sociales y ella salió a defenderte.
—Obviamente, como tiene que ser, porque es mi madre.
—¿Y le agradeciste, o le dijiste que se llame a silencio?
—No sé si le agradecí como: "Gracias por defender mi honor", sino que la entendí por lo que hizo porque es mi mamá y… ¿qué va a hacer? Le sale instintivamente. Pero le dije que no conteste porque se hace mala sangre, que no vale la pena. Después, en cinco años, tal vez este tipo me esté diciendo: "Che, buen laburo", y bienvenido sea.
—¿A vos te afecta?
—Nada. Es más, con mis amigos a veces me río. Me da gracia: ¿por qué alguien es tan violento sin sentido? El del comentario es muy violento sin sentido alguno, yo no hice nada para que el tipo sea tan violento. Y te tenés que reír ante esas cosas. ¿Qué? ¿Te vas a poner mal? Entiendo que hay gente que tiene la autoestima baja y le afecta, y la verdad que eso es horrible, pero porque no es una crítica constructiva, sino que fue dañar por dañar. Yo no le doy bola. Porque como además no estoy en las redes sociales, ni veo qué me dicen.
—¿Está muy alta la vara con tus papás? El apellido o la familia puede ayudar en un montón de cosas, pero también hay que sostener.
—Si, es verdad. Igual por suerte no me crié con esa mochila de "Mi vieja es Araceli González, mi papá es Adrián Suar, mi hermana es Florencia Torrente".
—No necesitás superarlos.
—No. Es muy fuerte la palabra, decir: "Tengo que demostrarle al mundo…". ¿Por qué? Yo estoy orgullo de la familia que tengo, de lo que son ellos en la Argentina, de que los quieren, de que son respetados, de que tienen un oficio de años súper valorable. Entonces, básicamente es acompañar. Y después seguir tu camino.
—¿Qué soñás?
—No traicionarme nunca, en el sentido de siempre hacer las cosas que quiero hacer, y nunca patear la pelota.
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