"Estoy cumpliendo muchos de los sueños que alguna vez me propuse en la vida", dice Oriana Sabatini, dedicada a los ensayos del show que dará en Vorterix el 5 de mayo, sin descuidar la filmación de una serie para el INCAA y a días de estrenar Perdida, la película protagonizada por Luisana Lopilato, donde también participa su ex novio Julián Serrano. "Mi sueño mayor es llegar a los 80 años y haberme podido dedicar y vivir de lo que amo todos los días", agrega la hija de Catherine Fulop y Osvaldo Sabatini.
"A veces me peleo un poco con las redes sociales. Todo se ve tan perfecto ahí… Hay tanta gente atrás que hace que esa foto quede perfecta y que mi cuerpo se vea así. No estoy así todo el tiempo: engordo, tengo celulitis, estrías, granos. Y está bueno que la gente lo sepa", advierte la influencer, quien es seguida por más de 2,5 millones de personas en Instagram.
Pero lo de Oriana no son solo palabras: evita crear una imagen ficticia para sus admiradores. "Si estoy pasando por un mal momento no estoy subiendo (a las redes): 'Huy, sí, estoy re feliz'. Me gusta ser súper transparente con esas cosas porque soy consciente de que me sigue mucha gente, y no está bueno dar un mensaje de que en la vida es todo color de rosa. Está buenísimo pasar por momentos malos porque después los buenos son mucho más lindos, más satisfactorios… Son mejores".
—Tener una mamá tan diosa, ¿cómo influyó en vos?
—Mi mamá es lo más. Nunca fue una presión ni mucho menos porque ella siempre me enseñó un montón de cosas sobre el cariño que uno se tiene que tener a sí mismo. Comer bien, pero no porque te va a dar una buena figura, sino comer bien porque vos te querés y le tenés que dar amor a tu cuerpo.
—¿Nunca hubo una competencia entre ustedes?
—No, jamás. Para mí, que mi mamá siga siendo la más diosa de todas por todo el resto de la vida.
—He visto a tu mamá en presentaciones tuyas, y se muere del orgullo.
—Claro, sí, obvio. Y yo la miro a ella y digo: "Guau, ¿llegaré igual a esa edad?". O sea, ¡mamá, pasame por favor todos los tips!
—Creciste en una familia muy famosa: a tus papás los paraban por la calle. Pero ahora los paran por vos. ¿Cómo es eso?
—Me pasa mucho que mi mamá me dice: "Pasé a ser 'la mamá de…'. Ahora la gente me agarra y me dice '¿Vos sos la mamá de Oriana Sabatini?'". Para mí es muy loco.
—¿Soñabas este presente?
—Sí, soñaba con dedicarme a esto toda mi vida. Obviamente que con los sueños vienen expectativas y metas. Cuando saqué mis canciones lo único que quería era que estén ahí; después, que pase lo que Dios quiera. Todo lo que fue y lo que sigue pasando no me para de sorprender porque es una locura que la gente me dé ese lugar y me reciba con los brazos abiertos en mi propio país.
—Y que te elijan, Coldplay, Ariana Grande, el Lollapalooza, es un montón.
—Sí, es un montón. Estoy súper agradecida. En lo de Coldplay, es un público que probablemente no tenía idea de quién era, y que la gente baile y cante mis canciones fue increíble.
—¿Me contás esa previa antes de salir al escenario?
—No me dio tiempo de pensarlo tanto. Cuando uno piensa demasiado las cosas obviamente es como que la cabeza te va a explotar. Es lo que me decía mi coreógrafo: "Andá y divertite. Porque si vos te divertís, la gente se va a divertir con vos". Es como si hubiese salido a una fiesta, yo estaba en un escenario y la gente abajo. Pero lo que más me generó Coldplay fue unas ganas de llorar tremendas, pero de la emoción.
—¿Y el Lollapalooza?
—El Lollapalooza también. El año pasado fui por primera vez como espectadora, estaba ahí en primera fila con todas las bandas cual fan, loca. Y nunca me imaginé que este año iba a estar como una de las artistas.
—¿Cómo te estás preparando para el 5 de mayo en Vorterix?
—Ensayando mucho, obviamente. Siempre trato de estar en todos los detalles. Lo que más quiero es que la gente pueda disfrutarlo de la manera que yo lo quiero disfrutar.
—¿Tratás de estar en todos los detalles, rozando lo hinchapelotas?
—No, rozándolo no… ¡Siendo hinchapelotas! Soy re contra perfeccionista y quiero que todo salga perfecto, pero también es acostumbrarme a confiar en la gente que trabaja conmigo que quiere lo mejor para mí, para mi equipo, y que todos vayamos hacia adelante.
—¿Hay cábalas?
—Sí. Con los bailarines y con la banda hacemos el saludo final antes de salir al escenario, pero mi cábala es siempre pisar el escenario con el pie derecho.
—¿Dormís la noche anterior?
—No, ni la noche anterior ni la noche después. Me queda una adrenalina que es imposible…
—Y a vos te gusta escribir tus canciones.
—Sí. Es muy fácil que te entreguen una canción. Que también está buenísimo porque hay gente que trabaja para eso y hace canciones para otras personas, y está bárbaro. Pero también está bueno que yo encuentre mi camino como artista. Creo que las canciones que haga me van a definir y me van a representar al 100% si las escribo yo.
—¿Cómo conviven la actriz y la cantante?
—Y… se están empezando a llevar mejor. Me cuesta mucho. Lo que siempre te dicen las personas que trabajan es: "Tenés que dedicarte sólo a esto y darle tu tiempo". Opino lo mismo, pero quiero hacer todo porque a mí me gusta todo: cantar, actuar, bailar. Y mientras lo pueda hacer, lo voy a hacer. Pero tengo que aprender a relajarme y darle su tiempo indicado a cada cosa.
—¿Cuánto ayuda y cuánto complica el apellido?
—La verdad que no me abrió las puertas: nunca me eligieron por ser "hija de…". No sé si para lo que hice servía tener ese apellido. Tampoco me llevan a muchos castings. Yo siempre luchaba con no enterarme de nada. Simplemente empecé como modelo porque decía: "Eso me va a dar mi nombre".
—Para vos era una puerta de entrada, no en un fin en sí mismo.
—Claro, era una puerta de entrada porque mis papás son famosos, pero no tienen idea de castings.
—¿No decías: "Mamá, activame algo"?
—Re, pero ella preguntaba: "¿Conoces una agencia?". Y siempre terminaba volviendo al modelaje. Así se fueron dando otras cosas. Obviamente, creo que sí me pone en un lugar más cercano a lo que yo quiero hacer, pero no creo que me haya abierto puertas en el sentido de que me haya regalado trabajos.
—¿Quién te da los mejores consejos?
—Los dos: mi papá y mi mamá, porque me encanta tener la mirada de mi mamá de ir re para adelante, pero también la mirada de mi papá de ser un poco más reflexiva y calma. En su momento Cris Morena me dio muy buenos consejos también.
—¿Y cuando te comparan con Lali Espósito, qué te pasa?
—Es un honor. ¿Me están cargando? Tiene una carrera increíble. Cada una está haciendo su camino. Pero imaginate que te comparen con alguien que está trabajando hace un montón de tiempo, que tiene una carrera en ascenso, es una locura. La admiro como también la admiro a Tini (Stoessel), a Jimena (Barón), a Ángela Torres.
—No hay pica ni problemas.
—No. Es lo que vendería: que haya mala onda. A la gente le gusta eso, le gusta el escándalo. Pero la verdad es que nunca lo vi. Me llevo bárbaro con casi todas. Te digo casi todas porque con algunas quizás no me conozco directamente. Pero ponele, con Tini: soy amiga de ella, de toda la familia, son lo más. Y admiro que las mujeres se animen a hacer lo que aman, y hacerlo siendo ellas.
—¿Estás de novia?
—No estoy de novia
—¿En qué estás?
—Estoy conociendo a alguien.
—¿Enamorada?
—(Risas) No lo voy a decir. No lo puedo decir.
—Si tenemos que jugar y tenés que elegir para novio un deportista, músico, empresario o actor, ¿con qué profesión te quedás?
—Actor definitivamente no. Igual, cuando uno se enamora no lo controla, es imposible. Pero bueno, creo que empresario.
—¿Por qué?
—Porque su vida no está expuesta y puede mantener una vida normal. Eso es lo lindo de no decir a los cuatro vientos cuando estás conociendo a alguien, porque es lo más parecido a una relación normal que podés tener. Cuando lo decís es como que tu relación pasa a ser de todo el mundo y todos pueden opinar. Y cuando se termina es como: "Nosotros también necesitamos explicaciones de por qué terminó, cómo, cuándo, dónde". Si puedo elegir, elijo una persona de muy bajo perfil.
—¿El estar ahora manteniendo la relación con bajo perfil tiene que ver con eso? ¿Con el aprendizaje de no tener que dar explicaciones de nada?
—Sí, obvio. También porque cuando te estás conociendo no sabés a dónde va a parar, y hablar de todos los hombres con los que estás probando algo, no está bueno. Está bueno cuando es seguro. Quizás con mi primera relación era tan expuesta porque empezamos siendo expuestos mediante una novela y eso era lo normal para mí. Pero hoy me doy cuenta de que me encanta no decir nada y guardarlo para mí.
—¿Te animás a encarar vos?
—Creo que nunca lo hice. No sé si me animo a encarar. Pero sí me gusta siempre ser muy honesta y no dar vueltas: si te quiero te quiero, si no te quiero no te quiero. La vida es muy corta para estar perdiendo el tiempo de esa manera.
—¿Y cuál es una gran primera cita para Oriana?
—¿Una gran primera cita? Un bar definitivamente no, porque yo no tomo y me aburro mucho (risas). Me gusta tener una comida y que la persona me cuente todo de él, o de ella. Una comida tranquila quizás en una casa o en un lugar donde no haya mucho ruido. Más en lo privado.
—¿Él o ella?
—Hoy en día la sociedad está abierta a que, y yo soy una creyente de eso, las personas cuando se enamoran se enamoran de la esencia de una persona. Hay gente que quizás sabe que le gustan solamente los hombres y solamente las mujeres, pero yo creo que hoy en día la sociedad está más abierta a las posibilidades de probar de todo. Al fin y al cabo uno se da cuenta pero quizás no sabés que te gustan, siendo mujer las mujeres, y de repente decís: "Claro, me puedo enamorar".
—¿Te surgió la duda?
—Sí, pero no porque me pasara con una persona. Lo re hablé con mis papás, re contra (lo hablé). Le decía: "Chem papá, yo creo que me gustan las chicas". O le tenía que decir algo a mi mamá y mi mamá me decía: "¿Qué me tenés que decir, te gustan las mujeres?". Y yo diciendo: "No, no sé mamá, dame un segundo".
—Te permitiste la duda en algún momento.
—Sí, re, obvio, obvio. Igual soy joven, como que todavía no sé, pero…
—No estás negada a la posibilidad.
—No, para nada. Re saldría con una mujer.
—¿Y cómo se lo tomó tu papá cuando le dijiste?
—No sé si le dije esto exactamente (risas). Una chica me invitó a salir un día y justo estaba viendo una foto de ella con mi papá al lado, y me dice: "¿Quién es esa chica?". "Una chica que me acaba de invitar a salir". Me dice: "Decile que sí, está re buena". Le digo: "Papá, ¡¿qué?! No lo puedo creer". Pero me encanta porque les puedo contar a ellos todo a ese nivel. Está buenísimo que tenga esa confianza. Entiendo que hay muchos jóvenes que no la tienen y que es mucho más difícil para ellos tratar estos temas. Por eso está buenísimo desde mi lugar, ponele, hacer ese video (donde se besa con una mujer) como para decir "Esto está okey". No pasa nada, y te puede pasar de dudar. No es nada fuera de lo normal que te surja la pregunta de decir: "Quizás no sé si me gusta un solo sexo". Está bueno instalar el mensaje de que el amor es universal y te puede gustar una persona de cualquier forma, color, sexo, lo que sea.
—¿Te tirotean más hombres o mujeres?
—Hombres. No se me han acercado mujeres, muy poquitas te diría. Igual hoy no estoy buscando nada.
—¿Hoy salís con un hombre o con una mujer?
—No, no, con un hombre.
—Otra cosa que en esta búsqueda y apertura de cabezas está mucho más permitida son las parejas abiertas. ¿Cómo te llevás con esa idea?
—Ahí tengo que decir que soy muy chapada a la antigua. Pasa que también veo el ejemplo de mis papás que son una pareja de hace mucho tiempo. Además veo el amor en ellos muy, muy, muy presente. Quiero eso para mi vida. Si yo amo a alguien no me imaginaría permitiendo… No estoy diciendo que ninguna de las cosas esté bien o esté mal pero yo soy como muy antigua en ese sentido.
—El modelo de pareja es el de ellos.
—Sí, sí. No sé si el de ellos, pero el de la monogamia.
—¿Cómo te impactó cuando tu mamá dijo que tu ex te había roto el corazón?
—No le dije nada, es algo que ya se sabía. Quizás me pareció inoportuno el momento porque pasó mucho tiempo. Yo le decía a papá: "Papá, me iba a romper el corazón él o cualquier otra persona que sea mi primer novio". Y sí, me rompió el corazón porque encima yo soy muy pasional y me enamoro y me enamoro con todo, quiero hijitos y bebitos y casamiento ya. Que está mal, ya lo sé (risas).
—¿En serio?
—Sí, te lo juro. Pero es que siento todo muy fuerte: las cosas buenas y las cosas malas. Entonces obviamente para mí cortar una primera relación tan larga donde lo había conocido de verlo todos los días, era fuerte. Le agradezco que lo haya hecho porque aprendí un montón de cosas buenas de eso.
—¿Qué me voy a encontrar el 5, en Vorterix?
—Se van a encontrar muchas cosas, empezando por el hecho de que solo conocen tres canciones mías y va a ser un show largo. Estoy tratando de que pueda haber muchos momentos de muchas cosas: de emoción, de baile, de risas, de sorpresas. Habrá invitados, obviamente. Habrá canciones nuevas y también voy a contar parte de lo que es mi historia. Se van a encontrar con un show lindo, y ojalá que lo disfruten.
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