Lo que no pudo Pampita en sus ásperos cruces, lo consiguió Fabián Cubero. Porque lejos de aquel aspecto de dama de hierro con el que algunos la señalan, a Nicole Neumann se la vio vulnerable quizás por primera vez en su carrera. O así se mostró -al menos- en Cortá por Lozano, el programa de Telefe donde se desempeña como panelista. "Yo a su casa no tengo libre acceso, tampoco corresponde que él lo tenga en la mía", dijo, llorando, sobre su ex marido.
Nicole lamenta que la hayan tildado de "mala madre" cuando salía con Facundo Moyano ("Nos veíamos solo martes y miércoles, cuando las nenas estaban con el papa", aclaró), critica que el jugador de Vélez haya sembrado cizaña sobre su relación ("Hablaba públicamente sobre si yo discutía con Facundo, o no", precisó), cuestiona que Viciconte haya dormido con una de sus hijas (lo que fue desmentido categóricamente por la -desde este finde- ex Combate).
En ese escenario, donde hubo contundentes respuestas desde la otra vereda, por supuesto, la modelo llegó al fin de semana. Y el sábado, sin mayor justificación -si es que hiciera falta alguna…- que un saludo de buen día, Neumann se tomó una selfie desde su cama, con el torso desnudo.
Unas horas antes, en la noche del viernes, también había posteado una imagen muy parecida. Nicole publicó su foto -¿casualmente?- mientras Cubero y Viciconte estaban en el programa de Guido Kaczka, donde la rubia debió "marcarle la cancha" a Rocío Marengo tras un coqueteo con el futbolista.
Pero, ¿cuál es el mensaje que quiso transmitir Nicole con su topless? A sabiendas de que pocos se habrán tomado el tiempo de realizar una segunda lectura, perdidos como estarán en la belleza de la modelo (¿cómo juzgarlos?), aquí creemos que existe una metáfora evidente en su selfie.
La clave está en el arcoiris que se observa por sobre su cabeza.
Y es que después de la tormenta, aún de la mediática, siempre sale el sol.
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