Desde hace cinco años Marcelo Polino lucha por armar una familia a través de la adopción. El periodista quiere ser papá de un nene de edad preescolar. Sin embargo, el tiempo pasa y las buenas noticias no llegan. ¿Elegiría otro camino para poder cumplir su deseo de tener un hijo?
"Si hubiera subrogado, hoy mi hijo estaría empezando primer grado, es así y es muy fuerte", dijo el jurado del Bailando a Paparazzi. Sin embargo, y a pesar de que económicamente podría hacerlo, el alquiler de vientre no es el método que él elige.
"No estoy en contra de la subrogación, pero yo lo tomo (el hecho de adoptar) como una manera de devolverle a la vida todo lo que me dio, vengo de abajo y me fue bien, si puedo dar salud y educación a un nene, buenísimo. No quiero un bebé, quiero ser padre, cuidar, educar y criar a un chico", agregó.
Marcelo sabe que el proceso no es fácil y que en el mejor de los casos, si ahora llega un niño, lo deberá tener en guarda durante un año para luego poder iniciar el trámite de adopción, por lo que el pequeño recién podría ser legalmente su hijo en tres o cuatro años, por lo menos: "Es mucho tiempo".
Las entrevistas con los asistentes sociales tampoco son fáciles: "Van a tu casa, te miran de arriba abajo y te preguntan dónde va a dormir, cuál es la habitación, cuánto gana, es propietario, es muy desgastante y no debería. Es muy triste todo lo que rodea la adopción, tendría que ser algo feliz y alegre para quienes toman la decisión".
Desde el 2013 en que inició los trámites pensó muchas veces en bajar los brazos: "Caigo, subo, tengo altibajos. Sufro, tengo bronca, me quejo, me la banco. Me transformé en la cara de una problemática que sufre mucha gente. El sistema es un desastre, hay hacinamiento y mucha desidia".
En medio de la extensa lucha, Polino puso una fecha límite: "Este año, si no es ahora, no voy a hacer una renovación, es mi última opción".
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