El martes pasaba poco y nada. Era feriado, muchos volvían de sus escapadas por el fin de semana largo y la ciudad estaba casi desierta. Sin embargo, un anuncio sacudió la modorra: se informaba que Charly García tocaría en el teatro Coliseo el jueves a las 20:30 y que las entradas se podían conseguir el miércoles desde las 11.
La locura fue total. Los fanáticos inundaron las redes sociales con mensajes de apoyo y, al mismo tiempo, se notaban algunos signos de angustia porque sabían que el lugar donde se presentaría el músico era pequeño y que las 1.700 localidades se iban a agotar rápidamente. Y así fue. En solo media hora volaron las entradas.
Ahora bien. ¿Qué pasó en el recital? Describir con palabras un evento de esta magnitud es realmente muy complicado. Más aun si el que escribe es fan de Charly. La emoción por verlo arriba del escenario fue total y los seguidores del músico -tres generaciones de fans- disfrutaron de una hora y media de show.
"Morí sin morir", dice una de las estrofas de "Rezo por vos" -tema que interpretó y fue uno de los puntos más altos de la noche- y cuánto valor tiene para este momento en la vida de García. Si hay alguien que murió sin morir es justamente él. Como el ave Fénix, resurgió de sus cenizas y demostró que su música sigue más vigente que nunca.
A las 20:45 se levantó el telón y una linda versión de "Instituciones" abrió el esperado concierto. La gente rápidamente se puso de pie -así estuvo durante todo el show- y empezó a cantar una a una todas las canciones.
La banda sonó muy sólida con el trío de chilenos: Kiuge Hayashida en guitarras, Carlos González en bajo y Toño Silva en batería. También con el "Zorrito" Fabián Quintiero en teclados, y con Rosario Ortega en coros, quien en el Coliseo fue más que la segunda voz. Se mostró como un apoyo permanente a Charly.
En los casi 90 minutos de recital, el hombre del bigote bicolor tocó temas de su último disco, Random, y deleitó al público con los éxitos de siempre.
De su álbum editado el año pasado, interpretó "La máquina de ser feliz", "Lluvia", "Otro" y "Rivalidad", tema en el que hizo un chiste al presentarlo: "Es una canción que se la hice a mi vecina. Por suerte me mudé". Mientras sonaba esa pieza, en las pantallas se mostraba cuando García se tiró desde el noveno piso a una pileta en un hotel de Mendoza.
De las viejas creaciones no faltaron "Cerca de la revolución", la mencionada "Rezo por vos", "Reloj de plastilina", "Yendo de la cama al living" y "Me siento mucho mejor".
También interpretó "Promesas sobre el bidet", "Demoliendo hoteles" y "Los dinosaurios". En este último tema se vivió uno de los momentos más fuertes de la noche porque mientras Charly lo cantaba se pasaba de fondo imágenes de los represores de la última dictadura militar.
Posteriormente volvió el clima festivo a la sala: cantó "Funky" y cerró el show a las 22:07 -por insistencia del "Zorrito" Quintiero- con "Nos siguen pegando abajo". Una vez terminado el concierto, la gente se quedó varios minutos en la sala cantando los hits del artista.
Fue una noche mágica e histórica. Y, como bien dice el primer corte de difusión de Random, la máquina de ser feliz la tiene él y anoche la compartió con sus fans. ¡Gracias por tanto, maestro!
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