Las paradojas en ocasiones duelen. ¿Qué es un hospital sino un lugar para sanar? Sin embargo, a veces las cosas se van de las manos y es entonces un lugar donde morir. Es entonces cuando las paradojas duelen.
Así pasó con el sorpresivo fallecimiento de Débora Pérez Volpin. Entró al Sanatorio de La Trinidad por un dolor de estómago, le indicaron que debía hacerse una endoscopía y en medio del procedimiento (un procedimiento simple) su estado se agravó y derivó en su deceso. Se realizó una autopsia y los peritos encontraron perforaciones en el estómago y el esófago. Aún no se sabe a ciencia cierta qué pasó, pero una cosa es clara: nadie esperaba este final.
Sin embargo, no es la primera vez que un quirófano se convierte en el escenario impensado de la muerte. O que cuadros en apariencia menores, se complican sorpresivamente. En la historia, hay algunos antecedentes famosos.
Andy Warhol
Un caso emblemático. La vida del artista pop se apagó hace 31 años, el 22 de febrero de 1987. La causa de su muerte (a los 58 años) suele resumirse como infarto de miocardio, pero la situación fue confusa y sorpresiva.
Warhol evitó lo más posible su internación por el miedo que tenía a los hospitales. Fue el caso de la profecía autocumplida: tanto lo aterraban que el destino terminó por darle la razón. Murió tras una operación de vesícula; una vez más, una intervención en apariencia simple.
No obstante, algunas investigaciones posteriores demostraron que el cuadro en realidad revestía de cierta complejidad a causa del propio pánico del artista. Al parecer, el padre de Andy también se había extirpado la vesícula a los 60 años y era un defecto de salud hereditario. Warhol lo sabía, sus médicos se lo habían dicho, pero no quería por nada del mundo entrar en el quirófano. Lo demoró más de la aconsejado.
Cuentan que el artista contactó a un especialista que había sido el médico de cabecera del Sha de Persia y le ofreció una fortuna a cambio de que lo sanara sin someterlo a una operación. El doctor le respondió que era imposible. Finalmente el creador del Pop-Art entró al NewYork-Presbyterian Hospital y aceptó el tratamiento. Ya era demasiado tarde.
Según una investigación del médico John Ryan, cuando Warhol ingresó a la sala de operaciones estaba deshidratado y llevaba varios días sin comer, y su vesícula estaba gangrenada. Luego de la operación estuvo consciente un tiempo, pero pronto entró en coma y finalmente murió de fibrilación ventricular. La familia enjuició a la clínica por negligencia y debieron pasar muchos años para que se supiera la verdad.
La paradoja es doble, en el caso del artista: no solo falleció por una causa fácilmente evitable, sino que muchos años antes había superado una muerte casi segura. Fue el 3 de junio de 1968, cuando Valerie Solanas le disparó a quemarropas con la intención de matarlo. Warhol recibió dos balazos y estuvo en estado crítico. Sobrevivió para contarlo, y años después se lamentaba: "Si hubiera muerto ese día me hubiera convertido en una figura de culto". Lo fue, de todas formas, aunque su muerte haya sido menos épica que absurda.
Ricardo Fort
Muy lejos del Pop-Art (o no tanto), otra muerte que sorprendió a todos fue la de Fort el 25 de noviembre de 2013, también en el Sanatorio de La Trinidad. Tenía 45 años. Entró al quirófano por una fractura que había sufrido días atrás en Miami, y distintos dolores en su rodilla y columna. Su salud y su cuerpo eran un misterio. A menudo se aplicaba inyecciones para aplacar dolores permanentes. En apariencia tenía un cuerpo fuerte, entrenado, maquillado también por operaciones estéticas de todo tipo (había pasado 27 veces por el quirófano), pero su estado de salud era frágil.
"Va a tener que cambiar su estilo de vida, sus hábitos. Fort es adicto a la morfina, seguramente desde hace dos años. Esto puede traer trastornos en general de la persona. Se automedica", había dicho su médico, Alejandro Druetto, en febrero del 2013, meses antes de su muerte. Quienes lo conocían sabían que llevaba un estilo de vida extremo, amparado en la idea de que su fortuna lo iba a mantener a salvo de la muerte. No fue así. Falleció por un paro cardíaco después de una hemorragia masiva en el estómago.
El parte médico oficial informó: "Se mantuvo clínicamente estable y súbitamente presentó un paro cardiorrespiratorio asociado a una hemorragia masiva en el estómago que produjo su deceso, pese a las maniobras de reanimación ejecutadas". Su muerte invadió todos los medios. Aunque se sabía que Fort jugaba fuerte, nadie vio venir ese final.
Solange Magnano
"Tenía una belleza sofisticada, majestuosa, la gente se quedaba con la boca abierta cuando la veía, sentía lo mismo que yo. Si bien ella era una mujer sencilla, te dejaba sin habla". Así recordó Roberto Piazza a la modelo Solange Magnano tras su fallecimiento. Sucedió a sus 38 años, producto de una operación estética. Fue sin dudas una muerte evitable y perversa, producida en parte por la sobrevaloración de la estética en nuestra sociedad.
Magnano había sido Miss Argentina en 1994. Luego había desarrollado una carrera en Europa y finalmente había vuelto a la Argentina, donde se instaló con su familia en San Francisco, Córdoba. Fue en esa etapa cuando empezó a trabajar con Piazza.
¿Qué mensaje le damos a otros médicos inescrupulosos? ¡Acá se puede matar y seguir como si nada!
Murió en 2009 por una embolia pulmonar luego de someterse a una cirugía estética de glúteos en una clínica de Belgrano. El procedimiento se complicó y la derivaron a un sanatorio de Avellaneda, donde se produjo su deceso. Como consecuencia, el Tribunal Oral N° 11 de Capital condenó a la médica que la trató, Mónica Portnoy, a dos años de prisión en suspenso y a cinco de inhabilitación profesional.
En la investigación se demostró que le habían inyectado silicona líquida en lugar de metacrilato, la sustancia permitida en este tipo de tratamientos. Gustavo Rosso, el marido de Solange, se expresó duramente respecto al fallo. En su momento escribió en Facebook: "¿Qué mensaje le damos a otros médicos inescrupulosos? ¡Acá se puede matar y seguir como si nada!".
Joan Rivers
Ocurrida el 4 de septiembre de 2014 y cuyas causas exactas todavía no se conocen, seguirá siendo un misterio porque se tomó la decisión de no realizarle una autopsia. La comediante sufrió un paro cardiorrespiratorio en el Hospital Monte Sinai de Manhattan, tras ser internada por la complicación de una cirugía de garganta en otra clínica.
Después de varios meses de batalla legal, la familia de Rivers llegó a un acuerdo con el centro médico Yorkville Endoscopy de Nueva York, al que Melissa Rivers, hija de la fallecida presentadora, demandó a comienzos de 2015 por supuesta negligencia.
James Avery
El actor murió el 31 de diciembre de 2013 a los 65 años. Las complicaciones de una cirugía a corazón abierto se llevaron la vida, según informó su publicista. Avery saltó a la fama en 1990 precisamente gracias a su papel de "El tio Phil", quien Will Smith hizo pasar grandes penurias durante los seis años que duró la emisión.
Rodney Dangerfield
El comediante falleció el 5 de octubre de 2004 a los 82 años. El comediante estaba en coma desde agosto de ese mismo año en el University of california Medical Center tras una cirugía para reemplazar una válvula cardíaca. Dangerfield sufrió una pequeña embolia tras la operación y desarrolló complicaciones infecciosas.
Bill Paxton
Conocido por la serie Big Love y películas como Apolo 13, Titanic y Twister, el actor falleció de forma repentina por complicaciones tras una cirugía. Tenía 61 años.
El 14 de febrero de 2017, Paxton sufrió un accidente cerebrovascular que requirió cirugía. Once días más tarde, el 25 de febrero, murió por un derrame cerebral en el Cedars-Sinai Medical Center de Los Ángeles.
Paxton fue el astronauta Fred Haise en la película sobre la fallida misión a la Luna Apolo 13, un cazador de tornados en Twister, el multimillonario y villano atrapado en una montaña de Límite vertical, el líder del equipo de exploración submarina en Titanic, entre otras reconocidas actuaciones.
Sus últimas actuaciones en la pantalla chica fueron en la serie de espías y superhéroes Agents of S.H.I.E.L.D., la miniserie histórica Texas Rising y la adaptación de la película sobre dos policías Training Day de la cadena CBS.
Por Joaquín Sánchez Mariño
LEA MÁS