No suelo escribir los artículos en primera persona. Sin embargo, hoy me voy a tomar esa atribución. Yo estuve ahí. Yo fui parte y me sentí parte. Yo me emocioné. Yo sabía que esa noche era histórica porque no tenía la seguridad de que algún día volvieran a juntarse. Menos aún me imaginaba la desgracia que le ocurriría a Gustavo Cerati.
Tenía muy en claro que la gira "Me verás volver" terminaba ese día. Sí, ese 21 de diciembre de 2007. Los propios protagonistas se encargaron de que los fans no nos hiciéramos ilusiones con una vuelta "permanente". No iban a seguir tocando juntos, no iban a editar nuevos materiales. No, nada de eso iba a pasar. Por eso sabía que ese día tenía que estar como sea. Recién después de unos años, Charly Alberti contó que la idea era volver en 2012. Algo que, como sabemos, no pudo darse por el estado de salud delicado de Gustavo. Pienso eso y se me parte el corazón.
Pero volvamos al 21 de diciembre de 2007 que es un recuerdo agradable. Apenas se pusieron a la venta las entradas lo llamé a mi amigo Facundo -tan fanático de la banda como yo-, y le dije: "Tenemos que ir. Es el último. Va a ser inolvidable". Y no me equivoqué. Ya habíamos ido al recital del 20 de octubre y quedamos maravillados por el sonido, la puesta en escena y el nivel musical de los tres. Pero el concierto del 21 de diciembre fue otra cosa. El marco, los invitados, el gran humor de los músicos, todo fue distinto y especial…
Cuantas emociones que cuestan volcar en palabras. Cuantas emociones que daban vueltas por ese Monumental que supo ser testigo de hechos históricos y este era uno más de ellos. Cuanta alegría. Cuanta sensación del deber cumplido para ellos tres. Un día como hoy, pero hace exactamente 10 años, Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti tocaban juntos por última vez.
"Se habló de la plata, se hablaron de muchas cosas. Pero esta vuelta se trató sobre todo de música. Y el éxito fue recomponer nuestra relación interna con Charly y Zeta", diría un emocionado Cerati cuando el concierto estaba llegando a su fin.
La noche del viernes 21 de diciembre de 2007 -perdón por el énfasis en repetir la fecha- fue una noche histórica por donde se la mire. Decíamos que fue histórica porque era el último show de Soda pero también pasaría a la historia debido a que se trató del sexto River y con eso se batía el récord de cinco funciones que tenían los Rolling Stones en ese estadio.
Además, se trató del cierre de una gira que la banda tuvo por todo el continente: Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Perú, Estados Unidos y Venezuela fueron los nueve países que recibieron con los brazos abiertos al grupo de rock más importante de la región.
El clima del 21 de diciembre era el ideal para estar al aire libre, una típica noche de verano. Hacía calor, pero no tanto, y una brisa proveniente del Río de la Plata era como agua en el desierto para todos los que estábamos apretados en el campo.
La previa del show fue igual a la de los anteriores. Las puertas del estadio se abrieron temprano y los videos de Peter Capusotto hicieron más llevadera la larga espera. A las nueve de la noche se apagaron las luces y empezó a sonar Some day one day, un tema de Queen -grabado por Soda Stereo- cuya letra rezaba: "Si piensas volver algún día". Segundos después aparecieron los tres Soda y, mientras se escuchaban los primeros acordes de Juegos de seducción, Gustavo Cerati expresó: "Bienvenidos a la gran fiesta del rock".
La lista de temas fue similar a la que venían realizando en los distintos shows por toda la región, pero ese 21 de diciembre se contó con la presencia de varios músicos invitados: Richard Coleman, Andrea Álvarez, Fabián Quintiero, Gillespi y el gran productor de la banda en el disco Doble Vida, Carlos Alomar.
La cúpula contó con Carlos Alomar y Andrea Álvarez; Terapia de amor intensiva con Carlos Alomar; Picnic en el 4° B con Andrea Álvarez; en Signos y Fue tocó Gillespi; en Danza rota, Persiana americana y Prófugos lo hizo Fabián Quintiero; y en Primavera 0 y No existes, Richard Coleman.
A Andrea Álvarez, Cerati le dijo: "Ella es chiquita pero toca como los dioses"; y a Carlos Alomar: "¡Uy, qué festín! Este músico tocó con todo el mundo: Bowie, Lennon, McCartney y James Brown, como guitarrista es lo más. Lo llamamos hace tres días, estaba en Nueva York y se vino".
Para presentar a Gillespi habló de la luna: "Mirá la luna Gillespi", le subrayó mientras se podía observar una hermosa y gran luna llena. Y para darle la bienvenida al "Zorrito" Quintiero, sostuvo: "Es alguien que tuvo mucho que ver con la historia de Soda".
Todos tuvieron su momento especial y los tres Soda por supuesto que también. Fue el broche de oro de una gira fantástica que se trató de una verdadera "Burbuja en el tiempo".
Por siempre se recordará esa noche y los dos meses intensos que los llevó por todo el continente y que, fundamentalmente, nos trajo alegría a todos los fanáticos de la banda más importante del rock en español.
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