Lionel Campoy y Natalia Dim, conductores de "Nivel X", a 20 años de su estreno: "Se convirtió en un programa de culto"

-¿Te maquillo?

-Vos sentate de ese lado y yo de este.

-¿La remera afuera del pantalón queda bien?

-Sí. ¿Ya me terminaste de maquillar?

-Sí, arrancá respondiendo vos y después sigo yo.

"Que veinte años no es nada" cantaba Carlos Gardel. En todo caso, habría que preguntárselo a Natalia Dim y Lionel Campoy, conductores de Nivel X, el ciclo de videojuegos para niños y adolescentes que se emitía por la señal Magic Kids. Adorado por los gamers y recordado con nostalgia por muchos jóvenes que se criaron en los '90, comenzó a emitirse hace 20 años y se convirtió en un ciclo "de culto", según sus protagonistas, que conservan la misma "chispa" y simpatía con la que conquistaron a sus televidentes.

Primeros pasos
Natalia se crió en Almagro junto a sus hermanos. Al finalizar el colegio estudió teatro con Adriana Tursi en el taller de Luis Agustoni, y luego con Agustín Alezzo y Augusto Fernandes. Él es oriundo de Zona Norte y, además de formarse con Laura Yusem, estudió acrobacia, humor, clown y mimo. Antes de llegar a Nivel X trabajó en un banco, como camionero, heladero y repartió avisos en moto. Actuaba en el circuito under de San Telmo cuando lo contactaron para formar parte de Ritmo de la noche.

Fue intérprete de Boby Goma, el gracioso y torpe personaje que acompañó a Marcelo Tinelli durante sus primeros años en televisión. "Fue un quiebre en mi carrera, él me permitió laburar de lo que me gusta. No me molesta que mi nombre haya quedado 'pegado' al personaje, al contrario, me encanta. Adoro a Boby Goma, fue una época maravillosa", cuenta a Teleshow.

El personaje cobró notable popularidad, incluso tenía su propia muñeco que se estiraba hasta que se rompía y manchaba la ropa. "Me lo siguen recordando", cuenta Lionel. En la calle, una generación lo reconoce por el programa de Tinelli; y otra, por Nivel X, ciclo que debutó en 1997 y estuvo al aire nueve años.

Una dupla inolvidable
Nivel X era un programa diario -literal, eran siete emisiones distintas por semana– y tenía tres repeticiones por jornada. Se mostraban noticias, novedades, exposiciones, entrevistas y trucos vinculados a los videojuegos y a la tecnología. Contaba con la asistencia de especialistas en diferentes consolas y también con mucha participación de jóvenes fanáticos, que enviaban sus videos mostrando cómo jugaban o, incluso, los conductores iban a visitarlo a su casa. Además, se organizaban torneos del popular juego de carreras Daytona por todo el país.

"Nosotros solo poníamos la cara. El principal responsable del programa era Jorge Contreras, que se le ocurrió la idea que podía ser un éxito un ciclo de videojuegos y nos convocó. Había mucho laburo de productores y edición, con tantos copetes y notas que grabábamos", cuenta Lionel a Teleshow.

-La dupla generó mucha empatía en el público…
-Natalia Dim: Y no nos veíamos todo el tiempo. Muchas veces grabábamos en lugares distintos y nos hacíamos los pases, pero nos empezamos a juntar porque funcionábamos bien. El programa era muy mecánico porque si no, no llegábamos a hacer siete programas por semana. Mi estudio principal eran Los Arcos de Palermo.
-Lionel Campoy: Los míos también. Y el parque que está en Figueroa Alcorta y Monroe. A Natalia le hacíamos una montañita para que no quede mucho más abajo. Pero ella no es petisa, solo es menos alta que yo…

-¿Les gustaban los videojuegos?
– ND: Tenían que ver con mi profesión pero no me interesaban como para ponerme a jugar. Claramente incorporé esos temas pero no generábamos empatía por lo que sabíamos del videojuego.
-LC: Yo nunca fui videojugador, aunque por supuesto en ese momento estaba más informado. Cuando terminó Nivel X cerré la persiana y no toqué ni una PlayStation 3. En el programa nos cansábamos de decir que nosotros solo presentábamos, pero los que sabían eran los especialistas y los que miraban desde la casa.

-¿Por qué trascendió tanto el programa?
-LC: Uno nunca sabe por qué funcionan las cosas en este tipo de laburos, nos sigue sorprendiendo el rebote que tuvo. Estábamos en el lugar indicado, en el momento indicado. El motivo del éxito, aparte de Natalia, creo que tuvo que ver con que Magic estaba cerca de los canales de aire en la grilla y con el momento tecnológico por el que pasábamos, no había una compu en todas las casas. Me pregunto qué hubiera sido de Nivel X con las redes sociales…
-ND: Hay un relato típico de los chicos -que ya crecieron mucho- que veían el programa y cuando nos saludan nos dicen: "Volvía del colegio y mi mamá me dejaba ver un rato de tele y ponía Nivel X". En ese momento no te das cuenta de la dimensión, pero pasaron los años y se convirtió en un programa de culto. La tecnología en aquel momento era un mouse con la bolita. Se combinaron varias cosas para que nos vaya bien…

-¿Qué sienten cuando ven videos del programa?
-ND: Es vintage y antiguo en algún sentido.
-LC: Si bien para nosotros en aquel momento el programa era ágil, ahora lo vemos y tiene copetes eternos. ¡A los chicos les decíamos 'anotá con lápiz y papel!' Teníamos un '0-600' para comunicarnos con los televidentes. Ahora la TV tiene otro ritmo. Tenemos muchos recuerdos lindos. Había una sección en la que había un sorteo e íbamos a la casa del que ganaba para mostrar cómo jugaba; todo giraba en torno al videojugador. Era como tomar la leche con Carozo y Narizota, salvando la distancia.
-ND: ¿Quién es Carozo y quién es Narizota?
-LC: (Piensa) Mejor dejalo ahí.

-¿Qué significa "Nivel X" para ustedes?
– LC: Es un laburo más del que tengo los mejores recuerdos, como todos los trabajos que tuve. Pero fueron muchos años, entonces es gran parte de mi vida. Por eso, es un poco más que todos los laburos.
-ND: Me costó mucho desprenderme. Después veía una cámara y decía 'vamos a un corte y volvemos con más Nivel X'. Fue muy vivencial y fraternal. Tengo muchos amigos de aquella época porque (el programa) era como hacerlo en casa. Jorge Contreras nos daba libertad y, si bien seguíamos una rutina, decíamos lo que queríamos y encárabamos las notas como nos parecía mejor.
-LC: Además, Nivel X fue escuela para muchos pibes. Contreras en ese momento era profesor de TEA y, cuando se egresaban los chicos, la primera cámara que se calzaban al hombro era con nosotros. Y hoy algunos son directores de cine.
-ND: Fue una escuela para nosotros también. Nos ayudó mucho para implementar cosas después en nuestras vidas.

Después de los videojuegos
En el 2006 el canal Magic Kids dejó de existir y con él desaparecieron varios programas, entre ellos, Nivel X. Lionel siempre siguió ligado a la actuación, con participaciones en ficciones como Sos mi vida, Bella y bestia, Herencia de amor, Ciega a citas, Los Únicos y Solamente vos, entre otros. Fanático de los deportes extremos, aún realiza filmaciones en caída libre, ha hecho varios doblajes y hasta trabajó con su personaje Boby Goma en Mundo Marino.

Junto a la actriz Valeria Britos –la protagonista de la recordada ficción La Nena, quien además es su pareja-, formó la compañía de espectáculos infantiles Vale hacer Lío. Además de protagonizar y producir obras para niños, conduce eventos corporativos, de cultura japonesa y cosplay en el salón Chacra Taló (Los Cardales) y en todo el país.

El final de Nivel X encontró a Natalia Dim en plena crianza de sus mellizos y no regresó a la televisión: "Salieron proyectos que no eran viables y después fracasaron. Yo tampoco puse mucho empeño y voluntad en seguir por esa vía". Lejos de las cámaras, estudió Filosofía en la UBA, actualmente da clases de Historia del Arte en una facultad privada y junto a dos socios fundó Planar, un estudio de diseño sustentable inspirado en materiales que provienen en su mayoría del reciclado de descartes industriales con el objetivo de cuidar el medio ambiente.

Pero el legado de Nivel X se mantiene vigente hasta el día de hoy. Juntos, son convocados para conducir eventos vinculados a la cultura gamer o japonesa, con los que recorren todo el país. "Lo revivimos (a Nivel X) con gente que la tiene muy clara y les pedimos referencias porque los que van a los eventos son los que están en la vanguardia de lo que es el animé, nosotros no", reconoce Natalia.

El programa estará por siempre en sus corazones. Aunque a veces les juegue en contra: "Repito más la palabra 'PlayStation' ahora que cuando estaba en Nivel X. Todo el tiempo les digo a mis hijos '¡apagá la Play!'. Y ellos me dicen: 'Mamá, justo vos que trabajabas en Nivel X, no entendés nada de videojuegos'. El otro día les dije 'dejen de ver esa película' ¡y era un juego! Me agarró una sensación… Igual me gustaban más los juegos de antes porque el pibe transpiraba más, se movía, tenía más adrenalina", cuenta Natalia.

Lionel, con el humor que lo caracteriza, no permite que esa anécdota pase por alto y le habla a la cámara: "Anotalo: a Natalia de Nivel X sus hijos le enseñan a jugar a la Play".
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