A un año de la súbita muerte de Santi Vázquez, las conmovedoras palabras y recuerdos que dejó a su corto paso por el mundo

Su ausencia es un gran vacío para quienes lo amaron pero también la felicidad de haber compartido su vida

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Viernes 16 de diciembre, hace un año.
Una voz en el teléfono. Solo una voz.
—Tu hermano ha muerto.
"Tu hermano" es (era) Santiago Vázquez, 26 años, actor, hijo del éxito, 250 mil fans en Instagram.

Esa misma voz en el celular de Nicolás Vázquez (39). El hermano desolado. El que en ese instante estaba en la playa de estacionamiento del centro comercial de Nordelta, acaso pensando en su mujer, Gimena Accardi (31), y recordando el casamiento en Mar del Plata, y la fiesta en la playa con Santi de padrino… ¡apenas seis días antes del fatal "Tu hermano ha muerto"!

Gimena y Nico en su boda,
Gimena y Nico en su boda, con Santi de testigo

O pensando en el 5 de enero —faltaba tan poco…—, porque esa Noche de Reyes Santiago y él, después de un año de aplausos en el Picadilly, volverían a llevar la comedia El Canasto, dirección de Nico, y Santi protagonista.

Pero de las dos carátulas, la risa y el llanto, la antigua insignia de las tablas, se había impuesto, sombría, la mueca de la tragedia…

Con el celular en una mano, las llaves del auto en la otra, la mirada perdida, los pasos erráticos y el repetido grito "¡No puede ser… no puede ser!", Nico sintió que algo parecido a la vida –el aliento– se le esfumaba, y se sentó en el suelo. Abatido, quebrado… Eso que llaman "descompensación" porque suena menos terrible…

Nico y Santi se funden
Nico y Santi se funden en un abrazo, después de una función de “El Canasto”

Dos o tres buenas almas lo socorrieron. Una botella de agua. Dos o tres preguntas. Qué te pasó, te sentís bien, llamo a un médico, a una ambulancia.
Gota a gota llegaron las noticias. Santi estaba en Punta Cana con unos amigos. Su muerte fue súbita. Causa: miocardiopatía hipertrófica (aumento del grosor de las paredes del corazón). Difícil de detectar. No tiene cura. Apenas tratamiento…

No mucho después –el alma seguía herida–, Nico recordó las últimas charlas con Santi. "En ese amanecer, después de mi casamiento, nos dijimos tantas cosas lindas. Fue uno de los días más felices de mi vida. Nos dimos un beso. Después nos hablábamos siempre por teléfono. ¿La última vez? Cuando River le ganó a Rosario Central por la Copa Argentina. El lo vió desde Punta Cana y yo desde aquí. Nos comunicábamos por WhatsApp… ¡gol a gol!".

VIDEO Hubo, en este largo dolor, un bálsamo. Fue Gimena Accardi.
Según Nico, cumplió un rol de apoyo "para nada menor". "Me impresionó la fuerza que tiene esta enana, ¡una locura! —contó—. Se corrió del duelo, de ese protagonismo, y nos levantó el ánimo a todos".

Pero Santi muerto dictó más olas de amor…

Bautista Lena, hijo de Reina Reech, fue compañero de Santi en El Canasto, y esto escribió en Instagram: "Mi siamés… ¡así nos decíamos! Llegamos a ser tan amigos, tan hermanos, que nos sentimos siameses. Y tuve la suerte, en este último año, de no despegarme de vos ¡más de un día! A todos lados juntos, hermano, y así será siempre, porque me vas a acompañar toda la vida. ¿Cómo eras? Humilde, generoso, bueno, caballero, sabio, emprendedor, luchador, soñador. ¡Y nos quedaron tantos sueños que cumplir, amigo! Pero gracias por este último año con tantas risas y tanto amor. ¡Siempre conmigo, siamés! Te amo".

El posteo en Instagram de
El posteo en Instagram de Bautista Lena

Todo, todo, todo se recuerda. Entonces, después de la hora fatal, y hoy, cumplido el año.
Todo, todo, todo. Porque Santi fue –nadie lo niega– un grande.
Hasta en los pequeños y dulces gestos.
Va la historia…

Nicolás Vattimos, su ex concuñado, tiene un hijo: Milo, de tres años. Santi le prometió una máquina de hacer helados. Y uno de sus amigos, Andrés Carrizo, que viajó a Punta Cana en sus vacaciones, lo llamó y le dijo: "Hoy no quería dejar de abrazarte, amigo. Te quiero mucho y vamos a hacerle honor a nuestro hermano. Yo tengo la máquina de hacer helados que el tío Santiago le prometió a Milo".

Santiago Vázquez con el pequeño
Santiago Vázquez con el pequeño Milo

Y no paró ahí Nico Vattimos. Conmovió con un texto escrito desde el dolor y el amor y también la soledad, el vacío que deja lo perdido para siempre.
"Por eso eras tan demostrativo y cariñoso, porque había poco tiempo, más que poco. Tanto compartimos que hoy te pondría un tema de rock, te invitaría a un asado, veríamos alguna película loca de Netflix, si es posible de Leo DiCaprio…, hablaríamos de la vida, ¡y como siempre, nos reiríamos más que nadie!".

Pero algo falta.
Esencial.
Quema como una gota de plomo fundido
Como la quemó a ella hace un año.
A Mirta, su madre.
Que entonces escribió: "Tengo el corazón partido. Fuiste dejando amor en cada uno de nosotros. Nos enseñaste a ser mejores. No conociste la envidia ni la maldad. Iluminabas todo. Hijo, hermano, tío y amigo incondicional. Todo lo que dejaste acá en la tierra es hermoso. Con todo el dolor que se siente te entregué a la Virgen para que te cuide. Y sé que vos serás nuestro Ángel para siempre. Te amo. Sé muy feliz en el cielo. Hasta pronto".

Pero el espectáculo debe continuar: el primer y el último artículo del código de tablas.
Y continuará…
Sin Santiago Vázquez.
Pero también con él.
Porque así es y será siempre el misterio del teatro y sus hijos.
Desde hace cinco mil años y en Grecia.
Y en los cinco mil años que vienen.

Nico y Santi Vázquez
Nico y Santi Vázquez

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