Rocío Gancedo se suicidó a los 29 años tras arrojarse del edificio en el que vivía, en Las Cañitas, el 29 de noviembre pasado. Entre los familiares, amigos y conocidos que se juntaron en el lugar ante la trágica noticia se lo vio al psicólogo Gervasio Díaz Castelli.
El profesional se declaró amigo desde hace varios años de la ex Gran Hermano, en diálogo con Teleshow. Pero fue denunciado por "negligencia profesional" por un allegado a la joven, Guillermo Duarte.
"En el ejercicio imprudente de su profesión/especialidad habría contribuido e incidido en el desenlace fatal de la víctima en cuestión", reza el escrito que presentó Duarte ante la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 30 a cargo de la fiscal Marcela Sánchez.
Sin embargo, este lunes se presentaron ante la fiscal la madre de Rocío Gancedo, Graciela, y su hermano, Rodolfo, para brindar su testimonio en el marco de la investigación por "muerte dudosa" de la ex Gran Hermano, tal como está caratulada la causa.
En diálogo con este medio al día siguiente del suicidio, Díaz Castelli contó que Gancedo "tuvo diferentes trastornos psiquiátricos" desde la adolescencia, que se agudizaron tras la muerte de su padre, ocurrida hace poco más de un año.
Según su testimonio, él la derivó a varios profesionales para tratar su "bipolaridad, depresión y paranoia" pero "no prosperó más de dos o tres entrevistas". En ese sentido, contó: "Empezó a andar por diferentes lugares, psicólogos y psiquiatras pero era difícil porque no armaba mucho vínculo. No seguía el tratamiento al pie de la letra. Después empezó a ir a los hospitales Fernández y Rivadavia, pedía la medicación pero no continuaba con el tratamiento".
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